El hombre de confianza de Salvador Allende, examigo de Fidel Castro y exitoso empresario en Cuba durante años, narra al diario El Mercurio su decepción con el régimen de La Habana
El empresario chileno Max Marambio dijo al diario El Mercurio que espera que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se fortalezca y esté consolidada cuando el gobernante cubano Raúl Castro “ya no sea más que un mal recuerdo”.
Marambio fue entrevistado por el periódico a propósito de la visita a fines de este mes a Chile de Castro para asistir a una reunión cumbre de la Unión Europea con la CELAC, organismo regional que Cuba presidirá durante un año.
La conversación giró mayormente en torno a la causa abierta hace tres años en La Habana contra Marambio, exjefe de la escolta personal del extinto presidente chileno Salvador Allende, por presuntas irregularidades en la firma de alimentos Río Zaza, cuya propiedad el empresario compartía a partes iguales con el Estado cubano.
“La justicia cubana condenó a Max Marambio a 20 años de presidio, acusado de corrupción”, precisa el diario, que subraya que el chileno llegó a integrar el círculo íntimo de Fidel Castro, pero que nunca tuvo cercanía, sino todo lo contrario, con su hermano Raúl.
Después, Marambio decidió demandar a Cuba ante la Cámara Internacional de Comercio y denunció la expropiación ilegal de su empresa, en un proceso que está en pleno desarrollo y cuyo último alegato oral será en marzo. “Para Marambio hay en juego unos 200 millones de dólares”, dice El Mercurio.
Marambio dijo tener claro que “fue transparente la intención política de lo que pasó” cuando se abrió la causa judicial en su contra como resultado del apoyo que él le dio a la candidatura a la presidencia en Chile del joven y exmilitante socialista Marco Enríquez-Ominami, quien no contaba con la simpatía de La Habana.
“A Cuba le será muy costoso quedar sindicada como un régimen que no respeta sus compromisos ni las instituciones a las que pertenece”, dijo Marambio, quien añadió que su situación la están viviendo otros empresarios.”Muchos de ellos han debido abandonar Cuba, y otros simplemente han sido detenidos y ni siquiera se sabe de ellos”, señaló.
Según el chileno, habría apostado que (lo sucedido con él) jamás podría ocurrir. “Me formé allí en la ética de una justicia revolucionaria, comprometida y partidista, es verdad; pero limpia, sin cinismo ni con mecanismos propios de regímenes inescrupulosos. Esto es el fin de una era y es tremendamente doloroso”, dijo.
Marambio fue entrevistado por el periódico a propósito de la visita a fines de este mes a Chile de Castro para asistir a una reunión cumbre de la Unión Europea con la CELAC, organismo regional que Cuba presidirá durante un año.
La conversación giró mayormente en torno a la causa abierta hace tres años en La Habana contra Marambio, exjefe de la escolta personal del extinto presidente chileno Salvador Allende, por presuntas irregularidades en la firma de alimentos Río Zaza, cuya propiedad el empresario compartía a partes iguales con el Estado cubano.
“La justicia cubana condenó a Max Marambio a 20 años de presidio, acusado de corrupción”, precisa el diario, que subraya que el chileno llegó a integrar el círculo íntimo de Fidel Castro, pero que nunca tuvo cercanía, sino todo lo contrario, con su hermano Raúl.
Después, Marambio decidió demandar a Cuba ante la Cámara Internacional de Comercio y denunció la expropiación ilegal de su empresa, en un proceso que está en pleno desarrollo y cuyo último alegato oral será en marzo. “Para Marambio hay en juego unos 200 millones de dólares”, dice El Mercurio.
Marambio dijo tener claro que “fue transparente la intención política de lo que pasó” cuando se abrió la causa judicial en su contra como resultado del apoyo que él le dio a la candidatura a la presidencia en Chile del joven y exmilitante socialista Marco Enríquez-Ominami, quien no contaba con la simpatía de La Habana.
“A Cuba le será muy costoso quedar sindicada como un régimen que no respeta sus compromisos ni las instituciones a las que pertenece”, dijo Marambio, quien añadió que su situación la están viviendo otros empresarios.”Muchos de ellos han debido abandonar Cuba, y otros simplemente han sido detenidos y ni siquiera se sabe de ellos”, señaló.
Según el chileno, habría apostado que (lo sucedido con él) jamás podría ocurrir. “Me formé allí en la ética de una justicia revolucionaria, comprometida y partidista, es verdad; pero limpia, sin cinismo ni con mecanismos propios de regímenes inescrupulosos. Esto es el fin de una era y es tremendamente doloroso”, dijo.