La oposición no deja de verlas con escepticismo pero los ataques más fuertes contra las reformas económicas que se implementan en la isla provienen de las propias filas del castrismo.
Una serie de artículos publicados en los últimos días en la página web Kaos en la Red, un sitio de Internet que comulga con la izquierda más a la izquierda en Cuba, no deja bien paradas las reformas económicas que el gobernante Raúl Castro está implementando en la isla como una recurso de “salvación” para el régimen y revela fisuras dentro del gobierno.
En uno de ellos, firmado con seudónimo por “El francotirador del Cauto”, se dice que con las reformas “a lo que hemos llegado nada tiene que ver con nuestras utopías socialistas”, y reprocha a la dirección del país que en su crisis aúpe “a la Iglesia católica y a la pequeña propiedad privada”.
Bajo un título que sugiere que para la burocracia el socialismo “era verde y se lo comió un chivo”, el articulista subraya que –a pesar de que el gobierno ha insistido en que no es así—con las pretensiones de actualizar el modelo lo que intentan es “quitarnos las esperanzas socialistas con tal de llegar rápidamente al capitalismo”.
Dice además que los marxistas que hoy en día quedan en Cuba “son considerados como mala compañía”, que están relegados y hasta no descarta que puedan cambiar si llegan a obtener de nuevo “alguna cuota de poder”.
Haciendo una apología de la violencia revolucionaria, el artículo recuerda incluso que quienes han optado por el pacifismo en la isla (los disidentes) sólo han conseguido ser reprimidos por la seguridad del estado, “se han visto limitados en sus derechos y expuestos ante el público por la propaganda oficial como apestados (…) Esa lucha es para monos”, dice.
El “francotirador”, que sostiene la tesis de convocar a un “congreso de la nación” para defender al socialismo, señala que “no es el partido, sino el pueblo quien decide a quien pertenece las calles y al paso que vamos pertenecerá a la delincuencia, incluida la estatal, por la apatía popular que se visualiza por doquier”.
Un segundo artículo, publicado hace una semana con la firma de Daniel Rodríguez Delgado, y titulado “Los Olmos no dan Perales”, aboga porque la izquierda empiece a leer a Carlos Marx y sus seguidores, y sostiene que Cuba se halla en un “momento de bifurcación histórica” en el que “el llamado Socialismo de Estado vuelve a mostrar sus insuficiencias y su incapacidad para la renovación real”.
Entre los altos funcionarios del régimen que no salen bien parados en la andanada de comentarios publicados por Kaos en la Red figura el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, a quien se acusa de banalidades, simplificaciones, manipulación, y de ser un fabricante de “falacias”.
Esta vez, el autor del artículo, Orlando Pérez Zulia, arremete contra Alarcón por haber pedido a los cubanos un recibimiento hospitalario y cariñoso al papa Benedicto XVI, y por defender la privatización de algunos negocios haciendo la pregunta: “¿En qué momento afirmó Carlos Marx que el socialismo consistía en colectivizar las peluquerías?”
Además de calificarlo de “especialista de las acrobacias verbales”, también lo critica por defender la idea de que ahora habrá un socialismo “nuevo” y “más auténtico” dando por válida la posibilidad de que “alguien incremente su capital originario explotando a otros, la cual ya está vigente y funcionando en Cuba”, subraya.
Mientras ya se vislumbra una guerra a muerte en la isla entre quienes abogan por los cambios económicos como tabla salvadora y los ortodoxos que temen que con las reformas el poder termine yéndoseles de las manos, han empezado a salir flote verdades que el régimen negaba a toda costa.
En su artículo, Pérez Zulia tacha de cínicas las declaraciones hechas una vez en España por Alarcón en las que dijo que en unas elecciones llegó a dudar de que pudiera contar con los votos necesarios para lograr ser miembro de la Asamblea Nacional.
