“El régimen cubano utiliza sus fuerzas de seguridad y capacidades cibernéticas para sofocar la disidencia, mientras confía en asociaciones, incluidas aquellas con China y Rusia, para apoyo militar y económico”, señala un informe de Inteligencia de EEUU.
La directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, y el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, el teniente general Scott Berrier, presentaron este martes el informe sobre las amenazas globales en el 2022 ante el Comité de Servicios Armados del Senado, en el que subrayan la influencia de Rusia y China en Latinoamérica como una preocupación para Washington.
El documento señala, además, que “La Habana es probablemente muy receptiva a una mayor cooperación política, económica y militar con Moscú y Beijing debido a preocupaciones sobre lo que percibe como amenazas a la administración de Miguel Díaz-Canel”.
Lee también Leyes que limitan la libertad de expresión se multiplican en LatinoaméricaAñade que Rusia es el socio militar de elección de Cuba y que La Habana ha aceptado préstamos de Moscú para mantener el equipo militar de la era soviética.
Sobre las relaciones de La Habana con Beijing, el informe dice que “son en su mayoría económicas, con algunos intercambios profesionales bilaterales y apoyo al entrenamiento militar”.
El reporte de Inteligencia indica que “los países latinoamericanos continúan enfrentando una serie de factores estresantes que ponen a prueba las capacidades de sus fuerzas de seguridad”. Estos factores incluyen problemas de COVID-19, economías en contracción e inseguridad alimentaria, “todo lo cual contribuye a mayores niveles de migración e inestabilidad”.
“El impacto económico ha hecho que muchos países pobres y de ingresos medianos retrocedan años en términos de desarrollo económico y está alentando a algunos en América Latina, África y Asia a mirar a China y Rusia en busca de asistencia económica y de seguridad para manejar su nueva realidad”, declaró ante el Comité la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines.
El informe añadió que Beijing y Moscú probablemente buscarán expandir esta influencia mediante ofertas continuas de ayuda y apoyo para abordar los innumerables problemas de la región, mientras se aprovecha de la corrupción y nepotismo para ampliar su influencia en las estructuras de gobierno.