El Instituto Finlay de Vacunas (IFV) de Cuba iniciará el lunes con voluntarios las pruebas de la vacuna que ha producido: ese día la recibirán 20 personas de entre 19 y 59 años, y el lunes, 31 de agosto, otras 20 de entre 60 y 80 años, informó el director del IFV, Vicente Vérez Bencomo, según Cubadebate.
Casi dos semanas después, el 11 de septiembre, se la administrarán a otras 636 personas que también se ofrecieron voluntariamente para las pruebas, y así se completa el grupo de los 676 previstos en los ensayos iniciales, reporta el sitio oficial.
Lee también Contrasta fervor por “vacuna cubana” con cautela de autoridades del MINSAPLos del lunes no serán los primeros seres humanos que reciban la vacuna cubana: el propio Vérez Bencomo y otros dos investigadores del IFV, Yuri Valdés y Dagmar García Rivera, se la aplicaron el 28 de julio, como parte de un proceso en el que han trabajado también el Centro de Inmunología Molecular (CIM) y la Universidad de La Habana.
Además de dirigir el IFV, el ingeniero químico Vérez Bencomo es el líder del grupo de científicos a cargo del proyecto. No está claro si se trata de información desactualizada, pero de acuerdo con el sitio oficial Ecured es, o ha sido, director del Centro de Antígenos Sintéticos de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana, “que se dedica fundamentalmente a la investigación y el desarrollo de nuevas vacunas y reactivos” para diagnósticos.
A solicitud del gobernante Miguel Díaz-Canel, la vacuna se llama “Soberana”, y la fase de ensayos en humanos ya tiene el permiso de CECMED, el Centro Para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos, la autoridad reguladora de equipos y dispositivos médicos de Cuba, informa el diario Granma.
Los reportes oficiales establecen un itinerario de efemérides asociados al desarrollo de la vacuna, que cierra con la presentación de Vérez Bencomo ante Díaz-Canel y otros altos funcionarios del gobierno el miércoles 19 de agosto, al cumplirse 105 años del fallecimiento del científico cubano a quien el IFV debe su nombre, Carlos J. Finlay.
Díaz-Canel pidió llamarla “Soberana” en otra fecha histórica, asegura Cubadebate. “Fue el 19 de mayo, 125 aniversario de la caída en combate de José Martí, en una reunión con representantes del polo científico en la sede de Neurociencias”, dice.
Lee también ¿Qué se sabe de la vacuna rusa contra el COVID-19 que podría producirse en noviembre en Cuba?Además, en la presentación del miércoles, según Cubadebate, Vérez Bencomo, Yuri Valdés y García Rivera, “visiblemente emocionados, comentaron en la sala del Palacio de la Revolución, donde transcurrió la reunión, que la autorización para los ensayos clínicos en Fase 1 y 2 les llegó en vísperas del 13 de agosto, cumpleaños 94 de Fidel [Castro], a quien calificaron como la mayor fuente de inspiración”.
En el encuentro, Vérez Bencomo se mostró confiado en la eficacia de la vacuna. Las primeras pruebas en animales, específicamente en ratones y conejos, indujeron elevadas muestras de “anticuerpos anti-RBD”, declaró el científico.
El trabajo del equipo para crear una vacuna propia en Cuba comenzó en mayo, de acuerdo con declaraciones de la Dra. García Rivera, directora de Investigaciones del IFV, que menciona el apremio con el cual se enfrascaron en la tarea.
“Sin ceder en la calidad de la investigación, hemos tenido que acelerar etapas, acortar las transiciones entre una y otra”, declaró García Rivera, citada por Cubadebate. “Si en condiciones normales se tiene que esperar a que esté un resultado para iniciar la otra etapa de investigación, ahora hubo que acelerar ese tránsito entre un momento y otro del estudio”.
Dijo también que el antígeno elegido para desarrollar la vacuna fue precisamente el RBD, siglas de Receptor Binding Domain (la zona de unión al receptor) y que la decisión de usarlo fue tomada el 22 de mayo.
Rusia no ha dado detalles de la vacuna anunciada el 12 de agosto por Vladimir Putin, pero se sabe que investigadores chinos del Instituto de Microbiología y Epidemiología de Pekín y de la Universidad Fudan, en Shanghai, junto con científicos del Instituto Lindsley F. Kimball, de Nueva York, presentaron el 3 de marzo a la revista Nature (que lo publicó el 19 de ese mes) su estudio del RBD como vía para producir una vacuna contra el COVID-19.
De acuerdo con la Dra. García Rivera, fue la alianza con el Centro de Inmunología Molecular (CIM) lo que les permitió disponer de la infraestructura tecnológica, “porque nosotros no tenemos capacidad de obtener proteínas recombinantes por ingeniería genética”, dijo.
Se refirió también a la participación de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana, el laboratorio de biología molecular del Centro de Investigaciones de la Defensa Civil, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Centro Nacional de Toxicología y el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
Está previsto que el programa Mesa Redonda de la noche de este jueves se dedique íntegramente al tema de la vacuna "Soberana".