El proceso para eliminar la doble moneda en Cuba, el reto más complejo de las reformas económicas del gobernante Raúl Castro, cumple hoy un año desde que se anunció su hoja de ruta sin que aún se conozca la fecha del "día cero" en que se hará efectiva la unificación.
La supresión de la dualidad monetaria es considerada uno de los ejes de la "actualización" económica puesta en marcha bajo el mandato de Raúl Castro y primordial para destrabar los nudos de la deprimida economía de la isla, aunque el Gobierno ha advertido en varias ocasiones que no será la solución a todos los problemas y que será un proceso gradual.
Desde que hace un año se informó de la entrada en vigor del "cronograma de ejecución de las medidas" para la unificación de la moneda en Cuba, se han conocido sólo contados detalles como, por ejemplo, las normas financieras y contables para la primera fase del proceso, centrada en las empresas estatales.
Al margen de la economía empresarial, la incertidumbre y las expectativas siguen puestas en cuándo culminará el proceso, cuál será el tipo de cambio y cómo afectará al poder adquisitivo de la población.
De momento, el llamado "día cero", el momento en que solo quedará en circulación una moneda, se mantiene como una incógnita.
El principal objetivo de la unificación es restablecer el "valor" del peso cubano (CUP) como moneda nacional y sus funciones como dinero, en un país donde además circula el peso convertible (CUC, con paridad al dólar), que al cambio oficial equivale a 25 CUP.
La mayor parte de la población cobra sus salarios y paga servicios básicos con el CUP –el sueldo medio ronda los 466 pesos cubanos (unos 20 dólares)–, mientras existe una notable división de mercados y servicios según monedas, con ventaja y más calidad en las ofertas en CUC.
El Gobierno de Raúl Castro ha asegurado que la unificación monetaria no conllevará incrementos en los precios para la población y que la capacidad de compra no se verá afectada.
Como un primer paso y experimento de lo que vendrá, desde hace unos meses el Gobierno autorizó los pagos en CUP en tiendas hasta ahora restringidas al mercado en divisas, pero los precios se mantienen, de manera que en los precarios bolsillos de la mayoría de los cubanos las cuentas no salen.
"Hay que dar 25 pesos por un dólar. Es lo mismo. No nos han beneficiado en nada", se lamenta, en declaraciones a Efe, Carmen, una maestra jubilada de La Habana, mientras otra mujer a su lado apostilla: "Los salarios no alcanzan, los precios suben y los salarios se mantienen estáticos".
Para el economista cubano Omar Everleny, la posibilidad de pagar en pesos cubanos en tiendas de divisa es algo "positivo" porque en cierto modo familiariza a los cubanos con "el futuro", según comentó a Efe.
Pero "la gente tiene la expectativa de que con una sola moneda va a mejorar automáticamente su nivel adquisitivo y eso no será así. En la medida en que ya los precios todos aparezcan en CUP, el país tiene que hacer un esfuerzo para pagar otros salarios que no pueden ser estos", opinó.
Otro de los detalles que ha trascendido recientemente en relación con la unificación monetaria es que el Banco Central de Cuba (BCC) aumentará la cantidad de pesos cubanos en circulación y la emisión de billetes de mayor denominación (ahora el tope son los de 100).
El anuncio responde a una situación que ya se está viendo en esos mercados que admiten los nuevos pagos en CUP, y donde el personal y los usuarios se ven obligados a manejar grandes volúmenes de dinero.
El BCC también ha insistido en que la eliminación de la dualidad monetaria no afectará el estado de las cuentas bancarias, que se convertirán a CUP de forma automática para proteger a los clientes.
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