Los precios de los autos de uso en Cuba siguen subiendo, dijeron choferes particulares, que pese a ello los compran con la esperanza de pagarlos en pocos años de trabajo como cuentapropistas.
Tras décadas de prohibiciones el gobierno de la isla autorizó en el 2011 la venta de autos usados entre cubanos. En el 2013 permitió la venta minorista de autos, motos, camionetas y microbuses, tanto nuevos como de segunda mano. Los precios en divisas han sido prohibitivos para la mayoría.
Consultados para un reportaje televisivo realizado para Martí Noticias, taxistas privados explicaron que la subida de los precios, -que ya eran altos-, se produjo a partir del incremento en la llegada de turistas en los últimos años.
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“Una de las cosas que ha subido mucho el precio de los carros es la apertura que ha habido en Cuba con el turismo. La gente tiene una licencia para poder transportar”, dijo un anciano consultado y dueño de un Moscovich de la década de 1970.
Los precios son en ocasiones 20 veces mayores que los que tenían hace 15 años y dependen entre otros aspectos del año, marca y capacidad de pasajeros.
“Ahora están zumbados los precios”, dijo un chofer cuyo jeep antiguo vale unos 30.000 dólares.
Otro taxista explicó que una década atrás un auto convertible estadounidense de la decáda de 1950 valía unos 5.000 dólares. Ahora, -explicó-, cuesta entre 35.000 y 40.000 dólares.
Los que compran están obligados a pagar con dinero en efectivo.
Taxistas que conducen turistas en zonas de La Habana Vieja admitieron que sus autos estadounidenses de la década de 1950 y 1960 “son una atracción turística para los visitantes americanos y los ingleses”.
El dueño de un viejo jeep Toyota explicó las razones por las que algunos pagan las altas cifras. Por su auto, por ejemplo, podrían pagarle unos 50.000 dólares. “Ahora mismo (me lo compran). Cinco casas me compro con 50.000 dólares para vivir, ¿verdad?”.
“La gente lo compra o los compramos con la idea de en dos o tres años sacar lo que nos tocó y quedarnos con el carro, es decir que tenemos el doble, nos quedamos con el carro y en cuatro años tienes 80.000, es decir los 40.000 que invertiste, más los 40.000 que vale el carro”, indicó.
El tema saltó en febrero pasado en un reportaje publicado por Martí Noticias, donde cubanos entrevistados dijeron que un auto vale más que una casa en Cuba.
Algunos explicaron que el mercado automovilístico es controlado por una minoría que mantiene un monopolio sobre las ventas.
(Reporte de Osniel Carmona y Alejandro Hernández)