El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba anuncia que fueron ocupados 638 medios vinculados a la pesca entre ellos, 99 pares de patas de rana, 103 escopetas de pesca y 77 snorkels con sus caretas.
A pesar de sus 5,830 kilómetros de costas, pescar en Cuba no es fácil. La pesca comercial está en manos del Estado y los pescadores deportivos, tienen estrictas regulaciones, que dificultan tirar el anzuelo en las aguas costeras y cayos del Archipiélago cubano.
Tratándose del mar, los cubanos se convierten en pescadores furtivos y también en la pesca favorita de las Tropas Guardafronteras, que además de vigilar las costas, persiguen a los “pescadores indocumentados”.
“El enfrentamiento a las ilegalidades que se cometen en el mar, el borde costero y las cayerías, constituyen una de las prioridades del trabajo de las Tropas Guardafronteras (TGF) en este 2012”, afirmó el diario Granma.
En un artículo publicado el viernes, el teniente coronel Ramón A. Ramírez, de la Dirección Nacional de las TGF, dijo que en el primer trimestre del año “se detectaronn 684 hechos delictivos, cifra muy superior a la que se reveló en igual etapa del calendario anterior”.
Los “actos delictivos” a los que se refierió el oficial tienen que ver con 677 pescadores sin licencia, que utilizaban , cordeles, anzuelos, redes y equipos elementales de pesca submarina, todo lo cual les fue decomisado.
El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, dijo que en total fueron ocupados 638 medios vinculados a la pesca entre ellos, 99 pares de patas de rana, 103 escopetas de pesca y 77 snorkels con sus caretas.
El acusioso inventario del material de pesca decomisado por las Tropas Guardafronteras, 300 artilugios y varios kilómetros de avíos de pesca, entre los que se relacionan 13 mil metros de redes y otros 3, 000 de los llamados palangre, trasmayo y chinchorro.
Para detectar a los pescadores furtivos en las cayerías y costas cubanas, las TGF emplearon sus servicios navales, terrestres y aéreos. De esta forma, dice Granma, atraparon a 170 pescadores, “se realizaron 38 operativos para el enfrentamiento a los delitos en el mar y se detectaron 27 campamentos de pescadores furtivos”.
“Entre las infracciones más comunes sobresalen el tráfico de langostas y otras especies que involucran a tripulantes de embarcaciones de pesca estatales y a trabajadores de centros de acopio, quienes venden a particulares parte de la captura en busca de mayores ganancias”, dijo Granma.
El teniente coronel Ramírez reconoció que a pesar de todas esas operaciones, “se aprecia una creciente tendencia de estas actividades vinculadas a la pesca”, y aunque no explicó las causas de ese incremento, concluyó su entrevista con una severa amenaza.
“Sobre los infractores caerá todo el peso de la ley".
Tratándose del mar, los cubanos se convierten en pescadores furtivos y también en la pesca favorita de las Tropas Guardafronteras, que además de vigilar las costas, persiguen a los “pescadores indocumentados”.
“El enfrentamiento a las ilegalidades que se cometen en el mar, el borde costero y las cayerías, constituyen una de las prioridades del trabajo de las Tropas Guardafronteras (TGF) en este 2012”, afirmó el diario Granma.
En un artículo publicado el viernes, el teniente coronel Ramón A. Ramírez, de la Dirección Nacional de las TGF, dijo que en el primer trimestre del año “se detectaronn 684 hechos delictivos, cifra muy superior a la que se reveló en igual etapa del calendario anterior”.
Los “actos delictivos” a los que se refierió el oficial tienen que ver con 677 pescadores sin licencia, que utilizaban , cordeles, anzuelos, redes y equipos elementales de pesca submarina, todo lo cual les fue decomisado.
El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, dijo que en total fueron ocupados 638 medios vinculados a la pesca entre ellos, 99 pares de patas de rana, 103 escopetas de pesca y 77 snorkels con sus caretas.
El acusioso inventario del material de pesca decomisado por las Tropas Guardafronteras, 300 artilugios y varios kilómetros de avíos de pesca, entre los que se relacionan 13 mil metros de redes y otros 3, 000 de los llamados palangre, trasmayo y chinchorro.
Para detectar a los pescadores furtivos en las cayerías y costas cubanas, las TGF emplearon sus servicios navales, terrestres y aéreos. De esta forma, dice Granma, atraparon a 170 pescadores, “se realizaron 38 operativos para el enfrentamiento a los delitos en el mar y se detectaron 27 campamentos de pescadores furtivos”.
“Entre las infracciones más comunes sobresalen el tráfico de langostas y otras especies que involucran a tripulantes de embarcaciones de pesca estatales y a trabajadores de centros de acopio, quienes venden a particulares parte de la captura en busca de mayores ganancias”, dijo Granma.
El teniente coronel Ramírez reconoció que a pesar de todas esas operaciones, “se aprecia una creciente tendencia de estas actividades vinculadas a la pesca”, y aunque no explicó las causas de ese incremento, concluyó su entrevista con una severa amenaza.
“Sobre los infractores caerá todo el peso de la ley".