El Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó este lunes la elevada cifra de 8,184 casos nuevos de COVID-19 y 66 fallecimientos a causa de la enfermedad, elevando a 341,152 el total de contagios, y a 2,417 la cifra de muertes desde que comenzó la pandemia el año pasado.
Permanecen hospitalizados 60,395 pacientes, de ellos 42,338 confirmados activos, 14,661 con síntomas sospechosos y el resto en vigilancia epidemiológica.
La Habana vuelve a ser la provincia con más casos reportados en un día, con un total de 1,527, seguida por Matanzas, con 1,264; Holguín, con 816, Ciego de Ávila, con 704, y Cienfuegos, con 641, entre los territorios más afectados.
Este fin de semana, Cuba estableció un nuevo récord de casos diarios y fallecidos por COVID-19. Mientras, se agudiza la crisis ya existente en las instituciones médicas, los centros de aislamiento y el faltante de medicamentos y alimentos, alertan cubanos desde la isla.
Your browser doesn’t support HTML5
En Matanzas ya hay un desplome hospitalario. Está colapsado el hospital General Pedro Betancourt, en Jovellanos, y el Iluminado Rodríguez, de Jagüey Grande, informó desde el poblado de Carlos Rojas Annia Zamora, que tiene COVID-19, al igual que sus hijas, y este lunes estaba haciendo una cola con decenas de personas para hacerse un Test Rápido, porque no hay PCR.
“El suegro de mi hija estuvo a punto de morir por falta de oxígeno en el hospital de Jovellanos, que está colapsado completamente. Ahora se encuentra en la institución hospitalaria de Jagüey Grande; allí son pésimas las condiciones y, gracias a unas amistades, pudimos resolver un reloj para poder colocárselo a un balón de oxígeno, que también resolvimos por nuestra cuenta, porque en los hospitales no había ni oxígeno, ni nada, tuvimos que llevarlo todo”, contó Zamora.
En Ciego de Ávila la situación es muy tensa, señaló el cuentapropista José Carlos Fernández.
“En el hospital provincial Antonio Luaces Iraola ya no hay capacidad. También hay falta de medicamentos y recursos, las personas están muriendo en sus casas”, advirtió.
También en el municipio de Morón, en el territorio avileño, se está incrementando el número de fallecidos, reportó la comunicadora Dairis González Ravelo.
“Acá, en Morón, hay muchos fallecidos por el COVID-19, sin embargo, no lo dicen en el reporte oficial diario, pero lo sabemos porque las familias están poniendo las fotos de los que mueren en el portal Revolico de Morón”, aseguró.
Your browser doesn’t support HTML5
La falta de vivienda también juega un papel en la propagación de la pandemia, destacó desde La Habana la bloguera Rebeca Monzó.
“Todo lo que es Centro Habana y La Habana Vieja, la mayoría de los ciudadanos viven hacinados, en alberges. En un cuarto viven 10 personas, por eso hay tantos niños contaminados”, aseguró la bloguera.
La provincia de Cienfuegos también estableció récord de casos. Desde allí el periodista independiente Alejandro Tur Valladares nos dijo:
“Ante el alarmante aumento de casos que afecta ya a todos los municipios, las autoridades estarían habilitando el hotel Pasacabellos para internar allí casos positivos”, informó el comunicador.
Ramón Zamora, en la provincia de Holguín, reportó un foco de COVID-19 en la prisión provincia y también en La ladrillera.
“Los reclusos se quejan que no tienen ni una dipirona para tratar los dolores de cabeza y la fiebre. También continúan falleciendo personas en el territorio holguinero, más de los que están reportando los medios oficiales”, afirmó Zamora.
En Baracoa, en Guantánamo, el periodista independiente Emilio Almaguer dijo que allí la escasez es total en medio del rebrote.
“Estamos desnutridos, y lo más preocupante es la aparición de la nueva cepa, que ya hay fallecidos en la zona de Maisí”, dijo el comunicador.
En entrevista con la reportera Ivette Pacheco, la activista Lisandra Rivera, paciente de COVID-19, al igual que su hijo, calificó de desastre su estancia en el Hospital Infantil Norte en la ciudad de Santiago de Cuba.
Your browser doesn’t support HTML5
“No hay medicamentos. En el caso de los padres, si no tienes síntomas fuertes, no te medican. No hay agua potable para tomar y la comida es pésima, todo es un desastre”, denunció la activista.
(Incluye reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)