En un comunidado sobre la llegada a la isla de los 14 migrantes cubanos deportados desde Colombia en horas de la tarde del sábado, 6 de agosto, la cancillería cubana responsabilizó nuevamente a Estados Unidos de estimular "una emigración ilegal e insegura".
Una nota de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior publicada en medios oficiales cubanos confirmó que el traslado se realizó en un vuelo de la fuerza aérea de Colombia, "respondiendo a una solicitud del Gobierno de ese país, y con estricto apego a lo establecido en la legislación de ambos países, y en las normas internacionales vigentes para ese tipo de situación".
Según la nota de la cancillería, una vez que fueron recibidos en Cuba, los migrantes fueron sometidos al control sanitario internacional establecido, y luego trasladados a sus provincias de residencia.
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El comunicado ratifica que los ciudadanos cubanos que hayan salido legalmente del país y cumplan con la legislación migratoria vigente tienen derecho a retornar a Cuba.
La cancillería responsabilizó al gobierno estadounidense del actual éxodo de cubanos, que según cifras del Pew Research Center ha traído a las fronteras de EEUU a un total de 46.635 isleños.
"Estos ciudadanos son víctimas de la politización del tema migratorio por parte del gobierno de Estados Unidos, el cual estimula una emigración ilegal e insegura, a través de la Ley de Ajuste Cubano, la política de “pies secos-pies mojados”, y del “Programa de Parole para profesionales médicos cubanos, confiriendo a estos un tratamiento diferenciado y único en el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio; contrastando con el tratamiento que reciben emigrantes de otros países latinoamericanos los cuales son rechazados", señaló el comunicado.
El gobierno colombiano decidió la semana pasada deportar a cientos de cubanos varados en su territorio al país de origen, ya fuera Cuba o el país desde donde ingresaron a Colombia.
Unos 300 isleños habrían tomado el camino de la selva del Darién rumbo a Panamá como única alternativa a la deportación.