Artículo de Oswaldo Payá Sardiñas publicado en la página digital www.oswaldopaya.org el 27 de junio del 2012.
EL 27 de Junio del año 2002 el pueblo de Cuba amanecía ultrajado. El día antes, por turno, uno por uno, todos los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular habían gritado obedientemente ante Fidel Castro: “Acepto”.
De esa manera despojaban al pueblo de Cuba, en la letra de la Constitución, de su derecho soberano a cambiar y escoger su sistema político, social y económico. Creyeron que declarando “irrevocable” el sistema totalitario podían anular la voluntad y los sueños de un pueblo entero.
Detrás de esa sentencia a vivir eternamente sin libertad, estaba el miedo del Gobierno al grito de liberación que miles de cubanos comenzaron a dar apoyando valientemente el Proyecto Varela. Este proyecto había sido presentado en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular el día 10 de Mayo del 2002, con el apoyo de 11020 firmas de ciudadanos cubanos residentes en Cuba y desde entonces es signo de liberación que sigue siendo apoyado y firmado por muchos cubanos.
Semanas después, en Junio del año 2002, el Gobierno de Fidel Castro paralizó a Cuba y suspendió las clases en las escuelas y los trabajos en todo el país durante varios días. Así y con gran despliegue represivo y mediático, facilitaba la intimidación contra millones de ciudadanos para que firmaran una supuesta petición de cambio en la Constitución. De esta manera el régimen pretendía dejar sin base legal al Proyecto Varela. Al final “el cambio en la Constitución” consistió en una condena a cadena perpetua contra el pueblo de Cuba.
Todos lo supieron y todos lo saben. Cuando los cubanos demostraron que podían perder el miedo el régimen comenzó a tambalearse, porque ese socialismo irrevocable, que no es otra cosa que la tiranía absoluta, solo puede sostenerse con el miedo de la gente y negando los derechos y la libertad al pueblo.
Pero ya el pueblo sabe y esperamos que los que gobiernan, como parte del pueblo que son, también sepan, que esa sentencia a cadena perpetua no se cumplirá. El pueblo quiere otra vida, quiere cambios pacíficos, quiere la reconciliación, quiere la democracia y sabe que puede lograrlo. El Proyecto Varela despertó la esperanza y abrió un camino que ya la opresión no puede volver a cerrar. Ese es el camino del pueblo hacia la libertad.
Artículo de Oswaldo Payá Sardiñas publicado en la página digital www.oswaldopaya.org el 27 de junio del 2012.
De esa manera despojaban al pueblo de Cuba, en la letra de la Constitución, de su derecho soberano a cambiar y escoger su sistema político, social y económico. Creyeron que declarando “irrevocable” el sistema totalitario podían anular la voluntad y los sueños de un pueblo entero.
Detrás de esa sentencia a vivir eternamente sin libertad, estaba el miedo del Gobierno al grito de liberación que miles de cubanos comenzaron a dar apoyando valientemente el Proyecto Varela. Este proyecto había sido presentado en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular el día 10 de Mayo del 2002, con el apoyo de 11020 firmas de ciudadanos cubanos residentes en Cuba y desde entonces es signo de liberación que sigue siendo apoyado y firmado por muchos cubanos.
Semanas después, en Junio del año 2002, el Gobierno de Fidel Castro paralizó a Cuba y suspendió las clases en las escuelas y los trabajos en todo el país durante varios días. Así y con gran despliegue represivo y mediático, facilitaba la intimidación contra millones de ciudadanos para que firmaran una supuesta petición de cambio en la Constitución. De esta manera el régimen pretendía dejar sin base legal al Proyecto Varela. Al final “el cambio en la Constitución” consistió en una condena a cadena perpetua contra el pueblo de Cuba.
Todos lo supieron y todos lo saben. Cuando los cubanos demostraron que podían perder el miedo el régimen comenzó a tambalearse, porque ese socialismo irrevocable, que no es otra cosa que la tiranía absoluta, solo puede sostenerse con el miedo de la gente y negando los derechos y la libertad al pueblo.
Pero ya el pueblo sabe y esperamos que los que gobiernan, como parte del pueblo que son, también sepan, que esa sentencia a cadena perpetua no se cumplirá. El pueblo quiere otra vida, quiere cambios pacíficos, quiere la reconciliación, quiere la democracia y sabe que puede lograrlo. El Proyecto Varela despertó la esperanza y abrió un camino que ya la opresión no puede volver a cerrar. Ese es el camino del pueblo hacia la libertad.
Artículo de Oswaldo Payá Sardiñas publicado en la página digital www.oswaldopaya.org el 27 de junio del 2012.