Periodista independiente analiza las posibilidades de inversión en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM).
El pasado primero de noviembre se produjo la apertura de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM).
Mariel está ubicado al norte de la provincia de Artemisa, que tiene una extensión de 465 kilómetros cuadrados y abarca los municipios Mariel, Caimito, Bauta, Guanajay, Bahía Honda y Artemisa.
La apertura de la ZEDM no es algo inédito. Esta experiencia se aplicó en Cuba -en menor proporción pero con similares propósitos- en 1996, cuando con la puesta en vigor del Decreto-Ley 165 se autorizó la creación de las Zonas Francas. Una estaba ubicada de Berroa, administrada por la Corporación CIMEX, y las otras en Wajay y Mariel, ambas administradas por Almacenes Universales, perteneciente al Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
En aquel momento, presionado por la grave crisis de moneda convertible que tenía el país, el gobierno cubano se vio obligado establecer las tres ZF con el fin de atraer capitales y promover el desarrollo económico. En ellas no se establecieron industria maquiladoras, sino que predominaron los centros de compras y almacenamiento para las mercancías en tránsito.
En el año 2000, de los 243 operadores extranjeros que estaban establecidos en las ZF, más de la mitad estaban dedicados a actividades comerciales y un porciento mínimo a los servicios y la actividad productiva.
En el momento de mayor auge, llegaron a funcionar 400 empresas; de ella GAESA, en sus dos ZF, concentraba 152 operadores mientras que CIMEX, en Berroa, contaba con 91.
Entre las empresas más representadas estaban las españolas, con 62 operadores, y Panamá, con 43.
Dichas ZF, tal como funcionaban en otros países, se abrieron para que las empresas extranjeras que se establecieron en ellas gozaran de beneficios tributarios, como la exención del pago de derecho de importación y exportación de mercancías.
Pero en pleno despegue de las tres ZF, el exgobernante Fidel Castro las abortó, sin esperar que la economía nacional recogiese sus frutos.
La desaparición definitiva de las ZF ocurrió en 2002, y produjo una abrupta caída de la inversión extranjera.
Once años después, en una situación bastante similar a la que dio origen a las ZF, el gobierno del general Raúl Castro puso en vigor de la Resolución No. 26 de 2013 con la cual se crea la ZEDM. Tal paso se dio con el fin de promover el incremento de infraestructuras y de actividades que permitan el aumento de las exportaciones, la sustitución de importaciones, la realización de proyectos de alta tecnología que propicien la generación de empleo y contribuyan al progreso del país.
Con la creación de la ZEDM, el gobierno cubano da el primer paso de la verdadera y tan esperada reforma económica. Nada tiene que ver con los Lineamientos Económicos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista y mucho menos con la famosa "actualización del modelo económico".
Es realmente reforma dado que en la ZEDM existen mecanismos legales orientados a legitimar una economía de libre mercado. Por ello, las leyes cubanas no son aplicables dentro de esta zona económica especial.
La creación de la ZEDM está sustentada en una estrategia positiva de gran magnitud, dirigida a ser lo suficientemente atractiva para que empresas de Europa, Asia, Canadá y América Latina se establezcan en ella.
Uno de los aspectos más atractivo que brinda la ZEDM a los inversores nacionales y extranjeros es su privilegiado régimen tributario, su megapuerto y moderna infraestructura de ferrocarriles y viales.
La tecnología de punta con que se realicen las futuras producciones hará que tengan un alto valor agregado y que sean altamente competitivas.
Otro elemento a favor de los futuros inversores es la relativa cercanía de la Terminal de Contenedores de Mariel, que tan pronto entre en servicio estará al mismo nivel de las que reciben buques portacontedores de la nueva serie PostPanamax, con capacidad de trasportación de hasta 12 000 contendores.
La ZEDM contará con una amplia y moderna red de ferrocarriles y autopistas, así como avanzadas conexiones de Internet y telefonía de punta, lo que hará altamente rentables las producciones por el abaratamiento de los costos de las operaciones debido a la reducción del tiempo que se empleará en la compra y venta de mercancías.
Los atractivos para que los inversores nacionales y extranjeros se establezcan en la ZDEM son las ventajas y facilidades en el orden tributario que regirán en la misma, la utilización de la fuerza de trabajo, las utilidades, cuyo régimen se extenderá por 10 años, los recursos que importa para la ejecución de su inversión y las ventas o servicios que no sufrirán descuentos, algo que las hace sumamente ventajosa y competitiva con respecto a sus similares de otras regiones del mundo.
