"Las medidas que durante décadas se han puesto en práctica en la forma de gestionar la tierra no han conducido al necesario aumento de la producción", reconoció el vicepresidente cubano Marino Murillo.
Las autoridades cubanas admitieron que en el sector agropecuario persisten "distorsiones" que impiden aumentar la producción y las pretende rectificar con medidas para poner en "igualdad de condiciones" a los productores, informaron hoy medios oficiales.
"Las medidas que durante décadas se han puesto en práctica en la forma de gestionar la tierra no han conducido al necesario aumento de la producción", indicó el vicepresidente Marino Murillo en la última reunión del Consejo de Ministros cubano, celebrada el pasado viernes y de la que no se había informado hasta hoy.
Según Murillo, coordinador del plan de reformas económicas impulsado por el gobernante Raúl Castro, "se requiere rectificar las distorsiones que han afectado los resultados económicos" en el campo y "urge poner en igualdad de condiciones a todos los productores, liberar las fuerzas productivas y propiciar su eficiencia". En Cuba, un 70,5 por ciento del área agrícola total está en manos del sector cooperativo y campesino, ya sea como dueño o usufructuario.
Apunta el partidista diario Granma, que uno de los principales problemas que afronta el sector agropecuario es que se asignan recursos y equipamientos privilegiando al sector estatal "mientras que al resto (cooperativas y pequeños agricultores) no siempre se le aseguran ni en tiempo ni en cantidad".
"Se entregan insumos sin tener en cuenta la capacidad financiera y la eficiencia de los productores a quienes tampoco se les ha garantizado la venta de medicamentos de uso veterinario", indica el rotativo.
Para solucionar esa situación, La Habana ha decidido crear una especie de mercado de recursos y equipamientos, sin subsidios, destinado al sector agropecuario, que incluye medidas para evitar que un eventual aumento de los precios afecte a la población.
Ese mercado de venta liberada de recursos para los productores agrarios se pondrá en marcha de forma experimental en el municipio especial Isla de la Juventud con la previsión de extenderlo paulatinamente al resto del país.
El Gobierno cubano también permitirá que pequeños agricultores vinculados a granjas estatales y cooperativas compren esos insumos, servicios y productos directamente a personas naturales o jurídicas.
Según ha dicho en varios discursos, una de las prioridades del Gobierno de Raúl Castro ha sido revitaliza la agricultura para aumentar la producción de alimentos, asunto que se considera de "seguridad nacional" en un país que gasta al año más de 1.500 millones de dólares en importar el 80 por ciento de los víveres que consume.
Dentro de sus reformas para actualizar el modelo económico socialista, el general Castro impulsó en 2008 un plan para dar en usufructo tierras agrícolas, pero la medida enfrenta aún dificultades como la reticencia de las administraciones a declarar ociosas esas tierras y entregarlas a campesinos.
"Las medidas que durante décadas se han puesto en práctica en la forma de gestionar la tierra no han conducido al necesario aumento de la producción", indicó el vicepresidente Marino Murillo en la última reunión del Consejo de Ministros cubano, celebrada el pasado viernes y de la que no se había informado hasta hoy.
Según Murillo, coordinador del plan de reformas económicas impulsado por el gobernante Raúl Castro, "se requiere rectificar las distorsiones que han afectado los resultados económicos" en el campo y "urge poner en igualdad de condiciones a todos los productores, liberar las fuerzas productivas y propiciar su eficiencia". En Cuba, un 70,5 por ciento del área agrícola total está en manos del sector cooperativo y campesino, ya sea como dueño o usufructuario.
Apunta el partidista diario Granma, que uno de los principales problemas que afronta el sector agropecuario es que se asignan recursos y equipamientos privilegiando al sector estatal "mientras que al resto (cooperativas y pequeños agricultores) no siempre se le aseguran ni en tiempo ni en cantidad".
"Se entregan insumos sin tener en cuenta la capacidad financiera y la eficiencia de los productores a quienes tampoco se les ha garantizado la venta de medicamentos de uso veterinario", indica el rotativo.
Para solucionar esa situación, La Habana ha decidido crear una especie de mercado de recursos y equipamientos, sin subsidios, destinado al sector agropecuario, que incluye medidas para evitar que un eventual aumento de los precios afecte a la población.
Ese mercado de venta liberada de recursos para los productores agrarios se pondrá en marcha de forma experimental en el municipio especial Isla de la Juventud con la previsión de extenderlo paulatinamente al resto del país.
El Gobierno cubano también permitirá que pequeños agricultores vinculados a granjas estatales y cooperativas compren esos insumos, servicios y productos directamente a personas naturales o jurídicas.
Según ha dicho en varios discursos, una de las prioridades del Gobierno de Raúl Castro ha sido revitaliza la agricultura para aumentar la producción de alimentos, asunto que se considera de "seguridad nacional" en un país que gasta al año más de 1.500 millones de dólares en importar el 80 por ciento de los víveres que consume.
Dentro de sus reformas para actualizar el modelo económico socialista, el general Castro impulsó en 2008 un plan para dar en usufructo tierras agrícolas, pero la medida enfrenta aún dificultades como la reticencia de las administraciones a declarar ociosas esas tierras y entregarlas a campesinos.