La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), que monopoliza el servicio en la isla, esta semana suspendió el servicio de correo electrónico, generando malestar en la población e inestabilidad en una de las pocas vías que tiene la mayoría para conectarse con el exterior.
Un comunicado emitido por la empresa dijo que los trabajos de reparación que vienen realizando "son imprescindibles" para el restablecimiento de los servicios, pero no aclaró cuándo estaría disponible nuevamente.
Cuba, catalogada por Freedom House como el país de América con menos libertad en internet, tiene una de las tasas de conectividad más bajas de la región. No hay internet de banda ancha y los usuarios que pueden acceder a la red se quejan de largas esperas para abrir un correo electrónico o bajar fotos y videos.
Medios oficiales en la isla divulgaron la información de ETECSA, que incluye "disculpas a los usuarios por las molestias ocasionadas".
"Increíble, los dos únicos servicios públicos de correo electrónico que ofrece la única empresa proveedora de telecomunicaciones del país están paralizados desde el viernes! ¿Por qué?", cuestiona Lalo, un usuario que comentó la nota de ETECSA publicada en Granma, el periódico oficial del gobernante Partido Comunista.
Los usuarios cubanos de ETECSA disponen de los servicios de correo @nauta y @enet.
La cuenta @nauta permite a los usuarios acceder a su correo también desde los teléfonos celulares pero hasta ahora no pueden acceder a internet. Las recargas se hacen a través de cupones por el importe mínimo de 2 CUC, equivalentes a dos dólares.
"Cuánto desearía alcancen un verdadero grasp de eficiencia acorde con el alto precio a los servicios que prestan", comentó Antonio Núñez, en la edición digital de Granma.
Una resolución vigente desde marzo del 2014 fija el precio en 1 CUC por Megabyte, tarifa que no depende de la velocidad ni del tiempo empleado en el envío o recibo de información
El acceso pleno a internet es una de las mayores demandas de los cubanos. En los últimos años, intelectuales, periodistas y artistas han presionado sin éxito desde las redes sociales y blogs a las autoridades.
Las expectativas de la mayoría en la isla han estado en un vaivén desde 2010, cuando los Gobiernos aliados de Cuba y Venezuela lanzaron con bombos y platillos el proyecto de conectar a ambas naciones a través de un cable submarino de fibra óptica que prometía llevar a Cuba al siglo XXI en materia de telecomunicaciones.
Un año después –en febrero de 2011–, se completó la operación pero el servicio sigue limitado.
El Gobierno, que no suele hablar del tema, ha dicho en el pasado que la ampliación de las prestaciones está sujeta a inversiones en la infraestructura de telecomunicaciones que ejecutará paulatinamente, en la medida que sea económicamente posible.