El estomatólogo Luis Ramón Martínez Pereda, residente en Manatí (Las Tunas), regresó a Cuba el 21 septiembre de 2015, después que el Gobierno cubano anunciara el levantamiento de restricciones para los médicos desertores de misiones.
Aunque se dijo que podían regresar y tendrían condiciones similares a las que tuvieron antes de irse, semanas después de haberse incorporado a trabajar en un policlínico, Martínez comenzó a enfrentar un sinnúmero de trámites para regularizar su situación en el país.
Le han pedido que debe "repatriarse" porque lo consideran "ilegal", dijo en una entrevista concedida a Martí Noticias después que la Unión Patriótica de Cuba divulgara un video con su testimonio.
"Me siento desilusionado ante todo lo que ha ocurrido, y le pido a las personas que quieren regresar que no confíen en lo que dice el Gobierno cubano".
"Estoy arrepentido de haber vuelto a Cuba. Y quisiera que esto le sirva de experiencia a los médicos que quieran regresar".
Martínez dijo que trabajó en una misión de salud en Venezuela de 2012 a 2014; y que cruzó la frontera a Colombia, desde donde se acogió al Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos (Cuban Medical Professional Parole Program, CMPPP).
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Vivió en las ciudades de Orlando (Florida) y en New Jersey por unos meses, hasta que encontró en internet una noticia de que el Gobierno de Cuba había dicho que los médicos desertores podían regresar.
Su madre le confirmó que la televisión cubana lo había informado, y sacó su boleto de regreso.
El médico cuenta que, desde que se bajó del avión en Camagüey, un funcionario le pidió residencia y pasaporte. Explicó que no tenía residencia y las razones por las que regresaba al país.
Durante dos horas le hicieron preguntas y, luego, le dijeron que podía entrar a Cuba sin problemas.
Martínez fue citado por la Dirección Provincial de Salud Pública y, tras múltiples preguntas, le dijeron "que no había problemas y que no era el primer médico que se reincorporaba".
Según refirió, comenzó a trabajar en octubre de 2015. Fue acogido en el policlínico estomatológico de Manatí. Meses después (en enero de este año), lo citó Emigración.
En Emigración le retiraron el carnet de identidad y "me dijeron que yo era un cubanoamericano fuera de término y (que) me consideraban ilegal".
El médico dijo al funcionario que sólo estuvo 11 meses en Estados Unidos y decidió regresar a su país porque las leyes migratorias nuevas lo permitían. Pero el funcionario le reiteró que "había perdido todos los derechos" y que, por eso, tenía que repatriarse para estar legal.
Pero el funcionario aseguró que sólo le podían dar su carnet de identidad luego que hiciera la repatriación.
Repatriación, un proceso engorroso
Los trámites para la repatriación en Cuba se realizan en las oficinas municipales de Emigración y para eso se requiere de dos sellos de 50 CUC (equivalente a 2.500).
Lo sacaron del trabajo el 1 de febrero de 2016 y le informaron que no podía seguir trabajando en el policlínico porque no tenía carnet de identidad.
Decidió viajar a La Habana para buscar información y ayuda en las instancias nacionales. Ni en el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), ni en las oficinas de Emigración encontró respuestas.
Martínez explicó que el viceministro de Recursos Humanos nunca lo atendió. "Fue la secretaria la que habló y escuché que él dijo 'no entiendo cómo el doctor está dentro de Cuba si existe una ley que los médicos desertores deben esperar un período de ocho años para regresar a la isla'".
En Emigración nacional, una especialista en el tema lo escuchó y le dijo que tenía "que hacer una repatriación, porque desde el momento que desertas pierdes todos los derechos".
Según Martínez, la funcionaria le dijo que iba a comunicarse con el departamento de Colaboración en MINSAP para que le pusieran en el sistema "fin de misión" y así se podía arreglar su estatus sin tener que hacer el proceso de repatriación, pero que podían durar hasta un año la respuesta.
Después, el doctor fue a la embajada de Estados Unidos para pedir que le permitieran volver, y allí le respondieron que por esa vía no podían tramitar el regreso. Le sugirieron presentar su caso a través de la sección de refugiados políticos y le extendieron un formulario en el que debe exponer su situación.
El joven dijo que "quiere salir de Cuba porque ya allí no tiene garantías, ni seguridad". Aseguró que no confiará en lo que le prometan las autoridades.
"Les pido a los médicos que están en cualquier parte del mundo y quieren regresar, que no confíen en lo que dice el Gobierno", concluyó.