La violencia policial se ha recrudecido en Cuba durante los últimos años, “principalmente en los siete meses que han transcurrido del año 2020”, dijo a Radio Televisión Martí desde La Habana el abogado Julio Ferrer Tamayo.
Dos jóvenes han perdido la vida a manos de la policía: Hansel Ernesto Hernández Galiano, de 27 años, y Yamisel Díaz Hernández, de 32. Y dos adolescentes fueron violadas por “agentes del orden público”.
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"No pocos habaneros consideran que estas dos muertes, sus circunstancias y manipulación de sus resultados investigativos, podrían convertirse en una práctica del régimen para generar pánico y control contra la sociedad civil", escribió el martes en el diario español ABC el periodista independiente cubano Jorge Enrique Rodríguez.
Lee también Repudio internacional al régimen de Cuba por reprimir protesta contra abuso policial racistaRodríguez fue detenido y encarcelado por grabar el 28 de junio con su teléfono celular lo que él mismo califica de excesivo despliegue para apaciguar un altercado entre dos jóvenes residentes de la barriada Los Sitios, en Centro Habana.
“El uso desmedido de fuerza provocó que un centenar de ciudadanos repudiaran el acto entre gritos y lanzamientos de piedras contra los elementos policiales y los autos patrulleros, respectivamente”, dijo el periodista.
Por eso lo llevaron a la estación de policía de Zanja y lo acusaron de desacato. El acoso policial para que acciones como esa queden impunes no es nueva. Los precedentes existen, pero las pruebas no están disponibles porque efectivos de la Seguridad del Estado se encargaron de arrebatárselas a sus guardianes legales.
Lee también Laritza Diversent: “Nunca pensé que por defender los DDHH tuviera que pasar por todo esto”El grupo independiente de asesoría jurídica Cubalex, encabezado por Laritza Diversent, fue despojado violentamente el 26 de septiembre de 2016 en La Habana de todos sus archivos de datos, obviamente por temor a que la documentación rigurosa de los casos llegara a manos de organismos internacionales.
“Destrozaron la puerta de entrada del patio e ingresaron a la vivienda luego de forzar la puerta de la cocina”, contó entonces Diversent. “Ya en el interior, se llevaron cinco computadoras, siete teléfonos móviles, un servidor, seis cámaras de seguridad, tres impresoras, soportes digitales, archivos y dinero. […] Después nos desnudaron uno por uno y nos cachearon de forma degradante”.
Pero la tecnología digital, específicamente las cámaras de los teléfonos celulares, las conexiones –aun precarias– a internet y las redes sociales, se han convertido en los principales aliados de los denunciantes dentro de Cuba, ya sean vecinos de un barrio de Marianao o activistas de derechos humanos en Santiago de Cuba.
“Súbelo pa’ Facebook”, se oye decir a una mujer en un video publicado por el sitio de noticias Cubanet y tomado en el asentamiento de Indalla, en Marianao, donde viven las adolescentes violadas por dos policías en la noche del 16 de abril. Las autoridades del régimen ordenaron un juicio a puertas cerradas –los policías violadores fueron condenados a ocho y seis años de cárcel– y han mantenido una total discreción sobre el caso.
Diversent subrayaba que, cuando sufrió el desmantelamiento de Cubalex a manos de la policía del régimen, ninguno de los medios de prensa internacionales acreditados en el país reportaron el atropello.
Lee también Régimen intenta silenciar denuncias por muertes de dos jóvenes a manos de la policía“Desde por la mañana se sabía en las redes sociales lo que estaba ocurriendo”, declaró entonces. “Es como si te estuvieran violando y tuvieras que permitirlo (…), que te hagan desnudarte, hacer cuclillas. Esa es una de las cosas más humillantes que me han hecho pasar en mi vida”.
Para quienes no tienen acceso frecuente a internet por alguna vía hoy en Cuba y dependen de los medios oficiales, la información de los casos de violencia policial en el país es prácticamente nula.
“Si lo que pasa está en el diámetro del barrio tuyo, con suerte te enteras, y si está en el pueblo más cercano a cinco o seis kilómetros, tal vez no te enteres”, dijo una cubana recién llegada a Miami que pidió no revelar su nombre por temor a represalias a su familia en la isla.
