El Gobierno de Cuba afirma que ha distribuido más de cinco millones de raciones de comida y otros recursos para los damnificados del huracán Irma, a un mes de su paso por la isla. Ahora bien, lo triste del caso es que parte de esta comida en vez de entregarla gratuitamente, como debe ser, se la cobró a las personas afectadas.
"Módulos de aseo personal, mantas, colchones personales y cameros, juegos de sábanas, fundas, toallas y cocina de inducción, son algunos de los beneficios que han recibido a mitad de precio los damnificados, de acuerdo con las medidas adoptadas por el Estado cubano", indicó el periódico estatal Juventud Rebelde.
Varios cubanos entrevistados por Radio Martí rechazaron que la venta de alimentos se haya hecho a precios módicos como destaca el Gobierno.
"Esas comidas dáselas a esos damnificados, quizás a un precio más barato, ya que tú quieres venderlo todo, y todo es un socialismo-capitalismo a tu manera. Bueno, sencillamente, coge y en vez de cinco pesos véndeselas a dos a esas personas damnificadas", dijo el periodista independiente de Morón, Nilo Alejandro Gutiérrez.
Agregó que él conoce personas que "están pasando vicisitudes y necesidades, y han tenido que vender los colchones y artículos que les han dado para poder comer".
En Caibarién, el profesor universitario Amador Blanco dijo que "un día vendieron picadillo, a cuatro pesos la ración de picadillo. Demasiado caro para esto, pero realmente a precios módicos no han ofertado nada. Eso es una cosa anormal completamente en el alimento. En este momento, las placitas del Estado están prácticamente vacías, y las que son privadas también".
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(Redactado por Jorge P. Martínez, con información de Radio Martí)