Ante la inminente llegada del huracán Irma, organizaciones estatales, internacionales y no gubernamentales alistan planes de apoyo a los posibles damnificados en Cuba.
Desde la Defensa Civil cubana hasta la Cruz Roja Internacional y organizaciones como Cáritas, de la Iglesia Católica y la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cada entidad ayuda a su manera y en dependencia de sus posibilidades.
A continuación, listamos varias de las entidades que brindan protección y ayuda a los cubanos en caso de fenómenos naturales y situaciones de desastre:
Estado Mayor de la Defensa Civil
El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil es el órgano estatal encargado de organizar e implementar las medidas para lidiar con situaciones excepcionales en tiempos de paz en Cuba, como epidemias o eventos meteorológicos.
Su jerarquía se extiende por todo el territorio nacional y se subordinan a él gobiernos municipales y provinciales, fuerzas armadas, ministerios e instituciones civiles, que ponen sus recursos humanos y materiales a su disposición.
Entre sus acciones esenciales se encuentran el aviso, protección en obras ingenieras, evacuación hacia zonas seguras, rescate y distribución de ayudas. También se encarga de coordinar los programas de cooperación y ayuda internacional en caso de catástrofes.
La Cruz Roja
El Departamento de Operaciones y Socorro de la Cruz Roja Cubana se encarga de acciones de prevención, respuesta y recuperación en el ámbito comunitario, en casos de desastres.
Precisamente, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, FICR, declaró este martes que se está preparando para una "importante" respuesta humanitaria ante el huracán Irma.
La FICR liberó más de $120.000 francos suizos ($125.142 dólares) de su Fondo para la Respuesta de Emergencia a Desastres, a fin de apoyar la preparación de Cruz Roja en Antigua y Barbuda y en San Cristóbal y Nieves, y está lista para destinar más financiación a la asistencia humanitaria en un futuro si fuera necesario.
El Programa Mundial de Alimentos
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, PMA, anunció que dispone de asistencia para al menos 275. 000 personas durante el primer mes tras al paso del huracán Irma, una ayuda que sería repartida entre damnificados de Cuba, República Dominicana y Haití.
El PMA envió apoyo logístico y alimentos para unas 180.000 personas en los territorios afectados de el huracán Matthew en Guantánamo. No solo distribuyeron arroz, frijoles, aceites y un suplemento de vitaminas y minerales para niños menores de 2 años, sino que habilitaron cinco almacenes temporales, para resguardar las reservas locales.
También la organización no gubernamental Oxfam declaró que se encuentra inmersa en los preparativos para hacer frente a las necesidades de las personas que resulten más afectadas.
La ayuda de organizaciones independientes
Varias organizaciones opositoras en Cuba también se encargan de repartir recursos para ayudar a los damnificados por este tipo de fenómenos naturales.
La UNPACU, con sede en Santiago de Cuba, desde la tarde del martes comenzó los preparativos para fortalecer las viviendas o evacuar a miembros de su organización y vecinos necesitados a lugares seguros y casas de otros activistas. También almacenan agua y alimentos secos, como granos y galletas.
Como en ocasiones anteriores, la UNPACU planea distribuir alimentos, agua y artículos de primera necesidad entre los afectados, en dependencia del impacto del huracán en la isla, aseguró el líder de la organización, José Daniel Ferrer.
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Ferrer lamentó las trabas que pone el gobierno castrista a los miembros de su organización, cuando se disponen a repartir la ayuda que les llega del exterior, gracias a organizaciones como la Fundación Cubanoamericana y donantes privados. Las autoridades acostumbran confiscar las ayudas.
La organización Cáritas, perteneciente a la Iglesia Católica, también se encarga de proveer ayuda a las personas afectadas. Tras el impacto del huracán Matthew, la Iglesia Católica distribuyó un contenedor de comida, ropas, zapatos y artículos de aseo personal en Baracoa, indica uno de los fieles que participó como voluntario, Keider Rodríguez.
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También en esa ocasión, el gobierno impidió que la Iglesia entregara las ayudas directamente. Debieron hacerlo a través de los canales estatales, y solo permitieron la presencia de monjas y sacerdotes durante las entregas.
El problema no es antes, ni durante, sino después
El problema en Cuba no radica en las gestiones previas a la llegada del huracán o en la protección de vidas humanas durante el paso de este, sino el periodo de recuperación.
Pasada la eventualidad, las jerarquías vuelven a sus lugares y el presupuesto y los recursos materiales de la Defensa Civil regresan a sus tenedores, incluidos los destinados a auxiliar a la población.
En ocasiones anteriores, se ha reportado la falta de materiales para la reparación de viviendas, de ómnibus para trasladar a albergues a habitantes de zonas inundadas, además de la carencia de alimentos y medicinas.
Vecinos de Baracoa denunciaron que 6 meses después del paso del huracán Matthew aún no había recibido ayuda para paliar los graves daños sufridos. También residentes de varios municipios de Guantánamo declararon a Martí Noticias en abril pasado que su situación rayaba en la miseria.
La Organización de Naciones Unidas, ONU, entregó ayuda humanitaria a las autoridades de Guantánamo para los damnificados por el huracán. Sin embargo, desde Cuba aseguraron que ese respaldo no llegó a los pobladores.
En esa ocasión y otras anteriores, los cubanos se han quejado del turbio manejo de las ayudas a nivel gubernamental, pues estas donaciones no llegan a sus manos o son vendidas en los mercados estatales a altos precios.
(Redactado por Lizandra Díaz Blanco, con información de archivo y de las instituciones citadas)