Con huelgas de hambre, dos opositores en Guantánamo exigen el respeto a sus derechos y el cese de las arbitrariedades y la represión, el profesor Miguel Ángel López Herrera, y el activista de UNPACU Mirdael Matos Gaínza.
El licenciado en Informática Miguel Ángel López Herrera comenzó una huelga de hambre el 21 de octubre, cuando fue sancionado por el Tribunal Municipal de Guantánamo a un año de privación de libertad por impago de multas acumuladas desde 2015.
Fue multado por realizar protestas en lugares públicos, en 2015 y 2016, para exigir que le permitieran trabajar en Educación. Las autoridades lo detuvieron y en cada ocasión lo multaron con cuotas entre 20 y 25 pesos, que se acumularon hasta sumar 200 pesos.
López Herrera estuvo un año en la cárcel tras ser acusado de “desacato a la figura de Fidel Castro". En 2015, cuando salió de prisión, intentó regresar a trabajar como profesor pero nunca se lo permitieron.
Las acciones “pacíficas”, las realizó en las calles, con un cartel, o vestido con un pulóver que decía “que aumenten los salarios”, o con una pancarta con la proclama "por mi derecho a mi trabajo", explicó a Martí Noticias Yoanny Beltrán, también activista de UNPACU.
El profesor no pagó las multas porque precisamente eso era lo que exigía, “derecho a trabajar”, enfatizó Beltrán.
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El 21 de octubre pasado, de nuevo el profesor fue sancionado a un año de cárcel por el impago de las multas. Fue detenido ese día en su casa, trasladado a la unidad policial conocida como “Parque 24”, y allí se declaró en huelga de hambre.
Diez días después lo trasladaron a la sala de penados del Hospital General Docente Doctor Agustino Neto, de Guantánamo, y le están administrando sueros, explicó en el programa Cuba al Día, de Radio Martí, la esposa Tamara Basulto Pérez, a quien solo le han permitido verlo en una ocasión.
La mujer, embarazada de ocho meses, dijo que está “desesperada”. Según ella el esposo padece de insuficiencia renal, de la columna, es hipertenso y ya cumplió 33 días de abstinencia, una situación que “lo pone en peligro de muerte”.
Aseguró que ha ido a todas las instancias del gobierno y la fiscalía para buscar una solución al problema del marido, pero nadie escucha sus reclamos, ni le dan respuesta.
El abogado Roberto Quiñones, residente en Guantánamo, explicó a Cuba al Día que “es preocupante” lo que ocurre con el activista, y advirtió que por parte de las autoridades “no hay misericordia ni compasión”, y podría haber “un desenlace fatal”.
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Cuando el profesor Lopez Herrera salió de la cárcel el pasado año, intentó trabajar como profesor pero las autoridades de educación no le dieron trabajo. Ante la necesidad de ganarse el sustento de la familia comenzó a trabajar por cuenta propia como “repasador”, y las autoridades comenzaron a ejercer presión sobre los padres de los niños para que no fueran a recibir los repasos.
"Los padres cedieron a las presiones, y de nuevo se quedó sin empleo, por eso hizo las protestas en las calles, donde fue multado y de nuevo sancionado", precisó el abogado, quien da fe de que “Miguel Ángel es un buen profesor y un hombre serio, pero las autoridades han desatado una encarnizada persecución contra él” .
Quiñones lamentó que los cubanos tengan que llegar a situaciones extremas como la huelga de hambre, y alertó que misericordia y compasión no se puede esperar por parte de las autoridades cubanas, que conservan una actitud fría y de total irrespeto a la vida del ser humano.
Mirdael Matos Gaínza es un activista de la Unión Patriótica de Cuba residente en Maisí, y también realiza una huelga de hambre desde el pasado 3 de septiembre, pero en el cuartel de la policía política de Guantánamo, conocida como “Operaciones”, donde permanece a la espera de juicio.
Fue acusado del delito de atentado y le piden tres años de privación de libertad, explicó a Martí Noticias su esposa Onelia Gaínza Guzmán, quien lo pudo ver el martes pasado.
“Lo han golpeado, no recibe atención médica, lo tenían desnudo y esposado, y las autoridades le dijeron que no les importa si él se muere”, aseguró Gaínza.
En septiembre pasado, una decena de oficiales irrumpieron en la casa del matrimonio, donde había menores de edad, a las 6:30 de la mañana. A ambos los golpearon y maltrataron, y "a Matos se lo llevaron preso para el cuartel de la policía política de Guantánamo, conocida como Operaciones", explicó Onelia Guzmán.
Gaínza Guzmán también ha sido acusada de presunto delito de atentado y le piden, al igual que a su marido, tres años de privación de libertad.
Mientras, Matos Gaínza se encuentra en prisión a la espera de un juicio que todavía no tiene fecha, según han informado varios miembros de UNPACU.