El equipo cubano ratificó su condición de rey indiscutible del boxeo aficionado, al asegurarse este martes un total de siete medallas en los Mundiales que se disputan en Hamburgo, tras situar en las semifinales a siete de los nueve púgiles con los que viajó a la ciudad alemana.
Botín que permite al país caribeño, el más laureado en la historia de los Mundiales con 128 medallas, igualar los siete metales que logró hace dos años en Doha, donde los boxeadores cubanos se colgaron cuatro oros, dos platas y un bronce.
Un éxito que, sin embargo, se vio ensombrecido por la inesperada eliminación en el peso medio de Arlen López, el vigente campeón olímpico y mundial, que cayó derrotado en los cuartos de final ente el kazako Abilkhan Amankul por una ajustada decisión (3-2) de los jueces.
Quien no falló fue su compatriota Julio La Cruz, que dio un nuevo paso hacia la conquista de su cuarta corona mundial consecutiva de los semipesados, tras imponerse por decisión unánime de los jueces al alemán Ibragim Bazuev.
La Cruz, oro el pasado año en los Juegos Olímpicos de Río, se medirá en las semifinales con el ecuatoriano Carlos Mina, que derrotó con el veredicto unánime de los jueces al tayiko Shabbos Negmatulloev.
Igualmente intratable se mostró el también cubano Lázaro Álvarez, que busca en Hamburgo su tercer título mundial consecutivo de los ligeros, ante el alemán Murat Yildrim al que se impuso por decisión unánime de los árbitros.
Álvarez, que suma a sus tres oros en los ligeros la victoria en el Mundial disputado en 2011 en Baku en el peso gallo, se medirá en las semifinales con el georgiano Otar Eranosyan.
Menos problemas tuvo todavía para acceder a la semifinales de los pesos pesados el cubano Erislandy Savón, sobrino del legendario Félix Savón, el único púgil que atesora seis títulos mundiales, tras derrotar al inglés Cheavon Clarke, en una pelea que el árbitro dio por finalizada antes de la conclusión del tercer asalto.
Savón, vigente subcampeón mundial, buscará un puesto en la final ante el kazako Vassiliy Levit, el púgil que privó el pasado año al boxeador cubano de disputar la final de los Juegos Olímpicos de Río, tras imponerse por unanimidad al guantanamero en el combate de semifinales.
Joahnys Argilagos derrotó a Salah Ibrahim Omar.
Prosiguió la racha de éxitos cubanos, Joahnys Argilagos, vigente campeón del peso minimosca, que selló su pase a las semifinales de la categoría más liviana, tras derrotar al alemán Salah Ibrahim Omar por decisión unánime de los jueces.
El mismo resultado por el que se saldaron las victorias de los también cubanos Yosbany Veitía, que derrotó por 5-0 al español Gabriel Escobar en los cuartos de final del peso mosca, Andy Cruz, que venció por unanimidad al dominicano Elvis Rodríguez en los superligeros, y Roniel Iglesias, que se aseguró una medalla en el peso welter al derrotar (5-0) al estadounidense Quinton Randall.
Los representantes cubanos no fueron los únicos boxeadores latinoamericanos que se aseguraron hoy su presencia en el podio, ya que además del ya mencionado ecuatoriano Carlos Mina en los semipesados, el colombiano Yurberjen Martínez logró también el acceso a las semifinales en el peso minimosca.
Martínez, que hoy se impuso al mongol Gan-Erdene Gankhuyag, tendrá la oportunidad de tomarse el próximo jueves la revancha ante el uzbeko Hasanboy Dusmaytov, el púgil que privó el pasado año al colombiano de colgarse la medalla de oro en los Juegos de Río.
Menos fortuna tuvieron sus compatriotas Jorge Vivas, en el peso medio, y Ceiber Ávila, en el peso mosca, que cayeron ante uzbekos Kamran Shakhsuvarly y Jasurbek Latipov, respectivamente.
Del mismo modo, se quedó fuera de las medallas en los superpesados el también colombiano Cristian Salcedo, que no pudo aguantar ni tan siquiera un asalto al camerunés Fokou Arsene.
Mucho más disputado fue el combate en el peso welter entre el venezolano Gabriel Maestre y el kazako Ablaikhan Zhussupov, aunque el púgil sudamericano no pudo evitar finalmente la derrota (3-1), al igual que el dominicano Leonel de los Santos, que cayó (4-1) en el peso gallo ante el inglés Peter McGrail.
(Con información de EFE)