La activista cubana Rosa María Paya viajó este miércoles a La Habana donde está previsto que llegue, el 22 de febrero, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro para recibir un premio en honor al disidente fallecido Oswaldo Payá.
El galardón lo entrega la organización Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, presidido por Rosa María Payá, hija de Oswaldo Payá, que regresó a la isla para preparar la agenda de visita de Almagro.
La activista, que no adelantó detalles de la agenda, enfatizó el entusiasmo de la RedLat y la sociedad civil cubana con la posibilidad de realizar la entrega del premio a Almagro en La Habana, y la mención de honor al fallecido expresidente chileno Patricio Alwyn que recogerá la hija.
En el programa Cuba al Día, de Radio Martí, Payá dijo que toda la sociedad civil (tanto los que viven en la isla como en el exterior) está invitada a participar en la ceremonia.
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Cuba no forma parte de la OEA desde 1962, cuando fue expulsada del organismo. El régimen de La Habana ha sido desde entonces un crítico acérrimo del organismo. Aunque en 2009 la isla fue readmitida por los estados miembros, no ha mostrado interés en regresar.
La presidente de RedLat destacó que están “esperanzados” de que a la isla vayan representantes de la comunicad internacional, y alguien como Almagro, que ha mantenido una posición coherente con el tema de los derechos humanos en Latinoamérica.
“Esperamos que esto sirva para extender el compromiso de la Secretaria General de la OEA a países miembros de esa organización, y en especial el caso de los cubanos y el derecho a decidir y apoyar la realización de un plebiscito”, señaló
Paya insistió en que el enorme espectro de proyectos, personas, organizaciones, y grupos en la isla coincide por mayoría “con defender los derechos humanos para todos los cubanos”.
El premio otorgado por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia fue creado en mayo de 2016. Tiene como meta "levantar la voz" contra los abusos de los gobiernos de la región.
Oswaldo Payá fue un disidente cubano muy activo en la década de los 90, y lideró una pequeña organización llamada Movimiento Cristiano Liberación. Murió en 2012 en un accidente automovilístico ysu familia siempre reclamó una nueva investigación del caso.
Sin reacciones del gobierno cubano
Las autoridades cubanas no se han pronunciado al respecto de la visita de Almagro a la isla.
Cynthia Arnson, directora del programa latinoamericano del Woodrow Wilson International Center for Scholars, dijo el miércoles a la AP que una visita de Almagro a Cuba sería "sin precedentes", no solo por la presencia institucional de la OEA en Cuba a través de su secretario general, sino también por recibir un premio que honra a un disidente cubano.
"No me sorprende que haya dudas del gobierno cubano para admitir o no a un alto funcionario que va hablar de democracia interna y derechos humanos, temas todavía muy sensibles para el gobierno cubano", dijo ante el silencio de las autoridades cubanas.
Entrevistado también por la AP, Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, dijo que si La Habana impidiera el ingreso de Almagro a su territorio generaría una reacción muy fuerte en Washington y otras capitales del continente, especialmente cuando el gobierno de Raúl Castro busca abrirse al mundo con reformas económicas y normalizando relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
"Recibir un premio por derechos humanos no amenaza en nada al gobierno cubano. Ellos no estarán contentos, y que se pronuncien, pero deberían dejarlo entrar" a Cuba, dijo.
Para Shifter, la visita encajaría con la postura que Almagro ha asumido sobre los derechos humanos en Venezuela. "Él quiere proyectar esa imagen y mostrar su compromiso con los derechos humanos en Cuba y Venezuela", agregó.
(Complementada con información de AP y Cuba al Día)