El tribunal español rechaza el indulto porque "no encuentra razones de justicia, equidad o conveniencia".
La Audiencia Nacional de España se opuso hoy al indulto del joven político Ángel Carromero, que cumple en ese país la condena impuesta en Cuba por su responsabilidad en la muerte del líder disidente Oswaldo Payá y Harold Cepero.
El tribunal español rechaza el indulto para Carromero, militante del Partido Popular (PP), porque "no encuentra razones de justicia, equidad o conveniencia" para ello, al considerar que hace vida normal gracias al tercer grado penitenciario que disfruta desde hace unos meses.
En un informe, el tribunal apuntó que Carromero, condenado a cuatro años en Cuba por homicidio imprudente, desarrolla "su vida profesional sin limitación alguna" -está controlado con pulsera telemática- y los hechos de la condena en Cuba están penados en España "con análoga entidad".
Además alude a que en la causa obran los antecedentes del reo y sus anteriores infracciones relacionadas con la seguridad vial cometidas en España. Estas infracciones, recuerda también la Audiencia Nacional, determinaron que Carromero perdiera su licencia para conducir y están "íntimamente relacionadas con los hechos objeto de condena" en Cuba.
El informe judicial se hizo eco de un escrito del centro de inserción social en el que Carromero cumple condena en régimen abierto y que calificó de "correcta" su conducta, pero matizó que, "respecto a la prueba de arrepentimiento, refiere que no ha mostrado o manifestado ningún signo en tal sentido referente a los hechos condenados en la sentencia". El convenio judicial entre Cuba y España permite conceder un indulto, aunque impone a la parte que lo dicta informar del mismo a la otra.
El pasado 11 de enero, trece días después de su repatriación desde Cuba, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias española concedió a Carromero el tercer grado, por lo que inicialmente quedó obligado a acudir a dormir entre semana a un centro de inserción social de Madrid. Sin embargo el 14 de febrero obtuvo una pulsera telemática que le evita tener que ir a ese centro. El pasado 4 de marzo la Audiencia Nacional rechazó suspender, mientras se tramita su indulto, la condena a cuatro años de cárcel impuesta por la justicia cubana al dirigente de la rama juvenil del PP.
En aquella ocasión la sala ya consideraba que, gracias a su tercer grado penitenciario, Carromero lleva a cabo una vida normal. Así, "su inmersión dentro de la sociedad, tanto en el ámbito personal como profesional, es una realidad", decía entonces la Audiencia Nacional.
El 22 de julio del año pasado el coche que conducía Carromero se estrelló contra un árbol en una localidad cercana a Bayamo (a 740 kilómetros al este de la isla). Aparte de Payá y Carromero, en el auto viajaban el cubano Harold Cepero, que también falleció, y el sueco Jens Aron Modig. El 19 e agosto la familia de Oswaldo Payá presentó una querella contra dos altos militares cubanos ante la Audiencia Nacional de España por la muerte del disidente, por considerar que fue motivada por un coche de la seguridad del Estado cubano.
El tribunal español rechaza el indulto para Carromero, militante del Partido Popular (PP), porque "no encuentra razones de justicia, equidad o conveniencia" para ello, al considerar que hace vida normal gracias al tercer grado penitenciario que disfruta desde hace unos meses.
En un informe, el tribunal apuntó que Carromero, condenado a cuatro años en Cuba por homicidio imprudente, desarrolla "su vida profesional sin limitación alguna" -está controlado con pulsera telemática- y los hechos de la condena en Cuba están penados en España "con análoga entidad".
Además alude a que en la causa obran los antecedentes del reo y sus anteriores infracciones relacionadas con la seguridad vial cometidas en España. Estas infracciones, recuerda también la Audiencia Nacional, determinaron que Carromero perdiera su licencia para conducir y están "íntimamente relacionadas con los hechos objeto de condena" en Cuba.
El informe judicial se hizo eco de un escrito del centro de inserción social en el que Carromero cumple condena en régimen abierto y que calificó de "correcta" su conducta, pero matizó que, "respecto a la prueba de arrepentimiento, refiere que no ha mostrado o manifestado ningún signo en tal sentido referente a los hechos condenados en la sentencia". El convenio judicial entre Cuba y España permite conceder un indulto, aunque impone a la parte que lo dicta informar del mismo a la otra.
El pasado 11 de enero, trece días después de su repatriación desde Cuba, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias española concedió a Carromero el tercer grado, por lo que inicialmente quedó obligado a acudir a dormir entre semana a un centro de inserción social de Madrid. Sin embargo el 14 de febrero obtuvo una pulsera telemática que le evita tener que ir a ese centro. El pasado 4 de marzo la Audiencia Nacional rechazó suspender, mientras se tramita su indulto, la condena a cuatro años de cárcel impuesta por la justicia cubana al dirigente de la rama juvenil del PP.
En aquella ocasión la sala ya consideraba que, gracias a su tercer grado penitenciario, Carromero lleva a cabo una vida normal. Así, "su inmersión dentro de la sociedad, tanto en el ámbito personal como profesional, es una realidad", decía entonces la Audiencia Nacional.
El 22 de julio del año pasado el coche que conducía Carromero se estrelló contra un árbol en una localidad cercana a Bayamo (a 740 kilómetros al este de la isla). Aparte de Payá y Carromero, en el auto viajaban el cubano Harold Cepero, que también falleció, y el sueco Jens Aron Modig. El 19 e agosto la familia de Oswaldo Payá presentó una querella contra dos altos militares cubanos ante la Audiencia Nacional de España por la muerte del disidente, por considerar que fue motivada por un coche de la seguridad del Estado cubano.