Lee también Estos son los detenidos por intentar manifestarse contra la violencia policial y racial en Cuba¿Por qué la policía en Cuba se ha ensañado con los ciudadanos? ¿Es esa violencia la señal más visible del miedo del régimen a perder el control de una sociedad carcomida durante más de seis décadas por la represión política y una pésima gestión económica?
De momento, la única respuesta está en los hechos. Radio Televisión Martí trae hoy una cronología de informaciones divulgadas en lo que va del 2020 para reunir toda la documentación disponible de las múltiples denuncias de violencia policial en Cuba.
JULIO
- Sábado 4: En la calle Monte, entre Zulueta y Egido, en La Habana, el fotógrafo Darío Dioses y su amigo Raiber González fueron agredidos por varios agentes de policía cuando se quejaron de la violencia con que trataban a una mujer que no mostró su carné de identidad, reporta Diario de Cuba. Dioses le dijo al sitio de noticias que lo golpearon con la tonfa en las piernas hasta hacerlo sangrar, que le dieron también en los genitales, que le presionaron el cuello y le apretaron las manos con las esposas, y que a González lo lanzaron al suelo y lo maltrataron.
- Domingo 5: Muere en la madrugada por un disparo de la policía Yamisel Díaz Hernández, de 32 años, en el lugar conocido como Puente de los Ahogados, cerca del central José Martí en San Cristóbal, provincia de Artemisa. De acuerdo con el Ministerio del Interior de Cuba (MININT), él y otros hombres habían robado caballos y un agente tuvo que dispararle en el pecho cuando Díaz Hernández lo atacó con un machete. Pero según el padre, Federico Díaz García, el disparo le entró por un costado del cuerpo y la policía no le ha dado una explicación.
(Poco más de un año antes, el 23 de enero de 2019, el holguinero de 27 años Raidel Vidal Caignet había muerto también de un disparo a manos de la policía cuando intentaba comprar café en grano en las lomas de Mayarí para revenderlo en la ciudad, un acto ilegal en Cuba. Aunque el disparo le entró por la espalda, Vidal Caignet fue culpado de agredir también al agente… con un machete.)
JUNIO
- Jueves 11: Fuerzas combinadas de la policía y el MININT entran a la vivienda del activista Zaqueo Báez Guerrero en La Habana, lo arrestan y lo conducen a la estación de Calabazar, donde le dan una golpiza. Báez Guerrero denuncia que al día siguiente la Dama de Blanco Jacqueline Heredia, su esposo y otros dos activistas de UNPACU también fueron víctimas de violencia policial.
- Miércoles 24: Los artistas independientes Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo (El Osorbo) y la curadora Anamely Ramos presentan en la Fiscalía Militar de La Habana una denuncia formal contra dos policías basada en los artículos 116 y 118 de la Ley de Procedimiento Penal vigente: “Denuncia por actos de violencia policial que provocaron tres delitos de lesiones, múltiples delitos de abuso de autoridad, y, además, un delito de Incumplimiento del Deber de Denunciar o, en caso de ser procedente, de Encubrimiento, en relación a los tres delitos de lesiones y los múltiples delitos de abuso de autoridad”. Pidieron juzgar y sancionar a los policías que golpearon a Otero Alcántara y a Castillo el 12 de junio en la estación de policía de Cuba y Chacón, en La Habana, y que sus casos sean presentados en los medios nacionales.
- Miércoles 24: Muere Hansel Ernesto Hernández Galiano, de 27 años, por disparos de la policía en La Lima, Guanabacoa. Mientras el MININT guardaba silencio sobre el caso, las redes sociales se inundaron de denuncias de asesinato policial que un vocero anónimo del régimen trató de acallar inútilmente. Luego el MININT emitió una nota oficial en la que aseguraba que Hernández Galiano había lanzado piedras contra un agente, que entonces le disparó “para proteger su vida”. Fue la convocatoria a protestar por el presunto asesinato del joven la que desató una ola represiva en todo el país el 30 de junio. “La muerte de Hansel E. Hernández es tan repudiable como la de George Floyd” en Estados Unidos, escribió en Twitter el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer.
