El Consejo de Seguridad de la ONU volvió a fracasar el miércoles en su intento de abordar la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, al rechazar resoluciones tanto de Estados Unidos como de Rusia.
El Consejo es el órgano más poderoso de la ONU, encargado de mantener la paz y la seguridad internacionales, pero sus divisiones lo han dejado impotente y pasando apuros para encontrar una resolución con un lenguaje aceptable.
La resolución propuesta por Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel habría reafirmado el derecho de Israel a la autodefensa, instado a respetar las leyes internacionales —especialmente la protección de los civiles— y pedido "pausas humanitarias" para hacer llegar a Gaza la ayuda que necesita desesperadamente.
En la votación del miércoles en el Consejo de 15 miembros, 10 países votaron a favor; Rusia, China y Emiratos Árabes Unidos votaron en contra, y Brasil y Mozambique se abstuvieron. La resolución no se adoptó porque Rusia y China, miembros permanentes del Consejo, la vetaron.
La resolución rusa, que se sometió entonces a votación, habría pedido un "alto el fuego humanitario" inmediato y condenado inequívocamente los ataques de Hamás del 7 de octubre en Israel y los "ataques indiscriminados" contra civiles y objetivos civiles en Gaza.
En esa votación, cuatro países votaron a favor: Rusia, China, Emiratos Árabes Unidos y Gabón. Estados Unidos y Reino Unido votaron en contra, y nueve países se abstuvieron. La resolución no se adoptó porque no consiguió el mínimo de nueve votos afirmativos.
El fracaso de las dos resoluciones se produjo después de que la semana pasada el Consejo rechazara una resolución rusa que no mencionaba a Hamás y que tampoco obtuvo nueve votos a favor, y otra resolución brasileña ampliamente apoyada que habría condenado los atentados de Hamás y toda violencia contra civiles, además de pedir "pausas humanitarias". Fue vetada por Estados Unidos.