Sintomas de reducción energética se sienten ya en el centro de Cuba tras la decisión de las autoridades de recortar el consumo eléctrico del país a partir de esta semana a fin de evitar apagones masivos.
Un despacho del periódico Invasor, en Ciego de Ávila, indicó este fin de semana que luego de una videoconferencia de la Unión Eléctrica con las provincias del país se orientaron las limitaciones. En el caso de esta provincia la reducción será de un 10% del gasto de corriente.
El activista Juan Carlos González Leyva, residente en la capital provincial, dijo a Radio Martí que desde hace una semana la reducción del consumo energético se ha hecho sentir en tiendas en divisas próximas a su vivienda.
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"Los aires (acondicionados) se están apagando en todas partes, y las tiendas mantienen las puertas abiertas", aseguró. González Leyva explica que la reducción tiene lugar en el casco histórico de la ciudad de Ciego de Avila, aunque el sector residencial "no ha sufrido ningun apagón de consideración".
La situación es diferente en el municipio avileño de Baragua. El opositor Leonit Carbonell asegura que allí "apagones sí hay".
"En estos mismos momentos (lunes en la mañana) estamos en medio de un apagón", dijo Carbonell, aunque señaló que no son tan prolongados como en otras ocasiones en que han durado hasta 24 horas. Ahora, afirma, duran de entre cuatro a cinco horas, unas tres veces a la semana.
La reducción del consumo energético se manifiesta en otro sector, el del transporte público, dijo el opositor.
En provincias como Artemisa y La Habana ya se han sentido los apagones, también en municipios de Matanzas, según reportes que han llegado a la redacción de Radio Televisión Martí.
La agencia de prensa Associated Press señaló este lunes que aunque no hay información oficial, las autoridades se preparan para enfrentar un tórrido verano tropical en medio de las carencias de combustible ocasionadas por la situación política en Venezuela, su principal aliado y quien le vende la mitad del crudo que la isla necesita a precios Preferenciales, y un drástico endurecimiento de las sanciones estadounidenses anunciadas esta semana por la administración del presidente Donald Trump.
Hasta 2007, toda la energía que se generaba en el país se distribuía sin distinción, pero a partir de una crisis energética en ese año y para un mejor control del recurso, se dispuso que cada provincia contara con una cantidad y a partir del incumplimiento se produjera el apagón.
A medida que avanza el verano, las autoridades suelen recortar los horarios de las oficinas públicas o apagar los aires acondicionados en bancos y otras dependencias a fin de evitar los excesos de consumo y racionar el recurso.
“Estamos en un punto crítico”, escribió el periódico Invasor. “Y si en determinado horario del día se agotara el combustible establecido para la jornada, habría que comenzar a quitar la corriente en algún circuito”.
Al mismo tiempo llamó a la población a tomar conciencia del problema. “Son las personas, en el trabajo y en el hogar, quienes deciden en el adecuado uso de una u otra variante de la energía; y el que la derrocha en el centro laboral, además de afectar la economía, pone en peligro al barrio”.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí e información de AP)