“Alarcón es el primero que sabe que no salir electo, una vez que un nombre está en la boleta, es simplemente imposible. El sistema se ha diseñado para que así sea (…) tal eventualidad no se ha producido en ninguna de las 5526 veces en que un candidato aspiró a quedar electo como diputado. Todos, absolutamente todos, resultaron electos por amplio margen”, dice.
En uno de ellos, firmado con seudónimo por “El francotirador del Cauto”, se dice que con las reformas “a lo que hemos llegado nada tiene que ver con nuestras utopías socialistas”, y reprocha a la dirección del país que en su crisis aúpe “a la Iglesia católica y a la pequeña propiedad privada”.
Bajo un título que sugiere que para la burocracia el socialismo “era verde y se lo comió un chivo”, el articulista subraya que –a pesar de que el gobierno ha insistido en que no es así—con las pretensiones de actualizar el modelo lo que intentan es “quitarnos las esperanzas socialistas con tal de llegar rápidamente al capitalismo”.
Dice además que los marxistas que hoy en día quedan en Cuba “son considerados como mala compañía”, que están relegados y hasta no descarta que puedan cambiar si llegan a obtener de nuevo “alguna cuota de poder”.
Haciendo una apología de la violencia revolucionaria, el artículo recuerda incluso que quienes han optado por el pacifismo en la isla (los disidentes) sólo han conseguido ser reprimidos por la seguridad del estado, “se han visto limitados en sus derechos y expuestos ante el público por la propaganda oficial como apestados (…) Esa lucha es para monos”, dice.
El “francotirador”, que sostiene la tesis de convocar a un “congreso de la nación” para defender al socialismo, señala que “no es el partido, sino el pueblo quien decide a quien pertenece las calles y al paso que vamos pertenecerá a la delincuencia, incluida la estatal, por la apatía popular que se visualiza por doquier”.
Un segundo artículo, publicado hace una semana con la firma de Daniel Rodríguez Delgado, y titulado “Los Olmos no dan Perales”, aboga porque la izquierda empiece a leer a Carlos Marx y sus seguidores, y sostiene que Cuba se halla en un “momento de bifurcación histórica” en el que “el llamado Socialismo de Estado vuelve a mostrar sus insuficiencias y su incapacidad para la renovación real”.
Entre los altos funcionarios del régimen que no salen bien parados en la andanada de comentarios publicados por Kaos en la Red figura el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, a quien se acusa de banalidades, simplificaciones, manipulación, y de ser un fabricante de “falacias”.
Esta vez, el autor del artículo, Orlando Pérez Zulia, arremete contra Alarcón por haber pedido a los cubanos un recibimiento hospitalario y cariñoso al papa Benedicto XVI, y por defender la privatización de algunos negocios haciendo la pregunta: “¿En qué momento afirmó Carlos Marx que el socialismo consistía en colectivizar las peluquerías?”
Además de calificarlo de “especialista de las acrobacias verbales”, también lo critica por defender la idea de que ahora habrá un socialismo “nuevo” y “más auténtico” dando por válida la posibilidad de que “alguien incremente su capital originario explotando a otros, la cual ya está vigente y funcionando en Cuba”, subraya.
Mientras ya se vislumbra una guerra a muerte en la isla entre quienes abogan por los cambios económicos como tabla salvadora y los ortodoxos que temen que con las reformas el poder termine yéndoseles de las manos, han empezado a salir flote verdades que el régimen negaba a toda costa.
En su artículo, Pérez Zulia tacha de cínicas las declaraciones hechas una vez en España por Alarcón en las que dijo que en unas elecciones llegó a dudar de que pudiera contar con los votos necesarios para lograr ser miembro de la Asamblea Nacional.
“Alarcón es el primero que sabe que no salir electo, una vez que un nombre está en la boleta, es simplemente imposible. El sistema se ha diseñado para que así sea (…) tal eventualidad no se ha producido en ninguna de las 5526 veces en que un candidato aspiró a quedar electo como diputado. Todos, absolutamente todos, resultaron electos por amplio margen”, dice.