Castro negocia en Uruguay vaso de leche… en polvo

Fotografía cedida por la Presidencia de Uruguay. Raúl Castro (i), y el nuevo mandatario de Uruguay, Tabaré Vázquez (d). 2 de marzo de 2015.

Ante la declinación de la producción nacional y el rendimiento por vaca, el gobernante cubano ha ofrecido invertir en Uruguay a fin de producir en ese país la leche que prometió “para que se la tome todo el que quiera”.

El 26 de julio de 2007, un año después de heredar el poder en Cuba de su hermano Fidel, Raúl Castro prometió “producir leche para que se la tome todo el que quiera tomarse un vaso de leche”.

Casi ocho años después la tendencia en la producción de leche de vaca y el rendimiento por cabeza es a disminuir, no a aumentar. Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI) en 2012 se produjeron 586.700 millones de litros, y en 2013, 571.900 millones de litros, un 14,8 % menos. Cada vaca rendía en 2012 3,7 litros diarios, y en 2013, 3,4,equivalentes a alrededor de la octava parte de la leche que da una vaca en EE.UU.

Por otra parte, los pastizales naturales de la isla siguen erizados de marabú. Ante tanta cerrazón, Castro parece dispuesto a darle la vuelta a la terca vaca de la ineficiencia, en lugar de tomarla por los cuernos. En vez de producir la leche prometida en Cuba, está buscando una alternativa en el extranjero

El viernes el vicepresidente de Uruguay Raúl Sendic ─fundador en los años 60 de la guerrila urbana apoyada por Cuba "Tupamaros"─ confirmó que los dos gobiernos decidieron “trabajar fuertemente” en el acuerdo entre el gobernante cubano y el nuevo presidente de Uruguay Tabaré Vázquez ─durante el viaje del primero a la toma de posesión del segundo─ para que se produzcan en el país austral lácteos con destino a Cuba, específicamente leche en polvo.

“Una de las cosas que se resolvieron en la reunión es trabajar fuertemente para instalar una planta de producción de leche en polvo con destino de exportación hacia Cuba. Eso hay que tratar de resolverlo porque es voluntad de los dos presidentes que se haga”, dijo Sendic en entrevista con la división de televisión del diario montevideano El Observador.

Y reveló: “El gobierno de Cuba está dispuesto a poner dinero, ellos están importando entre 150 y 200 millones de dólares por año de leche en polvo entre distintos mercados. Están dispuestos a poner dinero y habría que ver si nosotros logramos que haya inversión publica y privada de nuestro lado, para hacer una inversión acá en Uruguay”.

Según El Observador, al concretar uno de los primeros negocios de su administración con el gobierno cubano de Raúl Castro el presidente Vázquez procuraría captar la mayor cantidad de la producción que Cuba demanda (el año pasado el 9% de las exportaciones de lácteos uruguayos tuvieron como destino a Cuba, por un valor de US$ 30 millones) y al mismo tiempo dar una salida al cierre en al país de la empresa de capitales peruanos Ecolat.

La compañía anunció su salida del mercado local en febrero y dejó a unos 400 trabajadores sin empleo, poco antes de la transición presidencial. El diario señala que desde entonces, el gobierno busca acercamientos con los capitales peruanos, pero la decisión de cierre hasta el momento es irrevocable.

¿Por qué es tan racionada la leche en Cuba?

El científico y periodista independiente cubano Héctor Maseda, condenado a 20 años de prisión durante la Primavera Negra del 2003, ha analizado ampliamente las causas del desastre ganadero en Cuba que resultó en una limitación hasta los 7 años de edad de la distribución racionada del vital alimento:

“Al triunfar Castro en 1959, la población cubana se acercaba a los 6,2 millones de habitantes, mientras que las manadas vacunas y caballar eran de 5,2 millones y 500 mil, respectivamente. Lo cierto es que, a pesar de haber atravesado una guerra civil, había 0,92 reses por habitante y todavía se exportaba ganado de calidad para recría”.

“Fue entonces que el nuevo gobierno comenzó a buscar, por medio de técnicas genéticas, variedades más resistentes al clima con mayor y superior calidad cárnica sin afectar sus cualidades lecheras. Los resultados no fueron satisfactorios y los rebaños mantuvieron el índice de decrecimiento”.

“Después le tocó el turno al mal llamado período especial (1990-hasta la fecha) que empeoró el asunto: se cerraron las fuentes de financiamiento y con ello se eliminó la importación de pastos y forrajes que, junto a los prolongados períodos de sequía, aceleraron la disminución del ganado mayor”.

Además, señala el comunicador “el deterioro de la infraestructura vacuna (destrucción y desmantelamiento de vaquerías, corrales y cercas perimetrales” y que alrededor de 80 mil caballerías de tierra (equivalentes a unas 340 mil hectáreas) de antiguos pastos están cubiertas hoy por el marabú debido a la falta de atención”.

No en balde, en el argot popular cubano, a expresiones de lo imposible o lo postergado como “para cuando el manco eche dedos” o “para cuando la rana críe pelo”, se ha sumado esta que promete pasar al legado del gobernante cubano: “para cuando llegue el vaso de leche de Raúl”.