La bloguera Yoani Sánchez, en entrevista con la agencia de prensa EFE, culpó a las autoridades cubanas en Brasil por las protestas durante sus intervenciones.
Yoani Sánchez denunció los atropellos que sufrió en su reciente visita a Brasil, de los que consideró responsables al Gobierno de La Habana. En entrevista con la agencia de prensa española Efe en Praga, la bloguera explicó que pocos días antes de su llegada a Brasil el embajador cubano en Brasilia repartió un dossier en contra de la activista, incluso entre funcionarios del partido gobernante PT.
Según la bloguera de 37 años, "eso caldeó los ánimos, porque muchos brasileños sintieron que era una intromisión en los asuntos internos" de su país. Lo que Sánchez califica como "escándalo político" quedó de manifiesto, en su opinión, por el hecho de que semanas antes de salir de Cuba, varios blogs oficialistas habían dicho que le iban a dar una "respuesta contundente" en el extranjero.
En el momento de llegar a Recife, en el norte de Brasil, Sánchez se encontró con un grupo de críticos con pancartas en su contra, que días más tarde aparecieron de nuevo en las presentaciones del documental "Conexión Cuba-Honduras", del director brasileño Claudio Galvão, que era el motivo principal por su viaje a Brasil.
Los mismos individuos boicotearon luego en São Paulo una lectura y firma de su libro "De Cuba, con cariño", presentado en Brasil ya en 2009, aunque en su ausencia, al no dejarla el régimen salir de Cuba. Pero Sánchez matizó que "la gran mayoría" de las personas con las que se encontró en Brasil fueron solidarias con ella.
En todo caso, la disidente no se mordió la lengua al calificar esos actos de protesta contra ella como "violación" de sus derechos a la expresión, "porque coartar la presentación de un documental y firma de un libro, es un acto, cuando menos, de un fanatismo represivo".
El mensaje de su gira de 80 días por numerosos países es uno "de esperanza", pero no por las reformas que pueda implementar el Gobierno, "sino por el crecimiento y desarrollo" que la activista nota en la sociedad civil cubana.
La República Checa es la segunda escala en esta gira, que incluirá además México, EEUU, Alemania, Suiza, Suecia, Italia, España, Perú y quizás Argentina. En cuanto a la República Checa, Sánchez tuvo palabras de agradecimiento por la "postura consecuente" del Gobierno de Praga por su posición a favor de los derechos humanos en Cuba.
Anunció que "muy probablemente" mantendrá reuniones con miembros del Gobierno checo, de centro derecha, cuyo ministro de Exteriores, Karel Schwarzenberg, ha continuado la política de tender puentes con la oposición cubana, algo que inició en su momento el fallecido expresidente y dramaturgo Vaclav Havel.
Durante sus meses fuera de Cuba, Sánchez dijo querer ponerse al día sobre el periodismo en el mundo libre, ya que los cubanos están "prácticamente en cero en esto de tener una prensa mínimamente cercana a la realidad".
Con todo, reconoció que "la prensa totalmente libre no existe en ningún lugar", aunque destacó que ella proviene de un país en el que la prensa es "propiedad privada de un solo partido".
"Aquí noto que, siendo propiedad privada de otros, al menos hay una pluralidad de esos otros", agregó.
Concluyó diciendo que existen "las herramientas para incluso hacer una prensa totalmente independiente, y está en la decisión de cada periodista: si se pliega a los intereses del mercado o si se pliega a los intereses de un partido".
Según la bloguera de 37 años, "eso caldeó los ánimos, porque muchos brasileños sintieron que era una intromisión en los asuntos internos" de su país. Lo que Sánchez califica como "escándalo político" quedó de manifiesto, en su opinión, por el hecho de que semanas antes de salir de Cuba, varios blogs oficialistas habían dicho que le iban a dar una "respuesta contundente" en el extranjero.
En el momento de llegar a Recife, en el norte de Brasil, Sánchez se encontró con un grupo de críticos con pancartas en su contra, que días más tarde aparecieron de nuevo en las presentaciones del documental "Conexión Cuba-Honduras", del director brasileño Claudio Galvão, que era el motivo principal por su viaje a Brasil.
Los mismos individuos boicotearon luego en São Paulo una lectura y firma de su libro "De Cuba, con cariño", presentado en Brasil ya en 2009, aunque en su ausencia, al no dejarla el régimen salir de Cuba. Pero Sánchez matizó que "la gran mayoría" de las personas con las que se encontró en Brasil fueron solidarias con ella.
En todo caso, la disidente no se mordió la lengua al calificar esos actos de protesta contra ella como "violación" de sus derechos a la expresión, "porque coartar la presentación de un documental y firma de un libro, es un acto, cuando menos, de un fanatismo represivo".
El mensaje de su gira de 80 días por numerosos países es uno "de esperanza", pero no por las reformas que pueda implementar el Gobierno, "sino por el crecimiento y desarrollo" que la activista nota en la sociedad civil cubana.
La República Checa es la segunda escala en esta gira, que incluirá además México, EEUU, Alemania, Suiza, Suecia, Italia, España, Perú y quizás Argentina. En cuanto a la República Checa, Sánchez tuvo palabras de agradecimiento por la "postura consecuente" del Gobierno de Praga por su posición a favor de los derechos humanos en Cuba.
Anunció que "muy probablemente" mantendrá reuniones con miembros del Gobierno checo, de centro derecha, cuyo ministro de Exteriores, Karel Schwarzenberg, ha continuado la política de tender puentes con la oposición cubana, algo que inició en su momento el fallecido expresidente y dramaturgo Vaclav Havel.
Durante sus meses fuera de Cuba, Sánchez dijo querer ponerse al día sobre el periodismo en el mundo libre, ya que los cubanos están "prácticamente en cero en esto de tener una prensa mínimamente cercana a la realidad".
Con todo, reconoció que "la prensa totalmente libre no existe en ningún lugar", aunque destacó que ella proviene de un país en el que la prensa es "propiedad privada de un solo partido".
"Aquí noto que, siendo propiedad privada de otros, al menos hay una pluralidad de esos otros", agregó.
Concluyó diciendo que existen "las herramientas para incluso hacer una prensa totalmente independiente, y está en la decisión de cada periodista: si se pliega a los intereses del mercado o si se pliega a los intereses de un partido".