Cuba recibirá una ayuda millonaria de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para fomentar la pesca sostenible, mientras los pescadores continúan inconformes con las condiciones en que deben desarrollar la actividad, y se quejan de una ofensiva gubernamental que incluye persecución, multas y decomisos.
Un proyecto de la FAO entregará al Gobierno cubano una ayuda valorada en 1,3 millones de dólares para fomentar la pesca sostenible en el golfo de Guacanayabo, reportó esta semana la prensa oficialista. Según la oficina de la FAO en Cuba, la ayuda incluye equipamiento especializado y herramientas, así como apoyo logístico para empresas pesqueras estatales, y es una contribución a la Ley de Pesca aprobada en el 2019, a la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, y "está alineado con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional".
Mientras tanto, los pescadores cubanos privados se quejan de persecución por parte de las autoridades, así como de la falta de accesorios de pesca, como cañas, carretes, líneas y anzuelos, que deben adquirir en el mercado informal a precios elevados, y falta de combustible para las embarcaciones, entre otras dificultades.
El Gobierno cubano está llevando a cabo una ofensiva contra la pesca privada. Entre enero y abril de este año, 601 pescadores no adscritos al sistema de acopio pesquero estatal recibieron multas por un valor de 1,8 millones de pesos por irregularidades en la actividad, según cifras oficiales.
Las penalidades son “una muestra de la no tolerancia ante los hechos que atentan contra el manejo sostenible de los recursos pesqueros”, indicaron autoridades cubanas en julio pasado durante una sesión del Parlamento.
Además, les decomisaron a los pescadores privados 87,6 toneladas de productos pesqueros, 37,6 kilómetros de redes y 254 flotantes, dijeron las autoridades del sector ante el Parlamento.
En Trinidad, Sancti Spíritus, algunos pescadores consultados hablaron de las dificultades que enfrentan a diario, como tener que elaborar sus propios accesorios de pesca.
“Aquí casi todo es criollo, sobre todo los arpones. No es fácil conseguir los equipos porque no es como en el exterior, que los adquieres en una tienda”, señaló un joven pescador que pidió no ser identificado por temor a represalias del Gobierno.
También dijo que los guardafronteras cubanos vigilan a los pescadores.
“No te dejan pescar por tu cuenta", dijo el joven. "Muchos lo hacen, pero es riesgoso. No te meten preso, pero te quitan los equipos de pesca y te ponen una multa. Y aquí, si te quitan los equipos de pesca, es difícil tener otros. Y caros que están”, agregó.
Para ejercer la denominada “pesca comercial no estatal” en Cuba, los pescadores deben solicitar una licencia.
Los pescadores no vinculados al sector estatal están autorizados a capturar y comercializar peces, túnidos, ostiones, almejas, jaibas y camarones marinos. Cualquier otro producto no contemplado en la lista requiere autorizaciones o licencias especiales de captura, según la Resolución 16/2024.
La normativa establece un proceso de conciliación trimestral entre la Oficina Nacional de Inspección Estatal y los pescadores sobre las capturas realizadas mediante la entrega de una declaración jurada, y que la comercialización de los productos se debe realizar “de acuerdo a las decisiones que al respecto adopten los gobiernos locales”.
En Caibarién, Villa Clara, varios pescadores privados se quejaron ante las autoridades por las limitaciones que sufren para pescar, según reportó la emisora oficialista local Radio Caibarién.
Durante un encuentro con funcionarios del sector, los pescadores señalaron que las tallas mínimas del pescado que pueden capturar es mucho menor a las establecidas para la pesca estatal. Asimismo, expresaron dificultades para adquirir equipos para las embarcaciones, como baterías.
El Gobierno cubano ha insistido en aumentar la producción nacional con un mayor aporte de los pescadores privados.
En junio de 2023, la viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, hizo una controversial afirmación en televisión nacional de que los mares de la plataforma cubana no tenían peces suficientes para satisfacer la demanda de pescado en la isla.
“En la actividad pesquera es oportuno decir que aunque somos un país que estamos rodeados de mar, nuestras aguas no poseen los niveles de peces que necesitamos para cubrir la demanda de la población”, dijo la funcionaria en el programa oficialista Mesa Redonda.