Ana Teresa Igarza funge como directora general de la Oficina Reguladora de la ZEDM, que está adscripta al Consejo de Ministros. Entre las funciones de esta Oficina está la administración de la ZEDM, controlar sus actividades, dirigir su programa de desarrollo y negocios y recibir y evaluar las solicitudes de los inversores interesados.
Su flamante directora dio a conocer que desde que la oficina abrió sus puertas se han recibido expresiones de interés de invertir de empresas de China, Vietnam, Japón, Alemania, México y Brasil.
Uno de los asuntos que provoca irritación y disgusto entre los trabajadores cubanos contratados por empresas extranjeras, es que estas le pagan a la entidad empleadora el salario en divisas, pero el ente contratador cubano les abona una ínfima cantidad de ese dinero en CUP. Tal procedimiento ha dado lugar a sórdidos mecanismos de estimulación en divisa por debajo de la mesa, lo que ha generado corrupción y comprometimientos lesivos a la dignidad humana. Los empleados cubanos, cuyos míseros salarios que devengan en CUP no les alcanzan para terminar el mes, reciben esas dádivas de sus patrones extranjeros para que se hagan de la vista gorda ante sus tropelías y turbios negocios, que parecen propios de mafiosos.
Parece que tan abusivo sistema de pago desaparecerá en la ZEDM. La entidad empleadora abonará los salarios en CUP, pero bajo condiciones especiales, dirigidas a poner término a un procedimiento que solo ha servido para generar corrupción. La entidad empleadora solo tendrá derecho al 20 % de los pagos en divisas del personal contratado por empresas extranjeras; el restante 80% será para el trabajador. De esta manera se materializará una verdadera estimulación que contribuirá a un mejor desempeño laboral y garantizara la estabilidad del personal.
Las posibilidades de inversión en la ZRDM son amplias. Se darán ventajas a la industria farmacéutica y biotecnológica, pero también se estimulará la presencia de empresas extranjeras para que inviertan en sectores que hoy están muy contraídos, como las industrias agroalimentaria e inmobiliaria, las telecomunicaciones y la informática, la energía renovable, la industria de envases y embalajes, entre otros.
Todas estas actividades, por el alto capital humano con que cuenta el país, propiciarán la rápida recuperación del capital inicial invertido por las firmas nacionales y foráneas, lo que se reflejará en las prontas ganancias que lograrán en las exportaciones de sus producciones para el mercado internacional y el de frontera, algo que necesita de manera urgente la economía cubana.
Publicado en Primavera Digital
Mariel está ubicado al norte de la provincia de Artemisa, que tiene una extensión de 465 kilómetros cuadrados y abarca los municipios Mariel, Caimito, Bauta, Guanajay, Bahía Honda y Artemisa.
La apertura de la ZEDM no es algo inédito. Esta experiencia se aplicó en Cuba -en menor proporción pero con similares propósitos- en 1996, cuando con la puesta en vigor del Decreto-Ley 165 se autorizó la creación de las Zonas Francas. Una estaba ubicada de Berroa, administrada por la Corporación CIMEX, y las otras en Wajay y Mariel, ambas administradas por Almacenes Universales, perteneciente al Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
En aquel momento, presionado por la grave crisis de moneda convertible que tenía el país, el gobierno cubano se vio obligado establecer las tres ZF con el fin de atraer capitales y promover el desarrollo económico. En ellas no se establecieron industria maquiladoras, sino que predominaron los centros de compras y almacenamiento para las mercancías en tránsito.
En el año 2000, de los 243 operadores extranjeros que estaban establecidos en las ZF, más de la mitad estaban dedicados a actividades comerciales y un porciento mínimo a los servicios y la actividad productiva.
En el momento de mayor auge, llegaron a funcionar 400 empresas; de ella GAESA, en sus dos ZF, concentraba 152 operadores mientras que CIMEX, en Berroa, contaba con 91.
Entre las empresas más representadas estaban las españolas, con 62 operadores, y Panamá, con 43.
Dichas ZF, tal como funcionaban en otros países, se abrieron para que las empresas extranjeras que se establecieron en ellas gozaran de beneficios tributarios, como la exención del pago de derecho de importación y exportación de mercancías.
Pero en pleno despegue de las tres ZF, el exgobernante Fidel Castro las abortó, sin esperar que la economía nacional recogiese sus frutos.
La desaparición definitiva de las ZF ocurrió en 2002, y produjo una abrupta caída de la inversión extranjera.
Once años después, en una situación bastante similar a la que dio origen a las ZF, el gobierno del general Raúl Castro puso en vigor de la Resolución No. 26 de 2013 con la cual se crea la ZEDM. Tal paso se dio con el fin de promover el incremento de infraestructuras y de actividades que permitan el aumento de las exportaciones, la sustitución de importaciones, la realización de proyectos de alta tecnología que propicien la generación de empleo y contribuyan al progreso del país.
