Mercedes Schlapp no está en la Casa Blanca pero es la cubanoamericana más cercana al presidente Donald Trump como estratega de su campaña rumbo a la reelección.
En medio de una contienda difícil por coyuntura, Schlapp responde el teléfono en el interior de un elevador, se interrumpe la conexión y vuelve a contestar con un “Oigo”, a lo cubano.
Confiesa que son días muy agitados porque la política no tiene freno, incluso en medio de una pandemia que parece no ceder. Y conociendo el medio de prensa que la interpela, se lanza directo al tema:
“El presidente está muy al tanto de la situación en Cuba, y será tema en la campaña”, dijo la asesora que hasta junio de 2019 ocupó el cargo de directora de comunicaciones estratégicas de la Casa Blanca.
“Él entiende la tragedia que han vivido los cubanos por décadas y ahora lo que está pasando en Venezuela, porque los cubanos, los comunistas, están muy interesados en destruir a Venezuela y apoyar a la dictadura de Nicolás Maduro”, comentó la asesora.
Your browser doesn’t support HTML5
Sin entrar en detalles, aseguró que es una prioridad para el presidente continuar la presión sobre La Habana.
“Lo que no queremos ver es que Joe Biden salga como presidente porque sabemos que regresará al acercamiento con el régimen comunista, y nosotros queremos estar con el pueblo cubano”, manifestó.
A la pregunta de si no cree que el apretón de tuerca perjudica más al cubano común que al propio régimen, como argumentan algunos, dijo que durante el gobierno de Barack Obama que apeló al acercamiento, la represión fue más brutal.
“Hay que entender que durante la administración de Obama y Biden vimos que empeoraron los abusos de los derechos humanos en Cuba, incrementaron los arrestos de opositores y periodistas independientes”.
Por otro lado dijo que el presidente quiere garantizar que se prohíban las transacciones con las empresas cubanas dirigidas por las Fuerzas Armadas porque ese dinero no llega al pueblo.
“Es frustrante ver lo que han hecho con el pueblo que trata de sobrevivir día tras día y no tienen derechos”, comentó.
Madre de cinco hijas, hoy está en Wisconsin, mañana puede que en Ohio y pasado en Michigan, así se comparte con su estado base, Virginia, delegando en la familia el cuidado de la prole.
“Es muy difícil. Mis padres, mi hermana, todos entienden de lo que trata mi trabajo, que es mi vocación, porque un país puede cambiar en un instante”.
El tono de la voz cambia cuando se refiere a “demócratas y liberales, izquierdistas en los EEUU, que admiran a Ché Guevara y a Fidel Castro”.
“Porque como vimos en Cuba, en Venezuela, la libertad se puede perder en un instante si no se protege, y eso es algo que el presidente siempre ha garantizado y garantizará, que este país no se convierta en un país socialista”.
En cada entrevista no soslaya sus orígenes, menciona que sus padres salieron de Cuba “sin nada, y es mi responsabilidad seguir esta lucha”.
Mercedes Schlapp ha trabajado para el excongresista Lincoln Díaz-Balart y el presidente George W. Bush. En septiembre del 2017 comenzó a laborar en la Casa Blanca.
Su padre cumplió seis años de prisión por razones políticas en Cuba, de ahí su formación anticomunista radical.
“El presidente va a seguir luchando (…) no podemos perder la esperanza de ver algún día una Cuba libre, y más comunicación entre cubanos y estadounidenses. Una Cuba donde haya libertad, oportunidades para todos, y el único que seguirá poniendo presión al régimen comunista será el presidente Trump”, sentenció.
Radio Televisión Martí contactó a la campaña del candidato demócrata Joe Biden para conocer su postura sobre el tema de Cuba, con la esperanza de publicar una entrevista con uno de sus asesores.