Egipto era el destinatario de un enorme cargamento de armas provenientes de Corea del Norte y cuyo monto fue estimado en unos 23 millones de dólares, informó el diario The Washington Post sobre el suceso detectado por Estados Unidos, y del que esperó dar la promicia al gobierno egipcio.
No es claro si Corea del Norte recibió el pago por las armas, pero según el diario estadounidense, el caso ilustra uno de los principales retos a los que se enfrentan los líderes mundiales al intentar cambiar el comportamiento de Corea del Norte a través de la presión económica.
Washington envió en agosto un mensaje secreto a El Cairo, dando a conocer la ruta del misterioso buque Jie Shun, con bandera de Cambodia y que navegaba hacia el Canal de Suez. Su tripulación era norcoreana y la carga desconocida viajaba envuelta por pesadas lonas, explicó el diario.
"Mientras los Estados Unidos y sus aliados impulsan sanciones, Kim (Jong Un) sigue recaudando en silencio los beneficios de vender armas convencionales baratas y material militar a una lista de clientes y beneficiarios que a veces ha incluido a Irán, Birmania, Cuba, Siria, Eritrea y al menos dos grupos terroristas, así como importantes aliados estadounidenses como Egipto", dijeron analistas a The Washington Post.
El caso recordó uno similar en julio del 2013, cuando las autoridades de Panamá encontraron aviones de combate MIG 21 en un barco norcoreano incautado que venía procedente de Cuba.
Junto a los dos aviones, fabricados por la Unión Soviética a finales de 1950, las autoridades encontraron entonces dos sistemas de radar de misiles a bordo del Chon Gang Chong. Cables y equipos eléctricos, estaban también dentro de la embarcación. Todas las armas estaban escondidas bajo miles de sacos de azúcar.
El cargamento dirigido a Egipto incluyó más de 30.000 granadas propulsadas por cohetes. Un informe de las Naciones Unidas lo catalogó como la "mayor incautación de municiones en la historia de las sanciones contra la República Popular Democrática de Corea".
Secreto bien guardado
¿Para quién eran los cohetes?, preguntó el diario para admitir que esa incónita tardó meses en resolverse y sorprendió a muchos.
"Los compradores eran los mismos egipcios", dijo The Washington Post.
Una investigación de la ONU descubrió un complejo acuerdo que incluyó a ejecutivos de negocios egipcios que ordenaron millones de dólares de cohetes norcoreanos para los militares del país.
Buscaron a toda costa mantener la transacción oculta, según dijeron funcionarios estadounidenses y diplomáticos occidentales familiarizados con los hallazgos.
El incidente provocó la última de una serie de intensas, aunque privadas, quejas de Estados Unidos sobre los esfuerzos egipcios para obtener material militar prohibido de Pyongyang, dijeron los funcionarios.
Egipto, por su lado, emitió una declaración a través de su Embajada en Washington. donde señaló la "transparencia" de Egipto y su cooperación con los funcionarios de la ONU para encontrar y destruir el contrabando.
"Egipto seguirá acatando todas las resoluciones del Consejo de Seguridad y siempre estará en conformidad con estas resoluciones", dijo el comunicado.
Pero funcionarios estadounidenses confirmaron que la entrega de los cohetes fue frustrada solo cuando las agencias de inteligencia de Estados Unidos descubrieron el buque y alertaron a las autoridades egipcias a través de canales diplomáticos -en esencia forzándolos a tomar medidas- informaron funcionarios y diplomáticos actuales y antiguos de Estados Unidos.
Los funcionarios, que hablaron bajo la condición de anonimato, dijeron que el episodio del Jie Shun era uno de una serie de acuerdos clandestinos que llevaron a la administración de Donald Trump a congelar o retrasar casi $ 300 millones en ayuda militar a Egipto durante el verano.
(Con información de The Washington Post)