Con la creación de la ZEDM, el gobierno cubano da el primer paso de la verdadera y tan esperada reforma económica. Nada tiene que ver con los Lineamientos Económicos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista y mucho menos con la famosa "actualización del modelo económico".
Es realmente reforma dado que en la ZEDM existen mecanismos legales orientados a legitimar una economía de libre mercado. Por ello, las leyes cubanas no son aplicables dentro de esta zona económica especial.
La creación de la ZEDM está sustentada en una estrategia positiva de gran magnitud, dirigida a ser lo suficientemente atractiva para que empresas de Europa, Asia, Canadá y América Latina se establezcan en ella.
Uno de los aspectos más atractivo que brinda la ZEDM a los inversores nacionales y extranjeros es su privilegiado régimen tributario, su megapuerto y moderna infraestructura de ferrocarriles y viales.
La tecnología de punta con que se realicen las futuras producciones hará que tengan un alto valor agregado y que sean altamente competitivas.
Otro elemento a favor de los futuros inversores es la relativa cercanía de la Terminal de Contenedores de Mariel, que tan pronto entre en servicio estará al mismo nivel de las que reciben buques portacontedores de la nueva serie PostPanamax, con capacidad de trasportación de hasta 12 000 contendores.
La ZEDM contará con una amplia y moderna red de ferrocarriles y autopistas, así como avanzadas conexiones de Internet y telefonía de punta, lo que hará altamente rentables las producciones por el abaratamiento de los costos de las operaciones debido a la reducción del tiempo que se empleará en la compra y venta de mercancías.
Los atractivos para que los inversores nacionales y extranjeros se establezcan en la ZDEM son las ventajas y facilidades en el orden tributario que regirán en la misma, la utilización de la fuerza de trabajo, las utilidades, cuyo régimen se extenderá por 10 años, los recursos que importa para la ejecución de su inversión y las ventas o servicios que no sufrirán descuentos, algo que las hace sumamente ventajosa y competitiva con respecto a sus similares de otras regiones del mundo.
Ana Teresa Igarza funge como directora general de la Oficina Reguladora de la ZEDM, que está adscripta al Consejo de Ministros. Entre las funciones de esta Oficina está la administración de la ZEDM, controlar sus actividades, dirigir su programa de desarrollo y negocios y recibir y evaluar las solicitudes de los inversores interesados.
Su flamante directora dio a conocer que desde que la oficina abrió sus puertas se han recibido expresiones de interés de invertir de empresas de China, Vietnam, Japón, Alemania, México y Brasil.
Uno de los asuntos que provoca irritación y disgusto entre los trabajadores cubanos contratados por empresas extranjeras, es que estas le pagan a la entidad empleadora el salario en divisas, pero el ente contratador cubano les abona una ínfima cantidad de ese dinero en CUP. Tal procedimiento ha dado lugar a sórdidos mecanismos de estimulación en divisa por debajo de la mesa, lo que ha generado corrupción y comprometimientos lesivos a la dignidad humana. Los empleados cubanos, cuyos míseros salarios que devengan en CUP no les alcanzan para terminar el mes, reciben esas dádivas de sus patrones extranjeros para que se hagan de la vista gorda ante sus tropelías y turbios negocios, que parecen propios de mafiosos.
Parece que tan abusivo sistema de pago desaparecerá en la ZEDM. La entidad empleadora abonará los salarios en CUP, pero bajo condiciones especiales, dirigidas a poner término a un procedimiento que solo ha servido para generar corrupción. La entidad empleadora solo tendrá derecho al 20 % de los pagos en divisas del personal contratado por empresas extranjeras; el restante 80% será para el trabajador. De esta manera se materializará una verdadera estimulación que contribuirá a un mejor desempeño laboral y garantizara la estabilidad del personal.
Las posibilidades de inversión en la ZRDM son amplias. Se darán ventajas a la industria farmacéutica y biotecnológica, pero también se estimulará la presencia de empresas extranjeras para que inviertan en sectores que hoy están muy contraídos, como las industrias agroalimentaria e inmobiliaria, las telecomunicaciones y la informática, la energía renovable, la industria de envases y embalajes, entre otros.
Todas estas actividades, por el alto capital humano con que cuenta el país, propiciarán la rápida recuperación del capital inicial invertido por las firmas nacionales y foráneas, lo que se reflejará en las prontas ganancias que lograrán en las exportaciones de sus producciones para el mercado internacional y el de frontera, algo que necesita de manera urgente la economía cubana.
Publicado en Primavera Digital