La pandemia de COVID-19 ha dañado la reputación del sistema de salud cubano y el país estaría entre las naciones con las cifras de muerte más altas de la pandemia, en relación con su población, según alerta este jueves un estudio publicado por The Economist.
El rastreador de exceso de mortalidad de esta publicación destaca que el registro oficial ofrecido por las autoridades cubanas hasta agosto de 2022, el covid había matado a 8.529 de los 11 millones de habitantes de Cuba.
"Pero nuestro modelo estima que el número real podría ser mucho mayor. El exceso de mortalidad, la brecha entre cuántas personas han muerto en un período determinado, independientemente de la causa, y cuántas muertes normalmente se habrían esperado, sugiere que hasta 62 000 cubanos pueden haber muerto como resultado de la pandemia. Ese aumento del 600% sobre la cifra oficial es probablemente resultado de pruebas inadecuadas y otros problemas. Es posible que los funcionarios también hayan subestimado las muertes", indica The Economist.
El recuento estimado de muertes en exceso de Cuba por cada 100,000 personas es de 550. Esta cifra ubicaría a la isla entre los 20 peores países del mundo y convertiría a Cuba en un caso atípico en la región de las Américas, donde el promedio es 368, apunta el reporte.
La publicación destaca al mismo tiempo que el 89% de la población de Cuba está completamente vacunada con vacunas fabricadas en la isla y que tienen una eficacia de hasta el 92,4% después de tres dosis.
Entre los elementos que habría provocado esta alta cifra de fallecidos, The Economist recuerda el envejecimiento poblacional que abarca a casi el 20% de los residentes en la isla, y otros factores evitables como los recortes presupuestarios y la escasez de suministros esenciales.
El medio recuerda que después del brote, los hospitales se vieron abrumados rápidamente; el oxígeno, el equipo de protección personal y los medicamentos escaseaban y que el país fue lento.
"Las muertes alcanzaron su punto máximo en agosto de 2021, durante la ola Delta. En ese mes, solo alrededor del 35 % de los cubanos había recibido un ciclo completo de vacunas contra la covid, en comparación con el 64 % de los británicos y el 54 % de los estadounidenses. La pandemia ha sacado a la luz algo que los cubanos saben desde hace tiempo, pero que las autoridades querían mantener en secreto: el sistema de salud del país no es lo que solía ser", concluye la publicación.
La Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) publicó en mayo de 2022 un reporte que revela que en 2021 fallecieron 167.645 personas (55.206 más que en 2020). La cifra oficial de fallecidos por covid-19 durante 2021 fue de 8.177 personas.
En agosto de 2021, el Dr. José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública de Cuba, aceptó públicamente que las cifras oficiales de muertes por COVID-19 en el país no reflejaban la realidad.
En los reportes diarios que ofrecía el Dr. Francisco Durán, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) “sólo ingresan los que en el momento de su deceso tienen un PCR positivo”, explicó entonces el ministro.
Portal Miranda dijo además que el hecho de que muchos pacientes fallecían antes de haber obtenido los resultados de los tests era otro motivo para que no aparecieran estos decesos en las estadísticas de muertes por coronavirus.
A lo largo de la pandemia, se dieron innumerables denuncias por parte de ciudadanos y trabajadores sanitarios que llamaron la atención sobre la realidad que enfrentaba el país, la urgente necesidad de aceptar la ayuda humanitaria y la ocultación de las cifras reales de contagios y muertes.
Uno de ellos fue el científico cubano Eduardo López-Collazo quien dijo al diario New York Times que el gobierno cubano estaba subregistrando las muertes por COVID-19.
López Collazo, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Paz, en Madrid, España y coautor del bestseller Coronavirus. ¿La última pandemia? consideró que esta manipulación de las cifras se hizo "de manera sistemática, para presentar un panorama más optimista".