Cuba abrirá en septiembre el ferrocarril nacional a la gestión extranjera y al "cuentapropismo”, al entrar en vigor el decreto 348 para este medio de transporte, una decisión que despierta interrogantes sobre cómo será implementada y hasta qué punto el sector se abrirá a la gestión privada.
Para el economista Jorge Sanguinetty es importante esclarecer quién va a tener la administración de esas locomotoras, y si los cuentapropistas van a poder operar los talleres de mantenimiento.
Your browser doesn’t support HTML5
El decreto permitirá la explotación, en todo o en parte, de las vías férreas, instalaciones y material rodante en el país por una persona natural o jurídica, nacional o extranjera. Sin embargo, a los cuentapropistas cubanos, solo se les permitirá operar medios de transporte por vías de tercera y cuarta categorías, reportó el miércoles la agencia de noticias EFE.
“¿Qué inversión se va a hacer en la reconstrucción de las vías férreas? Estamos hablando de miles de kilómetros de vías, pero no es solamente el equipo es lo que va con eso, los chuchos, señales de luces las formas de comunicación, las torres de control”, se preguntó Sanguinetty en entrevista con Radio Martí.
El nuevo decreto 348 también instituye la creación de un Comité Nacional de Gestión de la Seguridad Ferroviaria, encargado del control y seguimiento de la gestión, así como el análisis de las causas directas e indirectas que provocan las afectaciones a la seguridad ferroviaria.
“¿Qué están hablando con el cuentapropismo? Operador locomotora, trabajar por cuenta propia, no va a haber de un hombre trabajo haciendo la reparación de las vías, eso es un trabajo en equipo, la misma cuestión con el mantenimiento”, señaló el economista.
El gobierno cubano para modernizar el deteriorado ferrocarril ha negociado varios contratos en los últimos años, entre ellos un multimillonario convenio con Rusia para la compra de locomotoras.
El ferrocarril se inauguró en Cuba el 19 de noviembre de 1837, con la puesta en marcha de una línea que comunicaba a La Habana con la cercana localidad de Bejucal. Fue el octavo país en poseer ferrocarril con locomotoras de vapor, nueve años antes que España, que controló las vías cubanas hasta que en 1898 estas pasaron a operar con capital estadounidense y en 1959 fueron nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución Cubana.
(A partir de un reporte de Yolanda Huerga y agencia EFE)