El expreso político cubano hace declaraciones al periódico digital Hispanidad sobre la postura del gobierno español frente a la condena de Ángel Carromero.
El gobierno español tiene la táctica de hacer cuanto sea posible para que regrese a España Ángel Carromero y para eso tiene que aceptar su culpabilidad porque de lo contrario teme que La Habana no lo suelte, dijo el expreso político cubano Ricardo González Alfonso al diario digital Hispanidad.
En el preámbulo de su entrevista a González, la publicación española subraya que hay mucho indicios que apuntan a que los opositores muertos en el auto que conducía Carromero, Oswaldo Payá y Harold Cepero, fueron víctimas de un accidente “cuando menos provocado porque estaban siendo acosados”.
Con la no apelación, puntualiza el diario, se está reconociendo de manera implícita la culpabilidad de Carromero. Y así, una vez más, la tiranía comunista humilla a Carromero y también al Gobierno español y a España.
En sus declaraciones a Hispanidad, González detalla una serie de antecedentes que hacen “demasiado sospechoso” que el choque en que murieron Payá y Cepero no haya sido un atentado contra sus vidas. “Todo eso lo sabe el gobierno de España. Ha preferido rescatar a un ciudadano español que esclarecer la verdad”, indicó.
Para el expreso político se trata sin duda de “la complicidad del silencio con una tiranía” y a su juicio “la verdad debe prevalecer, la injusticia debe ser condenada porque esto no sólo afecta a un ciudadano español sino a cuanto ciudadano español vaya a Cuba a llevar ayuda o solidarizarse con la oposición cubana”.
Según González, detrás de Carromero España está defendiendo “en primer lugar los intereses que tengan inversionistas españoles en complicidad con la dictadura cubana”, y puso de ejemplo la política de apaciguamiento adoptada por el primer ministro británico Neville Chamberlain con el régimen de Adolfo Hitler.
“Lo que hizo (el político británico) .--puntualizó-- fue dar más fuerza al monstruo. Creo que esas complicidades de Chamberlain no ayudan a la larga ni a los intereses de España ni al futuro de mi país. El Gobierno de España está jugando a hacer de Chamberlain, lamentablemente”.
En el preámbulo de su entrevista a González, la publicación española subraya que hay mucho indicios que apuntan a que los opositores muertos en el auto que conducía Carromero, Oswaldo Payá y Harold Cepero, fueron víctimas de un accidente “cuando menos provocado porque estaban siendo acosados”.
Con la no apelación, puntualiza el diario, se está reconociendo de manera implícita la culpabilidad de Carromero. Y así, una vez más, la tiranía comunista humilla a Carromero y también al Gobierno español y a España.
En sus declaraciones a Hispanidad, González detalla una serie de antecedentes que hacen “demasiado sospechoso” que el choque en que murieron Payá y Cepero no haya sido un atentado contra sus vidas. “Todo eso lo sabe el gobierno de España. Ha preferido rescatar a un ciudadano español que esclarecer la verdad”, indicó.
Para el expreso político se trata sin duda de “la complicidad del silencio con una tiranía” y a su juicio “la verdad debe prevalecer, la injusticia debe ser condenada porque esto no sólo afecta a un ciudadano español sino a cuanto ciudadano español vaya a Cuba a llevar ayuda o solidarizarse con la oposición cubana”.
Según González, detrás de Carromero España está defendiendo “en primer lugar los intereses que tengan inversionistas españoles en complicidad con la dictadura cubana”, y puso de ejemplo la política de apaciguamiento adoptada por el primer ministro británico Neville Chamberlain con el régimen de Adolfo Hitler.
“Lo que hizo (el político británico) .--puntualizó-- fue dar más fuerza al monstruo. Creo que esas complicidades de Chamberlain no ayudan a la larga ni a los intereses de España ni al futuro de mi país. El Gobierno de España está jugando a hacer de Chamberlain, lamentablemente”.