Las cooperativas cubanas recuerdan las que se implementaron en la URSS durante el período inicial de la perestroika.
Las leyes que permiten la formación de cooperativas en actividades de construcción, transporte, gastronomía, pesca y servicios domésticos, entraron en vigor este martes en Cuba, como parte de las reformas de Raúl Castro, informaron los medios de prensa en la isla.
"A partir de este martes entrarán en vigor cinco nuevas normas jurídicas que establecen la creación gradual de cooperativas en actividades no agropecuarias, así como las disposiciones que con carácter experimental regulan ese proceso", señala la nota.
Se espera que más de 200 cooperativas urbanas, integradas con un mínimo de dos personas, se formen y comiencen a trabajar en breve al amparo de las leyes, añadió.
"Abarcarán sectores como el transporte, la gastronomía, la pesca, los servicios personales y domésticos, la recuperación de materias primas (reciclaje), la producción de materiales y los servicios de la construcción", indicó Granma.
El gobierno planea que algunas empresas de servicios y talleres estatales se conviertan en cooperativas, gestionadas por sus trabajadores. Hasta ahora sólo existían cooperativas agrícolas.
Las medidas económicas de Raúl Castro, ratificadas por el Partido Comunista (único) en abril de 2011, priorizan las cooperativas por sobre el trabajo privado, al que se han sumado hasta ahora unos 400.000 cubanos.
La nueva ley tributaria, que entrará en vigor en enero, "prevé beneficios fiscales para estas cooperativas, en comparación con otras formas de gestión no estatal. Entre estos figura la aplicación de una escala para el pago del Impuesto sobre Utilidades inferior a la de los trabajadores por cuenta propia".
Con las cooperativas y el trabajo privado, Raúl Castro busca reducir la abultada plantilla estatal, de casi cinco millones de trabajadores.
Desde 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder, se establecieron cooperativas en el campo -actualmente hay unas 5.800-, pero es la primera vez en medio siglo que se autorizan las urbanas.
Las nuevas cooperativas tendrán bienes propios y establecerán los precios de sus producciones bajo el principio de oferta y demanda, salvo en los casos que determine el gobierno. Todos los socios de la cooperativa tendrán los mismos derechos.
En la URSS, tras la llegada al poder de Mijail S. Gorbachev, se autorizaron en mayo de 1988 las actividades económicas cooperativistas. Para 1989 habían surgido en todo el país 133.000 cooperativas de bienes y servicios.
La aprobación de leyes de empresas del Estado y de cooperativas rompía la planificación burocrática y centralizada en la URSS. La proliferación de cooperativas fue la base para la acumulación de bienes de un sector de la población soviética que después entró al sistema capitalista mejor preparado.
Entonces, con las nuevas leyes, se autorizó la creación de pequeñas empresas familiares, las cooperativas comenzaron a suministrar bienes de consumo y servicios y se permitió el arrendamiento de tierras dedicadas a la agricultura por periodos de hasta de 50 años, para incentivar la economía rural.
Los precios en estos establecimientos eran 3 ó 4 veces superiores a los de las tiendas o establecimientos estatales, pero los servicios, de mejor calidad.
"A partir de este martes entrarán en vigor cinco nuevas normas jurídicas que establecen la creación gradual de cooperativas en actividades no agropecuarias, así como las disposiciones que con carácter experimental regulan ese proceso", señala la nota.
Se espera que más de 200 cooperativas urbanas, integradas con un mínimo de dos personas, se formen y comiencen a trabajar en breve al amparo de las leyes, añadió.
"Abarcarán sectores como el transporte, la gastronomía, la pesca, los servicios personales y domésticos, la recuperación de materias primas (reciclaje), la producción de materiales y los servicios de la construcción", indicó Granma.
El gobierno planea que algunas empresas de servicios y talleres estatales se conviertan en cooperativas, gestionadas por sus trabajadores. Hasta ahora sólo existían cooperativas agrícolas.
Las medidas económicas de Raúl Castro, ratificadas por el Partido Comunista (único) en abril de 2011, priorizan las cooperativas por sobre el trabajo privado, al que se han sumado hasta ahora unos 400.000 cubanos.
La nueva ley tributaria, que entrará en vigor en enero, "prevé beneficios fiscales para estas cooperativas, en comparación con otras formas de gestión no estatal. Entre estos figura la aplicación de una escala para el pago del Impuesto sobre Utilidades inferior a la de los trabajadores por cuenta propia".
Con las cooperativas y el trabajo privado, Raúl Castro busca reducir la abultada plantilla estatal, de casi cinco millones de trabajadores.
Desde 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder, se establecieron cooperativas en el campo -actualmente hay unas 5.800-, pero es la primera vez en medio siglo que se autorizan las urbanas.
Las nuevas cooperativas tendrán bienes propios y establecerán los precios de sus producciones bajo el principio de oferta y demanda, salvo en los casos que determine el gobierno. Todos los socios de la cooperativa tendrán los mismos derechos.
En la URSS, tras la llegada al poder de Mijail S. Gorbachev, se autorizaron en mayo de 1988 las actividades económicas cooperativistas. Para 1989 habían surgido en todo el país 133.000 cooperativas de bienes y servicios.
La aprobación de leyes de empresas del Estado y de cooperativas rompía la planificación burocrática y centralizada en la URSS. La proliferación de cooperativas fue la base para la acumulación de bienes de un sector de la población soviética que después entró al sistema capitalista mejor preparado.
Entonces, con las nuevas leyes, se autorizó la creación de pequeñas empresas familiares, las cooperativas comenzaron a suministrar bienes de consumo y servicios y se permitió el arrendamiento de tierras dedicadas a la agricultura por periodos de hasta de 50 años, para incentivar la economía rural.
Los precios en estos establecimientos eran 3 ó 4 veces superiores a los de las tiendas o establecimientos estatales, pero los servicios, de mejor calidad.