(“Después de que tanto el presidente [Miguel] Díaz-Canel como el canciller Bruno Rodríguez —y el gobierno en pleno— condenaran el asesinato de George Floyd en Estados Unidos, y que durante semanas el aparato de propaganda estatal cubano se volcara a darle cobertura a las protestas del movimiento Black Lives Matter en las ciudades estadounidenses, el hecho de Guanabacoa ha pasado por alto en la agenda del gobierno”, escribió en The Washington Post el periodista cubano Abraham Jiménez Enoa.)
- Sábado 27: En una cola para comprar pollo en Guanabo, el joven de 20 años Camilo Guerra Ramos fue golpeado brutalmente por varios policías. Lo dejaron en libertad condicional una semana después con una fianza de 2.000 pesos.
- Martes 30: Fuerzas combinadas de la policía, la Seguridad del Estado y otros cuerpos represivos se despliegan en todo el país para evitar protestas públicas por el presunto asesinato de Hernández Galiano, con el resultado de 78 detenciones arbitrarias y 146 activistas sitiados en sus casas bajo vigilancia policial, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH). En Santiago de Cuba, José Daniel Ferrer (hijo) fue herido en el hombro durante el arresto y confinado durante siete horas en un camión-jaula bajo el sol. De acuerdo con el científico Oscar Casanella, en La Habana usaron al ejército: “Me llevaron y trajeron esposado con las manos atrás en una patrulla con dos policías y dos militares, un boina roja y uno de tropas especiales de las FAR. Usaron al ejército para esta represión bochornosa y patética”, dijo. De acuerdo con OCDH, en todo el mes de junio hubo 437 acciones represivas (161 detenciones arbitrarias y 28 citaciones), entre ellas los arrestos del periodista Jorge Enrique Rodríguez y de la activista Keilylli de la Mora Valle.
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MAYO
- Sábado 2: Golpiza al activista Yoel Bravo en Santa Clara: “Fui tirado al piso, esposado por los oficiales de la Seguridad del Estado y trasladado a la unidad policial conocida por UPOC, donde me golpearon en la cabeza con un casco de moto por el pómulo", relató el activista. "Me tuvieron que llevar al hospital, pero el médico que me atendió se negó a darme un certificado de lesiones", dijo.
- Sábado 9: Arrestada con violencia Bárbara Portales Leyva, residente en Antilla, provincia Holguín, por supuestamente no portar su carné de identidad, cuando en realidad dice que sí lo llevaba. El policía “me dijo que le diera el carné y me cogió por el brazo y me metió dentro de la patrulla”, contó Portales Leyva, a quien ya en la estación otro agente amenazó con procesarla antes de que le impusieran una multa de 40 pesos por violar el artículo 1 del Decreto 141 de orden público.
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- Viernes 15 o sábado 16: El prisionero político Silverio Portal Contreras, de 72 años, pierde la visión de un ojo a causa de una golpiza que le dieron agentes del régimen en la cárcel 1580 de San Miguel del Padrón, en La Habana, según le contó otro recluso a su esposa, Lucinda González. “Ayer me llamó un preso [y me dijo que Portal Contreras] ya había salido de la celda de castigo, y que del ojo donde le dieron el golpe, que no ve”, le dijo González inicialmente a Radio Televisión Martí. “Cuando pregunto [quién lo golpeó], me dicen que fue el oficial que se hace llamar Pedro y el mayor Seúl, de la Seguridad del Estado”, precisó la esposa. En la cárcel desde 2018 por “desacato a las figuras de Fidel y Raúl Castro” y presunto delito de desorden público, a los tres meses de entrar en prisión Portal Contreras sufrió una trombosis, tiene parálisis en el lado derecho de la cara y se le han repetido isquemias transitorias. "Silverio se me está muriendo dentro de la prisión", dijo el lunes su esposa.
- Sábado 16: Luego de enfrentar sin violencia a una mujer que robaba plátanos en su finca, la policía arrestó y llevó a la estación de Santiago de las Vegas, en La Habana, a la víctima del intento de robo, el activista José Díaz Silva. El domingo la policía fue a la casa de Díaz Silva, contó su esposa, Lourdes Esquivel: “a tirar fotos, tomarme declaraciones de los sucesos, y me dijo que Silva estaba acusado de amenaza, que esa señora había denunciado que Silva la había amenazado”.
