Por qué la crisis en Zimbabue apenas trasciende en medios oficiales cubanos

Fiesta en Zimbabue tras retirarle a Mugabe la jefatura del partido gobernante

La Habana - Mientras Robert Gabriel Mugabe, el dictador más viejo del mundo con 93 años, ofrecía una declaración televisiva desde Harare, rodeado de militares y atildados funcionarios, a muchas millas de Zimbabue, en La Habana, Edna, profesora de historia de un preuniversitario, lavaba ropa en una anacrónica lavadora de la era soviética.

Cuando le pregunto a Edna su opinión sobre la crisis política en Zimbabue, mueve su cabeza de un lado a otro y trata de buscar palabras que no suenen manidas. “Si le preguntas a mis hijos, te aseguro que no saben quién es Robert Mugabe y en el mapa no podrían ubicar a Zimbabue. La gente aquí está para desconectar, aunque yo no me incluyo en ese segmento, pues trato de estar al tanto de lo que ocurre en Cuba y en el mundo”, dice Edna y añade:

“He prestado misiones dos veces en África, una vez en Angola y otra en Sudáfrica. Y te puedo decir que aquellos guerrilleros independentistas, como José Eduardo dos Santos en Angola, Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial, Mengistu Haile Mariam en Etiopía, y Robert Mugabe en Zimbabue, terminaron siendo dictadores. La honrosa excepción fue Nelson Mandela. Mugabe llevaba gobernando 37 años, violando olímpicamente los derechos humanos y haciendo fraudes en simulacros de elecciones. La prensa lo trata a cuerpo de rey, porque además de ser un aliado que siempre vota a favor de Cuba en foros internacionales, nuestros gobernantes se ven reflejados en él. Joaquín Sabina, mi cantante preferido, decía en una entrevista que la revolución cubana y la venezolana envejecen de una manera fea. A la gesta independentista africana, en la que Fidel Castro tuvo un papel destacado, le sucede igual”, opina la profesora de historia.

Encontrar en las calles de La Habana a personas que comenten seriamente sobre un suceso foráneo es difícil. La mayoría niega con la cabeza o se inventa una respuesta mecánica para salir del paso.

Castro visita Zimbabue

Pero un periodista independiente como Juan González Febles siempre tendrá una respuesta. “Es lógico que el régimen apenas ofrezca información. Existe una especie de club de dictadores y entre ellos se miman. Cuando la dictadura argentina, Fidel Castro hizo negocios con los militares y le ofreció ayuda durante la guerra de las Malvinas. A toda esa caterva de totalitarios, empezando por Honecker pasando por Ceausescu y terminando con Mugabe, el régimen cubano los condecoró con la Orden José Martí. Ahora mismo está en Cuba una delegación de alto nivel de Corea del Norte, un estado canalla y que casi ninguna nación permitiría que uno de sus funcionarios visitara su país. Ese silencio es una deuda de gratitud que tiene la dictadura cubana con el resto de las que hay en el mundo”.

Los medios estatales apenas han reflejado la grave crisis política en Zimbabue que marcará el fin de la era Mugabe.

Pese a la lenta conexión, rastreando por internet encontré que Prensa Latina publicó una nota, reproducida el domingo 19 de noviembre por Cubadebate con el título "Deponen al presidente Mugabe como líder político en Zimbabwe". La misma nota salió también en las ediciones online de Bohemia y Tiempo 21 de Las Tunas. Anteriormente, habían publicado dos descafeinados comentarios, uno el jueves 16 de noviembre en Granma (Zimbabwe, el país titular de la semana) y otro el viernes 17 en Juventud Rebelde (Situación en Zimbabwe al debate).

Sin embargo, Telesur, canal fundado con los petrodólares de Hugo Chávez, el domingo 19 trasmitió en vivo la conferencia televisiva de Mugabe rodeado de militares y funcionarios.

En Cuba, todos los medios informativos, sean nacionales o provinciales, son dirigidos por el departamento ideológico del comité central del Partido Comunista. Y siempre se muestran cautos y cuidadosos a la hora de condenar o criticar a gobiernos comunistas, de tendencia izquierdista o sean aliados coyunturales.

Nada se ha publicado en la Isla sobre la corrupción en China de los hijos de altos funcionarios y su espectacular estilo de vida y se calla que parientes de Xi Jinping están implicados en los Papeles de Panamá.

A la tiranía monárquica de Corea del Norte se le trata con sumo respeto. Y nunca se verá a los analistas oficiales, expertos en el sistema político estadounidense o en la Unión Europea, escribir un artículo condenando las pruebas con misiles nucleares de la ermitaña familia Kim.

De Zimbabue, en Cuba apenas se sabe. Los cubanos desconocen de la terrible situación económica, con el 90% de sus ciudadanos desempleados y que el promedio de vida de la población no sobrepasa los 40 años.

Mugabe de visita en Cuba

Con África el silencio informativo se redobla. Se conoce el rol de la autocracia castrista en las luchas de emancipación en aquel continente. Fidel Castro tuvo una especial amistad con Robert Mugabe. En agosto de 1986 estuvo en Zimbabue para participar en la VIII Cumbre de Países No Aliados celebrada en Harare, la capital. Por su parte, Robert Mugabe hizo varias visitas a Cuba, en septiembre de 1983, en 1986 cuando fue condecorado con la Orden José Martí, en junio de 1992, en julio de 2002, en septiembre de 2003 y en septiembre de 2005. Su último viaje fue en noviembre de 2016, para participar en los funerales de su 'hermano Fidel'.

De ahí las escuetas noticias sobre lo que está ocurriendo en Zimbabue con el viejo amigo de Castro I. Tampoco los medios cubanos mencionan la enorme fortuna acumulada por Isabel dos Santos en Angola o los escándalos de Teodorín Obiang, hijo del impresentable dictador de Guinea Ecuatorial.

Si vamos a Latinoamérica, jamás veremos un reproche al régimen de Nicolás Maduro, Evo Morales o un análisis al pleito que sostienen en Ecuador Lenin Moreno y Rafael Correa. Nunca la prensa nacional calificó de terrorista a las FARC de Colombia. Ni publicó una línea sobre la detención por narcotráfico de los sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro.

Los medios en Cuba son un arma del régimen. Los usan para su beneficio publicitario. El departamento ideológico del partido no es tonto. No se va disparar al pie con el engendro que ellos mismo crearon.

Para los lectores cubanos, Zimbabue es una democracia socialista y Robert Mugabe un héroe de la independencia africana. Y su esposa Grace, repudiada por su afición al lujo y su delirio de grandeza, si damos crédito al comentario publicado en Juventud Rebelde, una inocente mujer que era una niña cuando se desarrolló la guerra de liberación.

Si alguien desea informarse objetivamente y conocer otros puntos de vista, entonces debe pagar un peso convertible, el salario mínimo de dos días, y navegar una hora por internet. No queda otra.