La mayoría de los tripulantes se la dejaría en libertad y el resto, entre ellos el capitán y el segundo marino en mando, se mantendrían en proceso.
Una nueva misión de Corea del Norte visitará Panamá en los próximos días con la encomienda de llevarse el buque retenido con armas ocultas cubanas y posiblemente a la mayoría de los miembros de la tripulación, informaron funcionarios panameños.
El ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, dijo el lunes por teléfono a The Associated Press que se les van a otorgar las visas de entrada al grupo de norcoreanos, aunque aseguró que no podía precisar la fecha de la visita.
"Van a venir, pero se está esperando que el fiscal (Javier) Caraballo regrese, ya que está de vacaciones", explicó. Caraballo realizó las investigaciones desde la retención del mercante Chong Chon Gang, a mediados de julio.
El canciller Fernando Núñez Fábrega dijo el sábado a la AP que efectivamente se estaba en el proceso para otorgar el visado a los delegados norcoreanos, quienes se encontraban en la capital cubana.
Núñez Fábrega dijo que hasta donde tenía entendido el grupo lo integran varias personas, entre ellas un capitán de barco, el asistente, un mecánico, un propietario de la embarcación y un funcionario del gobierno norcoreano.
Es el tercer viaje a Panamá de una misión norcoreana desde la retención del buque con las armas sin declarar. Fábrega precisó que esta vez viene una persona con el respectivo poder o autorización para llevarse de vuelta el barco.
Funcionarios panameños han dicho previamente a la AP que 32 de los 35 tripulantes serían liberados, en medio de una investigación por supuesto tráfico ilegal de armas que puso en riesgo la seguridad del país y que se castiga en Panamá hasta con 12 años de cárcel.
La etapa de las pesquisas ya finalizó, pero aún no se ha informado sobre las conclusiones a las que llegó Caraballo, quien como fiscal de drogas asumió la investigación. Inicialmente, la retención del buque se ordenó por sospechas de que llevaba drogas, aunque no se encontró presencia de sustancias ilícitas.
Los funcionarios consultados por la AP señalaron que a la mayoría de los tripulantes se la dejaría en libertad y el resto, entre ellos el capitán y el segundo marino en mando, se mantendrían en proceso, en un caso que manejará otra instancia, la fiscalía especializada en crimen organizado.
Panamá consideró que el incidente contravino el embargo a la importación y venta de armas impuesto por la ONU al gobierno de Corea del Norte. El organismo mundial aún no había informado sobre una investigación que realizaron expertos durante una visita en agosto.
Cuba dijo que el material defensivo era antiguo e iba a ser reparado y luego devuelto a la isla por los norcoreanos como parte de un acuerdo bilateral, pero las autoridades panameñas aseguraron que al menos dos de los aviones de combate MiG y los motores para este tipo de aeronave encontrados en partes dentro de contenedores estaban en condiciones operativas.
Las autoridades dijeron que entre los pertrechos militares también se encontraron artefactos explosivos, de lo cual Cuba no había informado nada.
El canciller Núñez Fábrega subrayó que los norcoreanos podrán llevarse el barco, aunque la carga militar y el azúcar se mantiene en custodia.
El ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, dijo el lunes por teléfono a The Associated Press que se les van a otorgar las visas de entrada al grupo de norcoreanos, aunque aseguró que no podía precisar la fecha de la visita.
"Van a venir, pero se está esperando que el fiscal (Javier) Caraballo regrese, ya que está de vacaciones", explicó. Caraballo realizó las investigaciones desde la retención del mercante Chong Chon Gang, a mediados de julio.
El canciller Fernando Núñez Fábrega dijo el sábado a la AP que efectivamente se estaba en el proceso para otorgar el visado a los delegados norcoreanos, quienes se encontraban en la capital cubana.
Núñez Fábrega dijo que hasta donde tenía entendido el grupo lo integran varias personas, entre ellas un capitán de barco, el asistente, un mecánico, un propietario de la embarcación y un funcionario del gobierno norcoreano.
Es el tercer viaje a Panamá de una misión norcoreana desde la retención del buque con las armas sin declarar. Fábrega precisó que esta vez viene una persona con el respectivo poder o autorización para llevarse de vuelta el barco.
Funcionarios panameños han dicho previamente a la AP que 32 de los 35 tripulantes serían liberados, en medio de una investigación por supuesto tráfico ilegal de armas que puso en riesgo la seguridad del país y que se castiga en Panamá hasta con 12 años de cárcel.
La etapa de las pesquisas ya finalizó, pero aún no se ha informado sobre las conclusiones a las que llegó Caraballo, quien como fiscal de drogas asumió la investigación. Inicialmente, la retención del buque se ordenó por sospechas de que llevaba drogas, aunque no se encontró presencia de sustancias ilícitas.
Los funcionarios consultados por la AP señalaron que a la mayoría de los tripulantes se la dejaría en libertad y el resto, entre ellos el capitán y el segundo marino en mando, se mantendrían en proceso, en un caso que manejará otra instancia, la fiscalía especializada en crimen organizado.
Panamá consideró que el incidente contravino el embargo a la importación y venta de armas impuesto por la ONU al gobierno de Corea del Norte. El organismo mundial aún no había informado sobre una investigación que realizaron expertos durante una visita en agosto.
Cuba dijo que el material defensivo era antiguo e iba a ser reparado y luego devuelto a la isla por los norcoreanos como parte de un acuerdo bilateral, pero las autoridades panameñas aseguraron que al menos dos de los aviones de combate MiG y los motores para este tipo de aeronave encontrados en partes dentro de contenedores estaban en condiciones operativas.
Las autoridades dijeron que entre los pertrechos militares también se encontraron artefactos explosivos, de lo cual Cuba no había informado nada.
El canciller Núñez Fábrega subrayó que los norcoreanos podrán llevarse el barco, aunque la carga militar y el azúcar se mantiene en custodia.