- Sábado 16: Cuatro policías llegan en la patrulla 631 a la vivienda del periodista independiente Enrique Díaz, en la Calle 85 No. 13640, Los Pocitos, municipio de Marianao, y uno de ellos, con chapa 00641, dijo: “Ahí está el gusano que subió el video a las redes sociales, vamos a cogerlo pa' caerle a palos y meterlo de cabeza en el maletero”. Se refería a la denuncia de abuso sexual de menores contra dos agentes que, un mes antes, detuvieron a dos muchachas en Marianao y las violaron en una finca en la zona del Palmar. Los vecinos de Díaz salieron de sus casas y lograron impedir que los policías agredieran al periodista.
ABRIL
- Jueves 16: Dos adolescentes fueron interceptadas en horas de la noche por dos policías en Marianao, les dijeron que las conducirían a la estación para imponerles multas y las llevaron a una finca en la zona de Palmar, donde las violaron. “Estaban tomando alcohol, y tenían el pomo de alcohol en la patrulla”, dijo una de las víctimas, que explica con lujo de detalles en un video publicado por Cubanet cómo actuaron los agentes. Aunque el Código Penal de Cuba establece castigos de hasta 15 años cuando semejantes atrocidades son cometidas por uniformados, los dos policías violadores fueron condenados a cumplir ocho y seis anos de prisión. El juicio fue a puertas cerradas y, de acuerdo con el tío de una de las víctimas citado por Cibercuba, las condenas fueron gracias a testigos de última hora y a una amenaza de “escándalo en las redes sociales” de la madre de una de las adolescentes.
- Jueves 16: Un policía sin camisa y con pantalón de civil que no se identificó como agente del orden discutió con el activista Maikel Herrera Bones cuando este protestaba por la falta de fluido eléctrico en su vecindario del Reparto Guardiola, en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón. El episodio condujo al arresto del activista y de su tío, quien intervino para calmar los ánimos. Bajo cargos de “desacato” primero y “atentado agravado” después, Herrera Bones, paciente de VIH, se mantuvo dos semanas en huelga de hambre y continúa en prisión.
- Miércoles 22: Un agente tomó por el cuello en Santiago de Cuba al activista de UNPACU Aníbal Riviaux Figueredo, le arrancó el nasobuco que llevaba puesto y con la ayuda de otros dos lo metió al carro patrulla, denunció el opositor. Fue llevado a la Segunda Unidad de la Policía de Santiago de Cuba, conocida como El Palacete, y allí lo amenazaron con dejarlo en prisión por violar el Decreto-Ley 370.
- Jueves 23: Policías golpean a Mileydi Salcedo, de 24 años, y Elizabeth Vaquero, de 20, en Lawton, La Habana. Iban caminando, Vaquero llevaba el nasobuco en la mano, les pidieron identificarse y uno de los agentes, el capitán Rolando, golpeó y pateó a Salcedo cuando la vio grabando con su celular. Las encarcelaron y las mantuvieron incomunicadas durante casi dos meses, sin derecho a visitas ni a recibir útiles de aseo ni comida, hasta que fueron liberadas el 25 de junio pendientes de sanción. Las dejaron semidesnudas en plena vía pública y así las encontró el padre de Salcedo. “Ella luego me contó que la desmayaron a golpes”, dijo Salcedo refiriéndose a Vaquero.
- Sábado 25: Turbas organizadas por la Seguridad del Estado y amparadas por la policía golpean brutalmente en Cárdenas a la Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería cuando participaba en una marcha pacífica para exigir el cese de la represión. Le dieron golpes en la cara y en la cabeza y le rompieron la ropa. Aun así, la policía la arrestó y la condujo a una estación. Horas más tarde estaba hospitalizada: “Me pusieron dos sueros para hidratarme”, le contó entonces a Radio Televisión Martí. “Tenía muchos golpes en la cabeza y el médico recomendó que me viera un neurocirujano. Luego me dieron el alta”.
