Costa Rica calificó de "crítica" la indetenible crisis migratoria cubana y convocó para la tercera semana de abril a cancilleres de la región afectados, incluyendo el deseado destino, Estados Unidos.
La directora general de Migración costarricense, Kathya Rodríguez, dijo a medios locales que su país será la sede de la reunión, que buscaría "una solución a la vía ilegal que se ha abierto entre Ecuador y Estados Unidos.
La información fue confirmada por el ministro tico de Desarrollo Humano e Inclusión Social, Carlos Alvarado, en entrevista con el periodista Adriel Reyes, de Radio Martí.
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"Es una situación crítica", dijo Rodríguez, al diario costarricense La Nación.
Los cubanos aterrizan con visa de turistas a Ecuador, nación que les sirve de trampolín para llegar a suelo estadounidense, donde son favorecidos por la Ley de Ajuste Cubano.
Entre los países afectados están Colombia, Panamá y México.
Rodríguez ratificó que Costa Rica mantiene los controles migratorios y las medidas de deportación anunciadas por el presidente Luis Guillermo Solís el 18 de diciembre. Pero aceptó que estas medidas no son suficientes, entre otras razones porque el negocio de los coyotes sigue en pie.
"No hay muros y por dicha que no hay muros, pero eso también implica una alta porosidad en las fronteras", opinó Rodríguez.
Costa Rica otra vez a la carga
Costa Rica acumuló experiencia al tratar con la crisis que pensó haber detenido hace un mes, después de una magistral movida diplomática para poner en marcha la evacuación de 7.800 cubanos varados en su territorio.
Gracias al mismo plan, Panamá concretó el traslado aéreo de cerca de 1.300 cubanos hacia México. Pero más migrantes procedentes de la isla continúan llegando.
"Mientras las fronteras de Nicaragua permanezcan cerradas, el tránsito por la región, hacia Estados Unidos, es muy peligroso, y mientras esa realidad exista habría que considerar otras opciones", dijo la Cancillería panameña en un comunicado.
Alvarado dijo a Radio Martí que su país desembolsó $5 millones para asistir la crisis anterior y dejó claro que el problema no es sólo de Costa Rica.
"Demanda muchos recursos económicos y humanos. Ya las clases están otra vez, porque muchos de los albergues fueron escuelas. Entonces, lo que nos plantea es un reto que lo queremos poner, como país, en la dimensión regional, esto es una situación regional no de un solo país", concluyó.