El periodista independiente cubano Osmel Ramírez Álvarez fue multado y liberado sin cargos el lunes, después de tres días de detención y del decomiso de computadoras y otros medios con los que realiza su labor.
Ramírez Álvarez, que publica sus artículos periodísticos en Havana Times y Diario de Cuba, había sido arrestado en su casa el pasado viernes en presencia de parte de su familia.
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"No hay cargo contra mí", dijo a Radio Martí, tras su liberación el lunes.
No obstante, dijo que recibió una alerta: "Lo hacen con mucha sutileza, (te dejan saber) que ellos pueden aplicarme cualquier tipo de sanción. En Cuba cualquier cosa puede ser un delito".
Previo a que lo condujeran a la sede de la policía local, su casa fue registrada. Le decomisaron dos computadoras, discos, memorias, teléfono y documentos. Algunos de estos eran de amigos y vecinos.
Pasó 16 horas en la estación policial y luego fue trasladado a la Unidad de Delitos contra la Seguridad del Estado en la capital provincial de Granma.
"Estuve completamente aislado con presos comunes muy connotados, pero fueron muy solidarios conmigo cuando supieron que yo era periodista me trataron con mucho respeto", expresó.
"Me pusieron una multa de 1.500 pesos cubanos por actividad económica ilícita, como estoy vinculado a eso de la grabación (del Paquete Semanal) (...) Me dijeron que mis cosas estaban incautadas por ser material subversivo, que estaban relacionadas con la actividad de periodismo y que no me la iban a devolver", dijo.
Unos de los discos que le decomisaron lo había comprado con un amigo, con quien planeaba iniciar un negocio en enero de grabación del Paquete Semanal. Al amigo, que no identificó y que también fue retenido temporalmente, le impusieron una multa de 700 pesos cubanos.
"Cuba merece un poquito más de tolerancia"
Ramírez Álvarez explicó que no lo interrogaron hasta poco antes de liberarlo. Firmó una declaración en la que dejó claro que se identifica con el socialismo democrático y se considera "un revolucionario crítico". El texto incluyó la lista de objetos decomisados.
Además dijo que durante la detención estuvo muy preocupado por su familia, entre ellos su madre y su padre, cuya salud es frágil, así como por sus tres hijos y esposa.
Aclaró que es "responsable de la ley" y lamentó que lo puedan encerrar por sus ideas.
"Me duele mucho ver a la gente con poder en posiciones radicales, equivocadas (...) debemos luchar pacíficamente, granito a granito", dijo.
"Cuba merece un poquito más de tolerancia y ese mensaje también es para la gente que es intolerante en otro sentido. La intolerancia no da nada en ningún lugar, ni para el gobierno ni para los que combaten al gobierno", concluyó.
[Redactado a partir del reporte de Ivette Pacheco]