- Lunes 27: La policía del régimen les quitó a los activistas Yoan Ricardo Llerena y Danitza Vidal Pérez una jaba con alimentos y útiles de aseo personal que le llevaban a la Dama de Blanco Aimara Nieto Muñoz, trasladada en marzo de la prisión del Guatao, en La Habana –donde viven ella y su esposo-- a la cárcel de mujeres de Las Tunas, localizada a más de 650 kilómetros de su domicilio. Era la segunda vez que le arrebataban las pertenencias enviadas por su esposo.
MARZO
- Domingo 1: La galerista y curadora de arte Claudia Genlui Hidalgo fue golpeada por la policía en plena calle San Isidro, en La Habana Vieja, herida en manos y rodillas y ocupado su celular cuando trató de grabar el arresto de su pareja, el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara. “Ahora mismo yo, como mujer cubana, denuncio al Estado cubano de que me está violentando física y psicológicamente”, dijo.
- Jueves 5: El periodista independiente Julio Aleaga Pesant denuncia haber sido víctima de una detención arbitraria. Durante el mes de marzo fue citado a comparecer ante la policía tres veces, que sumaron seis en el primer trimestre del año “siempre con la intención de intimidarme a mí y a mí familia”. Lo amenazaron con llevarlo a prisión bajo la Ley de Peligrosidad Social Predelictiva.
- Viernes 13: Al salir de la terminal de ómnibus de Santa Clara, varias agentes “al servicio de la policía política” se acercaron a la activista de Placetas Arianna López Roque para arrestarla. Sometida a maltratos, empezó a gritar consignas antigubernamentales y “el público que estaba allí les gritaba que no me golpearan, que yo era una mujer”, dijo López a Radio Televisión Martí. La liberaron seis horas después, no sin antes amenazarla veladamente de muerte y de que terminaría en la cárcel, según su propio testimonio.
- Jueves 19: Detienen durante varias horas en la Tercera Unidad de la PNR de Camagüey a la reportera de Palenque Visión Yadisley Rodríguez Ramírez. Le hicieron dos cartas de advertencia: una por hacer denuncias y otra por “usurpación de funciones”.
FEBRERO
- Martes 4: La policía arresta al opositor pacífico Guillermo Fariñas cuando se disponía a visitar la Embajada de España en La Habana para obtener una visa con el fin de viajar a Bruselas. Liberado dos días más tarde, le advirtieron que no podría salir de Santa Clara hasta después del 20 de febrero, que estaría constantemente vigilado y que, de no obedecer, sería arrestado nuevamente.
- Jueves 6: Un allanamiento sin respaldo judicial frustró la reunión para presentar el libro Apuntes Para un Debate Racial dentro de la casa del activista Juan Antonio Madrazo Luna en la Calle 23 entre C y D, en el barrio capitalino del Vedado. “Un operativo policial en las afueras de la vivienda no permitió la entrada de unos 20 invitados, y el evento iniciaba con solo cinco personas cuando el mayor Alejandro, “Jefe de Enfrentamiento”, irrumpió en la sede e informó que todos los que estaban en el apartamento tenían que salir o serían detenidos”, explicó Madrazo Luna a Radio Televisión Martí.
- Viernes 7: Sin que les dijeran el motivo al detenerlos ni les presentaran cargos al liberarlos casi 10 horas después, la líder de las Damas de Blanco Berta Soler y su esposo, el activista Ángel Moya, fueron arrestados al salir de su casa y conducidos por separado a estaciones policiales de Cojímar (él) y el Cotorro (ella). “Ordenes de los jefes”, le dijeron los agentes a Soler cuando preguntó por qué la llevaban.
- Jueves 13: La activista Arianna López Roque, directora de la Academia Julio Machado en Placetas, Villa Clara, fue interceptada por agentes del régimen cuando se dirigía a la escuela de sus hijos. “Se bajaron de la patrulla sin mediar palabras, me dieron golpes en la cabeza, patadas en la espalda, me partieron la boca, me esposaron con violencia y me arrastraron hasta la patrulla”. Fue liberada nueve horas después.
