Los treinta y cinco norcoreanos permanecen en una ex base militar bajo fuertes medidas de custodia.
Una delegación de la Cruz Roja panameña inició este martes la visita a los 35 tripulantes que se encuentran detenidos en Panamá por transportar armamento cubano no declarado, constató un periodista de la AFP.
Un convoy compuesto por varios vehículos de la Cruz Roja, junto a cuatro ambulancias, ingresaron al Fuerte Sherman, una antigua base estadounidense ubicada a orillas del canal de Panamá en la zona atlántica, que aloja a los marinos del "Chong Chon Gang" desde hace 10 días. "Vienen tres médicos y personal nuestro así que vamos a ver como encontramos a la tripulación", dijo a los periodistas Jaime Fernández, presidente de la Cruz Roja panameña.
Fernández anunció que también estaba prevista para más tarde una visita de funcionarios del Comité Internacional de la Cruz Roja. "Venimos a ver si necesitan algún servicio médico de nosotros. Es una misión humanitaria", añadió Fernández. Los vehículos y ambulancias fueron registrados minuciosamente por funcionarios policiales del Servicio Nacional Aeronaval, que tiene la custodia de la base y de los tripulantes del carguero.
Entre los objetos que llevaban los vehículos se pudieron divisar pasta de dientes, papel higiénico, botellas de agua, y bebidas energizantes.
De acuerdo con las leyes panameñas, los tripulantes podrían ser condenados a un máximo de 6 años. "Les formulamos cargos a los marinos y ellos se acogieron a su derecho de no declarar (... ) este tipo de conductas por transporte ilegal de armas tienen de cuatro a seis años de prisión", dijo la semana pasada el fiscal Javier Caraballo.
Panamá aguarda la llegada el 5 de agosto de una misión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para evaluar el armamento interceptado y ver si ingresa en el campo del embargo a todo comercio o trasiego de armas declarado por la ONU contra Corea del Norte.
El buque fue abordado el 10 de julio por fuerzas panameñas antes de ingresar por la boca del Atlántico al Canal de Panamá, tras aducir sospechas de drogas entre los 220.000 quintales de azúcar cubana, la única carga que había declarado. Luego las autoridades panameñas detectaron dos contenedores ocultos, en uno de los cuales había un sistema de control de tiro de misiles antiaéreos.
Posteriormente Cuba reconoció ser propietaria del armamento, al cual calificó como "defensivo y obsoleto", enumeró además la presencia de cazas Mig y misiles, y dijo que todo era enviado a Corea del Norte para reparación y devolución a la isla.
Por el canal de Panamá, donde transita el 5% del comercio mundial, pueden pasar buques militares y también barcos mercantes que lleven material bélico, pero esos artículos deben ser declarados con anticipación.
Un convoy compuesto por varios vehículos de la Cruz Roja, junto a cuatro ambulancias, ingresaron al Fuerte Sherman, una antigua base estadounidense ubicada a orillas del canal de Panamá en la zona atlántica, que aloja a los marinos del "Chong Chon Gang" desde hace 10 días. "Vienen tres médicos y personal nuestro así que vamos a ver como encontramos a la tripulación", dijo a los periodistas Jaime Fernández, presidente de la Cruz Roja panameña.
Fernández anunció que también estaba prevista para más tarde una visita de funcionarios del Comité Internacional de la Cruz Roja. "Venimos a ver si necesitan algún servicio médico de nosotros. Es una misión humanitaria", añadió Fernández. Los vehículos y ambulancias fueron registrados minuciosamente por funcionarios policiales del Servicio Nacional Aeronaval, que tiene la custodia de la base y de los tripulantes del carguero.
Entre los objetos que llevaban los vehículos se pudieron divisar pasta de dientes, papel higiénico, botellas de agua, y bebidas energizantes.
De acuerdo con las leyes panameñas, los tripulantes podrían ser condenados a un máximo de 6 años. "Les formulamos cargos a los marinos y ellos se acogieron a su derecho de no declarar (... ) este tipo de conductas por transporte ilegal de armas tienen de cuatro a seis años de prisión", dijo la semana pasada el fiscal Javier Caraballo.
Panamá aguarda la llegada el 5 de agosto de una misión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para evaluar el armamento interceptado y ver si ingresa en el campo del embargo a todo comercio o trasiego de armas declarado por la ONU contra Corea del Norte.
El buque fue abordado el 10 de julio por fuerzas panameñas antes de ingresar por la boca del Atlántico al Canal de Panamá, tras aducir sospechas de drogas entre los 220.000 quintales de azúcar cubana, la única carga que había declarado. Luego las autoridades panameñas detectaron dos contenedores ocultos, en uno de los cuales había un sistema de control de tiro de misiles antiaéreos.
Posteriormente Cuba reconoció ser propietaria del armamento, al cual calificó como "defensivo y obsoleto", enumeró además la presencia de cazas Mig y misiles, y dijo que todo era enviado a Corea del Norte para reparación y devolución a la isla.
Por el canal de Panamá, donde transita el 5% del comercio mundial, pueden pasar buques militares y también barcos mercantes que lleven material bélico, pero esos artículos deben ser declarados con anticipación.