Las autoridades cubanas deben liberar incondicional e inmediatamente a todos los periodistas detenidos, dejar de bloquear el servicio de Internet y permitir que la prensa cubra libremente las protestas, declaró el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Desde el 11 de julio, en numerosas ciudades cubanas han estallado protestas. Los manifestantes han exigido el fin del Gobierno comunista de la isla y han protestado contra la crisis económica, que se ha agravado por la pandemia de la COVID-19, según versiones de prensa, que señalaron que las protestas han sido las más grandes que ha vivido Cuba en décadas.
Las autoridades han bloqueado el servicio de Internet y la Policía ha detenido a siete periodistas, como mínimo, según versiones noticiosas y comunicados de la organización defensora de la libertad de prensa ICLEP y la organización defensora de los derechos humanos CUBALEX, ambas de Cuba.
“Las autoridades cubanas han respondido a las más grandes protestas antigubernamentales en décadas con la hostilidad y agresión acostumbrada contra la prensa y con bloqueos del servicio de Internet”, declaró Ana Cristina Núñez, investigadora sénior del Programa de Centroamérica y Sudamérica del CPJ. “Las autoridades deben liberar inmediatamente a todos los periodistas detenidos, restablecer el servicio normal de Internet y poner fin a sus desesperados intentos de esconder de los cubanos y el mundo el descontento popular”.
El 11 de julio, las autoridades de la provincia de Camagüey arrestaron a los periodistas Henry Constantín, Iris Mariño y Niefe Rigau, del medio independiente La Hora de Cuba. En la provincia de Guantánamo, las autoridades arrestaron a Niober García y Rolando García, periodistas de la agencia noticiosa independiente Palenque Visión, según el ICLEP y CUBALEX.
El CPJ no pudo determinar de inmediato las circunstancias de los arrestos ni si las autoridades habían abierto causas penales contra estos periodistas. Según información del ICLEP a la cual el CPJ tuvo acceso, se desconoce el paradero de estos periodistas.
El mismo 11 de julio, agentes policiales golpearon a Ramón Espinosa, corresponsal de la Associated Press en La Habana, según versiones de prensa, que mostraron fotos del periodista cuando sangraba de la nariz y el rostro.
El 12 de julio, agentes de la Seguridad del Estado detuvieron a Camila Acosta, corresponsal del diario español ABC y del portal de noticias independiente Cubanet, en su casa, en La Habana, y al reportero de Cubanet Orelvis Cabrera en la provincia de Matanzas, según versiones noticiosas y declaraciones del director ejecutivo de Cubanet, Hugo Landa, quien conversó con el CPJ por aplicación de mensajería.
Las autoridades tienen detenida a Acosta en la cuarta unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en La Habana por los presuntos delitos de desorden público y desobediencia, mientras que se desconocía el paradero de Cabrera, según esas fuentes. El CPJ no pudo determinar de inmediato las circunstancias del arresto de Cabrera, ni si las autoridades han abierto causas penales contra ambos periodistas.
Acosta había informado sobre las protestas desde el 11 de julio para ABC y desde su propia cuenta de Twitter.
Asimismo, las autoridades han impedido de manera intermitente que decenas de periodistas salgan de sus casas, como es el caso de la periodista de 14yMedio Luz Escobar y, como mínimo, de 26 periodistas del ICLEP de distintas provincias como La Habana, Matanzas, Pinar del Río, Mayabeque, Sancti Spíritus, Artemisa y Guantánamo, según Normando Hernández, director general del ICLEP y radicado en Estados Unidos, quien conversó con el CPJ por aplicación de mensajería, y un tuit de Escobar.
Por otra parte, las autoridades han bloqueado esporádicamente el servicio de Internet y han restringido el acceso a las redes sociales y las plataformas de mensajería, como Facebook, WhatsApp, Signal, Instagram y Telegram, según versiones noticiosas y tuits de NetBlocks y Open Observatory, dos organizaciones que vigilan los bloqueos de Internet.
Las autoridades cubanas normalmente bloquean el acceso a las portales independientes de noticias. Aunque los usuarios de Internet de la isla suelen tener acceso a las redes sociales, éstas son bloqueadas reiteradamente en períodos de agitación social, según versiones noticiosas y datos del CPJ.
Según declaraciones de un periodista local que solicitó el anonimato al CPJ por motivos de seguridad, él pudo utilizar software de VPN para burlar la censura de sitios web específicos, pero con frecuencia la conexión a la Internet estuvo totalmente interrumpida.
“Es difícil confirmar la información dentro de Cuba en estos momentos, por causa del corte de la Internet”, señaló Hernández.
El CPJ envió un correo electrónico a la PNR, al Ministerio del Interior y a ETECSA, la empresa estatal de telecomunicaciones, para obtener una declaración, pero no recibió respuesta.
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