- Lunes 17: En la terminal de Camagüey, al colaborador de La Hora de Cuba Ricardo Fernández Izaguirre le impidieron abordar el ómnibus que lo llevaría a Santiago de Cuba y lo tuvieron bajo arresto sin causa aparente. De acuerdo con la SIP, “Fernández Izaguirre fue internado por más de 24 horas en un calabozo con condiciones de espacio, privacidad, temperatura e iluminación muy similares a las que estándares internacionales clasifican como tortura”.
- Jueves 20: En un evidente acto de desalojo, agentes del régimen imponen una multa de 3.000 pesos a la familia que le rentaba una habitación en La Habana a la periodista independiente Camila Acosta. Antes, por su labor periodística como corresponsal del portal Cubanet, la citaron a una estación policial y la amenazaron con sancionarla a cumplir trabajo correccional sin internamiento barriendo las calles. En su caso, dice, no llegan a ser violentos físicamente, “pero sí violencia verbal”.
ENERO
- Martes 7: Arrestan en el municipio Pedro Betancourt, de Matanzas, al reportero de Palenque Visión Yoanny Limonta García después de haber hecho una entrevista a un integrante de la familia Sigler Amaya. Le ocupan un trípode, una memoria flash con contenido de trabajo y cuatro libros de deporte; lo amenazan con dejarlo en prisión y horas más tarde lo liberan en una autopista para que abandone la localidad.
- Miércoles 8: Policías allanan la vivienda de la periodista de Cibercuba Iliana Hernández. “Se llevaron todos los equipos de Iliana: los teléfonos, tres computadoras, la caja de WiFi para la conexión y unos papeles”, le contó su tía a Radio Televisión Martí. Una vecina “venía con una amiga y le preguntó a un policía qué estaban buscando y el policía le dijo: ‘Pintura roja’", relató luego Hernández, convencida de que querían asociarla al grupo Clandestinos, con el cual no tiene relación ninguna.
- Jueves 9: El periodista independiente Jorge Olivera Castillo denuncia en redes sociales que un operativo policial le ha impedido salir de su casa. Un mes antes, él y su pareja, Nancy Alfaya, fueron detenidos por haber celebrado el Día Internacional de los Derechos Humanos en Cuba.
- Domingo 12: Cerca de las 10:30 de la mañana, la activista María Elena Mir Marrero fue detenida por la policía en su propia casa, confirmó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La llevaron a unidad policial en Guanabo, la interrogaron y la amenazaron con cárcel si continuaba su activismo.
- Miércoles 29: Arrestan en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana al periodista independiente Rolando Rodríguez Lobaina cuando se disponía a abordar un avión a Miami. Ese viernes lo trasladan a la tercera unidad de la policía en Bayamo, provincia de Granma.
Hablan juristas desde Cuba
Según Juan Antonio Madrazo Luna, coordinador del Comité Ciudadano por la Integración Racial (CIR), la violencia policial en Cuba es anterior a la pandemia.
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“Ha aumentado la violencia policial, desde la racializada hasta la practicada por agentes del estado contra activistas de derechos humanos”, manifiesta Madrazo Luna. “No permitirte salir de casa situándote un carro patrullero por más de 12 horas es violencia policial. Cotidianamente los agentes del orden interior violan las leyes cubanas practicando medidas arbitrarias que van desde acoso en la vía pública a mujeres jóvenes, al intentar identificarlas bajo el pretexto de un cierre operativo sin motivo alguno, hasta intentar hacerte un registro”.
Para el abogado habanero Hildebrando Chaviano es evidente que hay violencia policial en Cuba, y que el origen del problema está en la formación de los agentes.
“Estos policías están mal educados, están mal entrenados”, dice. “He visto que para someter a un borracho son necesarios tres, cuatro policías. Por eso tienen que verse cada vez con más frecuencia los casos en que el policía echa mano del arma porque no le han enseñado otros recursos. No les han enseñado cómo dominar al delincuente sin necesidad de sacar el arma […]; se han dedicado a ser ahora el gatillo alegre", señala.
