El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, dijo que los objetivos de la UE son "promover la mejora de las condiciones de vida en Cuba, y los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales".
El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, aseguró hoy que el acuerdo que la Unión Europea (UE) va a empezar a negociar con Cuba no supone un cambio en la política comunitaria hacia la isla y que fomentará mejoras en la calidad de vida de los cubanos y los derechos humanos.
"Será un acuerdo que haga énfasis en los principios que ha seguido desde hace años la UE en la relación con Cuba, que es promover la mejora de las condiciones de vida, la calidad de vida de los cubanos, y hacer un énfasis especial en los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales", indicó a la prensa a su salida del Consejo de ministros de Exteriores.
Los Veintiocho respaldaron hoy las directrices de negociación de un acuerdo de diálogo político y cooperación con La Habana, mientras sigue en vigor la "posición común", la política unilateral y restrictiva de la UE que rige sus relaciones con la isla desde 1996 y que fue aprobada a instancias del Gobierno conservador español de José María Aznar. "Estaba previsto desde hace tiempo. Es una decisión unánime de los 28 países miembros", apuntó De Benito.
Desde su punto de vista, esta medida "no supone un cambio respecto a lo que teníamos hasta ahora", y precisó que "el ritmo de la negociación responderá también a la evolución que se produzca en materia de derechos humanos en Cuba". En referencia a los plazos de la negociación, el representante español señaló que "hay que iniciar el diálogo y la negociación. Estos acuerdos son siempre complicados, llevan tiempo". "Es muy difícil prever cuánto tiempo supondrá, pero lo que está claro son los objetivos; se fijaron hace varios meses y hoy se han confirmado", apostilló.
Según recalcó, esos objetivos son "promover la mejora de las condiciones de vida en Cuba, y los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales". "Va a estar centrado en estos dos puntos y, como digo, no supone un cambio político respecto de la situación anterior", insistió. Preguntado por si considera que este acuerdo puede eliminar la posición común (que sólo puede ser modificada con la unanimidad de los Estados miembros), contestó que "veremos cuál es el resultado de la negociación y cuáles serán los términos del acuerdo en su momento".
"Como todas, las negociaciones son lentas, complicadas", añadió, y dejó claro que el ritmo de la negociación "se corresponderá también con la evolución en materia de derechos humanos en Cuba". El secretario de Estado español recordó que la posibilidad de iniciar la negociación de un acuerdo entre la UE y Cuba está prevista en el propio texto de la posición común. Desde el punto de vista de De Benito, "no hay que especular ahora" sobre el momento en que se podría suprimir esa política que Cuba rechaza de pleno. "Hay que empezar la negociación, seguir de cerca como lo hacemos siempre a través de nuestras representaciones cuál es la situación
allí, y llevar a cabo una negociación en las mejores condiciones posibles y siguiendo cuál es la evolución en la isla", comentó.
La negociación de este acuerdo es el resultado de la petición de los ministros a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, a finales de 2012 para que explorara las posibilidades de abrir una nueva relación con La Habana. "El paso del tiempo nos lleva a situaciones nuevas pero, como digo, los principios son muy firmes", concluyó.
"Será un acuerdo que haga énfasis en los principios que ha seguido desde hace años la UE en la relación con Cuba, que es promover la mejora de las condiciones de vida, la calidad de vida de los cubanos, y hacer un énfasis especial en los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales", indicó a la prensa a su salida del Consejo de ministros de Exteriores.
Los Veintiocho respaldaron hoy las directrices de negociación de un acuerdo de diálogo político y cooperación con La Habana, mientras sigue en vigor la "posición común", la política unilateral y restrictiva de la UE que rige sus relaciones con la isla desde 1996 y que fue aprobada a instancias del Gobierno conservador español de José María Aznar. "Estaba previsto desde hace tiempo. Es una decisión unánime de los 28 países miembros", apuntó De Benito.
Desde su punto de vista, esta medida "no supone un cambio respecto a lo que teníamos hasta ahora", y precisó que "el ritmo de la negociación responderá también a la evolución que se produzca en materia de derechos humanos en Cuba". En referencia a los plazos de la negociación, el representante español señaló que "hay que iniciar el diálogo y la negociación. Estos acuerdos son siempre complicados, llevan tiempo". "Es muy difícil prever cuánto tiempo supondrá, pero lo que está claro son los objetivos; se fijaron hace varios meses y hoy se han confirmado", apostilló.
Según recalcó, esos objetivos son "promover la mejora de las condiciones de vida en Cuba, y los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales". "Va a estar centrado en estos dos puntos y, como digo, no supone un cambio político respecto de la situación anterior", insistió. Preguntado por si considera que este acuerdo puede eliminar la posición común (que sólo puede ser modificada con la unanimidad de los Estados miembros), contestó que "veremos cuál es el resultado de la negociación y cuáles serán los términos del acuerdo en su momento".
"Como todas, las negociaciones son lentas, complicadas", añadió, y dejó claro que el ritmo de la negociación "se corresponderá también con la evolución en materia de derechos humanos en Cuba". El secretario de Estado español recordó que la posibilidad de iniciar la negociación de un acuerdo entre la UE y Cuba está prevista en el propio texto de la posición común. Desde el punto de vista de De Benito, "no hay que especular ahora" sobre el momento en que se podría suprimir esa política que Cuba rechaza de pleno. "Hay que empezar la negociación, seguir de cerca como lo hacemos siempre a través de nuestras representaciones cuál es la situación
allí, y llevar a cabo una negociación en las mejores condiciones posibles y siguiendo cuál es la evolución en la isla", comentó.
La negociación de este acuerdo es el resultado de la petición de los ministros a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, a finales de 2012 para que explorara las posibilidades de abrir una nueva relación con La Habana. "El paso del tiempo nos lleva a situaciones nuevas pero, como digo, los principios son muy firmes", concluyó.