En un discurso ante la Conferencia anual de Washington sobre las Américas, la embajadora de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, habló de los éxitos que se han logrado en el Hemisferio Occidental, especialmente en América Latina y el Caribe, durante las últimas décadas.
La embajadora mencionó la marcada disminución de los golpes militares y las guerras civiles desde la década de los años 80, el control de la hiperinflación de los años 90 y la reducción de la pobreza desde los años 2000.
Aunque reconoció que se está “en un momento de retroceso democrático en todo el mundo, los modelos de autoritarismo de Cuba, Venezuela y Nicaragua no han atraido a sus vecinos”.
“La aceptación de Cuba, Nicaragua y Venezuela del autoritarismo en toda regla no ha logrado presentar un modelo atractivo para sus vecinos, y con razón. Nosotros y nuestros socios en toda la región continuamos apoyando las aspiraciones democráticas de los ciudadanos que viven bajo estos regímenes”, dijo la embajadora.
Asimismo opinó que a medida que se promueve la prosperidad económica, también se debe promover la democracia porque ambas están vinculadas.
“Sabemos que cuando las sociedades tienen derechos fundamentales, todos, y especialmente las minorías y las poblaciones vulnerables, están más seguros y prósperos. Sabemos que cuando los países ponen énfasis en los derechos políticos, cuando erradican la corrupción y fortalecen el Estado de derecho, los inversores internacionales ganan confianza y las empresas pueden prosperar”, expresó.
La embajadora Thomas-Greenfield dijo que un desafío que el hemisferio enfrenta colectivamente es la migración irregular.
“Durante los últimos tres años, hemos trabajado para apoyar a las comunidades que albergan grandes poblaciones de migrantes. Precisamente ayer, mientras estaba en Guatemala, en nombre de Estados Unidos, el Secretario de Estado Blinken anunció 578 millones de dólares en desarrollo humanitario y asistencia económica para apoyar a los países socios y a las comunidades de acogida para responder con asistencia humanitaria urgentes, ampliar las vías legales y apoyar la regularización e integración de los migrantes”, declaró Thomas-Greenfield.
La embajadora reconoció que “los países en las Américas realmente han dado un paso al frente para abordar la mayor crisis de refugiados fuera de una zona de guerra” y que a la vez, Estados Unidos ha tomado medidas para ayudar a mitigar los costos que los países tienen que soportar cuando dan la bienvenida a sus vecinos venezolanos.
“Al mismo tiempo, nuestra administración está trabajando para crear vías legales y humanas para la migración, combatir las organizaciones criminales transnacionales que se aprovechan de los migrantes y abordar las causas fundamentales de este problema”, añadió.
La Conferencia anual de Washington sobre las Américas comenzó el martes con un discurso del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Hablando sobre la democracia en la región, Sullivan mencionó a Cuba como una de tres naciones donde las aspiraciones democráticas de los ciudadanos aún no se han hecho realidad.
“En naciones como Cuba, Nicaragua y Venezuela, las aspiraciones democráticas de los ciudadanos aún no se han hecho realidad. En Venezuela han trabajado sin parar con socios de toda la región y de todo el mundo para responsabilizar al régimen de Maduro por los compromisos que asumió en virtud del Acuerdo de Barbados, incluido el de celebrar elecciones competitivas e inclusivas este año”, dijo el Asesor de Seguridad Nacional.
Tambien habló sobre las tasas históricas de migración y los esfuerzos de la administración Biden para coordinarse con los países latinoamericanos para "reducir esas cifras", diciendo que los esfuerzos conjuntos con México y con otros socios de la declaración de Los Ángeles “contribuyeron a una disminución de alrededor del 30% en los encuentros con migrantes irregulares en la frontera suroeste el mes pasado en comparación con el mismo período del año pasado”.
“Tenemos que seguir así. Esto tiene que ser un trabajo duro y minucioso por parte de todos nuestros socios en todas las líneas de esfuerzos descritas en la declaración de Los Ángeles”, dijo el funcionario.
La Conferencia anual de Washington sobre las Américas es organizada por el Consejo de las Américas, COA, un centro de análisis económico sobre América Latina en la capital estadounidense.