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“Además de que practican el matonismo en la calle”, continúa Chaviano. “Ellos son los guapos. Más duros que ellos no los hay. Para imponer el orden no hay que ser el guapo de la cuadra. Eso es lo que están haciendo, y me parece que es debido a una deficiencia en el entrenamiento, deficiencia en la escuela, la misma escuela que les dice –y esto me lo dijo un policía– que la mayoría de los delincuentes en La Habana son de tez oscura. Esa escuela tiene la culpa de que estos policías estén actuando así.
“Aquí la policía para a cualquiera [en la calle], sin motivo alguno y la persona está obligada a entregarles su documento de identidad y responder las preguntas que le hagan”, añade. “Eso puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar. Se supone que no deban registrar los paquetes que lleva la persona, pero en muchas ocasiones lo hacen; registran los bultos en plena vía pública. Y la persona no puede ni siquiera mostrarse un poco enojada. No son todos los que se comportan así, pero muchos policías sí se comportan con altanería, con groserías, como si fueran los guapos del barrio. Lo mismo con hombres que con mujeres; no se miden a la hora de tratar a una mujer, no hay diferencia ninguna”.
Desde el Cerro, en la capital, el abogado Julio Ferrer comenta que la violencia policial ha aumentado significativamente en Cuba en los últimos tres años.
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“Principalmente en los siete meses que han transcurrido del año 2020, acentuada por la grave situación económica y social que ha generado la pandemia de COVID-19”, declaró Ferrer. “En Cuba, como es sabido, no impera la legalidad, situación generada en gran medida por las propias autoridades, lo que trae como consecuencia que cada quien actúe según sus conveniencias e intereses, tanto los ciudadanos como las autoridades”.
Cuando ese estado de ilegalidad pugna en grado extremo con el mantenimiento en el poder de los que gobiernan, manifiesta el experto, no les queda otra alternativa que recurrir a la represión a través de los cuerpos públicos: la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), las demás dependencias del Ministerio del Interior, las Fuerzas Armas y otros cuerpos represivos encubiertos.
“En situación de crisis económica como la que atraviesa el país a causa de la pandemia, esas fuerzas represivas actúan cumpliendo indicaciones y órdenes de las máximas autoridades del gobierno”, subraya Ferrer. “Por ejemplo: el presidente Díaz-Canel ordenó a la policía enfrentar con más rigor todas las acciones calificadas como ilegales –los revendedores, los acaparadores, las indisciplinas sociales–, y arremeten con más fuerza contra los opositores, los periodistas independientes y todo aquel que tenga una opinión distinta a la oficial, o tan solo haga una crítica a las autoridades”.
Ferrer recuerda también que “el encierro domiciliario no siempre ha de constituir violencia policial”, pues en ciertos casos se trata de una medida cautelar impuesta a una persona que esté sujeta a un proceso penal.
Desde Las Tunas, el abogado Yunieski San Martín asegura que en Cuba la violencia policial es diaria y sistemática, lo cual viola la propia Constitución y las leyes ya de hecho redactadas con premeditación por los amanuenses del régimen.
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“Son incontables los casos, entre los cuales me incluyo, de ciudadanos que han sido obligados a permanecer en sus domicilios sin haber cometido delito alguno para impedirles ejercer sus derechos legítimos de asociarse, reunirse, manifestarse y expresarse libremente, como está reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, violentando las reglas y normas de Naciones Unidas en la esfera de la prevención del delito y la justicia penal”, indica San Martin.
Hay violencia policial, asegura, porque han asesinado a ciudadanos, y en los informes prejuiciosos han condenado de antemano a la víctima convirtiéndola en victimario usando testigos solamente del lado del cuerpo policial, sin tener en cuenta el principio de inocencia a favor del ciudadano y sin usar tecnología de punta para esclarecer los hechos y llegar a la verdad de lo sucedido.
“Existe violencia policial en Cuba en el momento de realizar detenciones, incluso de forma arbitraria, como sucede casi siempre: que lejos de brindar protección ciudadana, reprimen, golpean y torturan física y psicológicamente a la víctima, violentando prácticamente en su totalidad el código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley […] y violentando así también de forma sistemática el conjunto de principios número 12, apartado primero, para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión”.
(Esta nota incluye entrevistas de la reportera Yolanda Huerga)