Berta Soler insistió en su "disgusto" porque el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, diera la espalda a su grupo, después de que 75 de sus integrantes fueran "reprimidas" el pasado domingo.
Los disidentes cubanos agradecieron hoy el gesto de Chile y Costa Rica por sus contactos con opositores durante la cumbre de la Celac en La Habana y lamentaron la actitud del resto de mandatarios del bloque, a los que exigieron mayor énfasis en materia de derechos humanos.
En declaraciones a Efe, los líderes de las Damas de Blanco, Berta Soler; Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez; Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, y el periodista independiente Guillermo Fariñas coincidieron en reprochar que sólo representantes de dos países de la región escucharan a la disidencia.
Soler, portavoz de las Damas de Blanco, criticó la falta de osadía de la mayor parte de los líderes de la Celac por no reunirse con "la otra cara real" de la isla, "la disidencia reprimida por parte del Gobierno cubano", según dijo. La dirigente valoró como "muy positivo" su encuentro con el presidente saliente de Chile, Sebastián Piñera, quien la recibió el miércoles tras el final de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)
y "se desmarcó de los demás" para "escuchar la parte sufrida".
Soler insistió en su "disgusto" porque el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, diera la espalda a su grupo, después de que 75 de sus integrantes fueran "reprimidas" el pasado domingo. "Quisimos hablar de esto con él y dijo que no venía a Cuba a disgustar a nadie sino como observador. Pero sí nos disgustó a las Damas de Blanco", recalcó.
Por su parte, el activista Elizardo Sánchez se quejó de que el tema de los derechos humanos "está ocupando un lugar menos que secundario en la agenda de los jefes de Estado de la Celac", ya que de la cumbre no se derivó ningún compromiso claro al respecto. Advirtió a los líderes del bloque que "la oleada de represión" en Cuba antes y durante la cumbre "proyecta una señal elocuente de que el gobierno no piensa mejorar la situación al menos en el corto plazo".
En contraste, Elizardo Sánchez valoró como "una forma de reconocimiento humano a nuestros pacíficos esfuerzos aquí" la reunión que mantuvo la víspera con representantes de la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, lo que a su juicio "habla mucho de las democracias de países con tradición respetable al respecto".
El expreso político José Daniel Ferrer lamentó que otras delegaciones de la Celac "no hayan hecho lo mismo que la costarricense y la chilena" y se quejó de presidentes como el uruguayo José Mujica y el colombiano Juan Manuel Santos, por no disponer de "solo unos minutos" para la sociedad civil cubana. Ferrer resaltó la petición del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al gobierno de Cuba para que ratifique los pactos internacionales de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El periodista independiente Guillermo Fariñas, premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos, denunció que sigue bajo "arresto domiciliario" desde el pasado 22 de enero para impedir su asistencia a un foro que planeaba realizar la oposición en paralelo a la cumbre de la Celac. Fariñas criticó que esa cita regional ha proporcionado "una victoria táctica" al Gobierno cubano.
En declaraciones a Efe, los líderes de las Damas de Blanco, Berta Soler; Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez; Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, y el periodista independiente Guillermo Fariñas coincidieron en reprochar que sólo representantes de dos países de la región escucharan a la disidencia.
Soler, portavoz de las Damas de Blanco, criticó la falta de osadía de la mayor parte de los líderes de la Celac por no reunirse con "la otra cara real" de la isla, "la disidencia reprimida por parte del Gobierno cubano", según dijo. La dirigente valoró como "muy positivo" su encuentro con el presidente saliente de Chile, Sebastián Piñera, quien la recibió el miércoles tras el final de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)
y "se desmarcó de los demás" para "escuchar la parte sufrida".
Soler insistió en su "disgusto" porque el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, diera la espalda a su grupo, después de que 75 de sus integrantes fueran "reprimidas" el pasado domingo. "Quisimos hablar de esto con él y dijo que no venía a Cuba a disgustar a nadie sino como observador. Pero sí nos disgustó a las Damas de Blanco", recalcó.
En contraste, Elizardo Sánchez valoró como "una forma de reconocimiento humano a nuestros pacíficos esfuerzos aquí" la reunión que mantuvo la víspera con representantes de la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, lo que a su juicio "habla mucho de las democracias de países con tradición respetable al respecto".
El expreso político José Daniel Ferrer lamentó que otras delegaciones de la Celac "no hayan hecho lo mismo que la costarricense y la chilena" y se quejó de presidentes como el uruguayo José Mujica y el colombiano Juan Manuel Santos, por no disponer de "solo unos minutos" para la sociedad civil cubana. Ferrer resaltó la petición del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al gobierno de Cuba para que ratifique los pactos internacionales de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El periodista independiente Guillermo Fariñas, premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos, denunció que sigue bajo "arresto domiciliario" desde el pasado 22 de enero para impedir su asistencia a un foro que planeaba realizar la oposición en paralelo a la cumbre de la Celac. Fariñas criticó que esa cita regional ha proporcionado "una victoria táctica" al Gobierno cubano.