Un sismo de magnitud 3,5 se ha registrado este sábado en Corea del Norte cerca del lugar donde se han llevado a cabo pruebas nucleares, una sacudida calificada de "explosión sospechosa" por expertos chinos y de "terremoto natural" por Seúl.
El sismo se produce luego de días de retórica belicista entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el régimen del líder norcoreano Kim Jong-Un por las ambiciones nucleares de Pyongyang.
El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) indicó que el epicentro del sismo se registró a unos 20 km de un centro de ensayos nucleares norcoreano, en donde el régimen hizo detonar a principios de mes su sexto y más potente artefacto nuclear, que reivindicó como una bomba de hidrógeno que puede ser lanzada en un misil.
"El evento se produjo en el área en donde se llevó a cabo un ensayo nuclear. No podemos confirmar de momento la naturaleza (natural o humana) del evento. La profundidad fue estimada por los sismólogos en 5 km", dijo el USGS en un comunicado.
Expertos regionales difieren en sus análisis sobre el temblor. El servicio sísmico chino CENC lo calificó como una "explosión sospechosa" mientras que los expertos sismológicos surcoreanos del KMA de Seúl lo consideraron como "un terremoto natural".
"No hay posibilidad que esto pueda ser un sismo artificial", dijo la agencia Yonhap citando a un responsable del KMA.
El último ensayo nuclear del Norte, el 3 de septiembre, fue la detonación de un artefacto más fuerte a la que procedió el régimen, que provocó un fuerte temblor de magnitud 6,3 que se sintió hasta en China.
Al ensayo siguió la condena global inmediata. El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad nuevas tandas de sanciones que incluyen restricciones al suministro de crudo.
Esta semana la escalada verbal entre Trump y Kim alcanzó un nuevo nivel. El presidente estadounidense utilizó su discurso en la Asamblea General de la ONU para advertir que Washington destruirá "totalmente Corea del Norte" si Estados Unidos o sus aliados son atacados.
El Norte, que afirma que necesita armas nucleares para protegerse de la amenaza de una invasión de Estados Unidos, respondió el viernes con una sorpresiva diatriba de Kim, que describió a Trump como "mentalmente trastornado" y advirtió que "pagará caro" por su amenaza.
El jueves Washington anunció nuevas sanciones contra empresas que negocien con Corea del Norte, un primer paso hacia medidas punitivas contra compañías chinas y de otros países.
Trump firmó un decreto que permite sancionar a "individuos y empresas que financien y faciliten el comercio con Corea del Norte", lo que puede agravar dramáticamente el cerco económico en torno a Pyongyang.
Rusia y China pidieron por su parte que cese la escalada retórica entre Washington y Pyongyang.
Pero la semana pasada, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el ministro norcoreano de Relaciones Exteriores declaró a los periodistas que Pyongyang podría hacer explotar una bomba de hidrógeno fuera de su territorio.
Los analistas estimaron que el ensayo nuclear de principios de septiembre tuvo una potencia de 250 kilotones, lo que es 16 veces más potente que la bomba que lanzó Estados Unidos para destruir Hiroshima en 1945.
Las bombas de hidrógeno, de fusión termonuclear, son armas mucho más potentes que las bombas atómicas de fisión nuclear.