La presidenta del Comité de Sanciones de la ONU afirma que el equipo de expertos espera la respuesta a una interpelación que remitieron a La Habana.
La presidenta del Comité de Sanciones de la ONU, la embajadora de Luxemburgo Sylvie Lucas, informó que Cuba aceptó cooperar en la investigación del caso del buque norcoreano detenido en julio en aguas panameñas con un cargamento oculto de armas, reporta RIA-Nóvosti
Según la agencia rusa, la diplomática hizo estas declaraciones después de que el comité estudiara la víspera el informe de los expertos que inspeccionaron el barco, y debatiera sobre si el cargamento viola o no las sanciones impuestas por la ONU contra Pyongyang.
“El equipo de expertos mantiene contacto con las autoridades cubanas y yo también he contactado con el embajador cubano. El país caribeño ha mostrado su plena intención de cooperar con el Comité de Sanciones”, explicó Lucas.
El diario El Nuevo Herald reportó a fines de agosto que los expertos del organismo mundial que examinaron la carga ilegal en Panamá planeaban realizar una serie de preguntas a Cuba sobre la embarcación, de ser posible en persona en La Habana, antes de emitir el informe final sobre la posible violación del embargo de armas que pesa sobre Corea del Norte.
Ahora RIA-Nóvosti afirma que los inspectores de la ONU elaborarán un informe definitivo en cuanto reciban desde La Habana la contestación a una interpelación que remitieron al Gobierno cubano.
El mercante Chong Chon Gang fue interceptado el pasado 10 de julio cuando, procedente de Cuba, se disponía a cruzar el Canal de Panamá rumbo a Corea del Norte.
La cancillería cubana emitió una declaración precisando que se trataba de 240 toneladas de “armamento defensivo obsoleto”, incluidos dos sistemas antiaéreos de fabricación soviética, cohetes desmantelados, dos MiG-21 y 15 motores para este tipo de avión, los que habían sido enviados a Corea del Norte para una reparación.
Dos expertos en control de armas del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz (SIPRI) con sede en Estocolmo, Suecia, calificaron de diversionista la nota del MINREX cubano.
Hugh Griffiths y Roope Siiritola creen que el equipo militar no iba a ser reparado, sino a reforzar el armamento convencional de Corea del Norte, pues una inspección posterior descubrió que el carguero transportaba, además de lo declarado por La Habana, armas pequeñas y ligeras con sus municiones, granadas autopropulsadas en su embalaje original, munición para cañones antitanques y obuses, generadores, baterías y equipo de visión nocturna, y seis vehículos para guiar misiles antiaéreos.
También destacaron la importancia de los MiG-21 y sus piezas para la fuerza aérea norcoreana, como contrapartida a la versión surcoreana del F-16 estadounidense.
Según la agencia rusa, la diplomática hizo estas declaraciones después de que el comité estudiara la víspera el informe de los expertos que inspeccionaron el barco, y debatiera sobre si el cargamento viola o no las sanciones impuestas por la ONU contra Pyongyang.
“El equipo de expertos mantiene contacto con las autoridades cubanas y yo también he contactado con el embajador cubano. El país caribeño ha mostrado su plena intención de cooperar con el Comité de Sanciones”, explicó Lucas.
El diario El Nuevo Herald reportó a fines de agosto que los expertos del organismo mundial que examinaron la carga ilegal en Panamá planeaban realizar una serie de preguntas a Cuba sobre la embarcación, de ser posible en persona en La Habana, antes de emitir el informe final sobre la posible violación del embargo de armas que pesa sobre Corea del Norte.
Ahora RIA-Nóvosti afirma que los inspectores de la ONU elaborarán un informe definitivo en cuanto reciban desde La Habana la contestación a una interpelación que remitieron al Gobierno cubano.
El mercante Chong Chon Gang fue interceptado el pasado 10 de julio cuando, procedente de Cuba, se disponía a cruzar el Canal de Panamá rumbo a Corea del Norte.
La cancillería cubana emitió una declaración precisando que se trataba de 240 toneladas de “armamento defensivo obsoleto”, incluidos dos sistemas antiaéreos de fabricación soviética, cohetes desmantelados, dos MiG-21 y 15 motores para este tipo de avión, los que habían sido enviados a Corea del Norte para una reparación.
Dos expertos en control de armas del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz (SIPRI) con sede en Estocolmo, Suecia, calificaron de diversionista la nota del MINREX cubano.
Hugh Griffiths y Roope Siiritola creen que el equipo militar no iba a ser reparado, sino a reforzar el armamento convencional de Corea del Norte, pues una inspección posterior descubrió que el carguero transportaba, además de lo declarado por La Habana, armas pequeñas y ligeras con sus municiones, granadas autopropulsadas en su embalaje original, munición para cañones antitanques y obuses, generadores, baterías y equipo de visión nocturna, y seis vehículos para guiar misiles antiaéreos.
También destacaron la importancia de los MiG-21 y sus piezas para la fuerza aérea norcoreana, como contrapartida a la versión surcoreana del F-16 estadounidense.