A pesar de las constantes denuncias de su familia en redes sociales y medios de comunicación, el preso político cubano Dayron Martín continúa sin recibir la atención médica requerida para su esquizofrenia y una úlcera que le ha provocado sangramientos en los últimos meses.
Su madre, Esmeralda Rodríguez, quien reside en Ecuador, declaró a Martí Noticias que en estos momentos “hasta el agua le sienta mal”, y que en ocasiones “ha escupido y vomitado sangre por la misma úlcera”.
“Él viene a comer bien, comida, correctamente, como ser humano, el día de la visita, que su papá se la lleva; entonces él almuerza con su papá y come después en la tarde. Pero el resto del mes, que no tiene visita, es lo que le dan allí dentro, y a veces no come. Una, porque la comida está tan mala y con tan mal olor, que no come, y a veces porque se siente mal como ahora”, explicó.
Dayron Martín, de 37 años, se encuentra encarcelado por participar en las protestas contra el gobierno del 11 de julio de 2021 y cumple una condena de 22 años de privación de libertad en el Combinado del Este, en La Habana, por el delito de sedición. Además, padece de esquizofrenia y tampoco está recibiendo el tratamiento que necesita para lidiar con esta otra enfermedad.
Su madre hace cuatro meses que no recibe llamadas suyas. Rodríquez cree que se trata de una represalia por las constantes publicaciones que ella y su hija realizan para exigir la libertad de Martín.
Las noticias sobre el estado de salud de su hijo le llegan a través de cartas que él envía, las visitas que le realiza su padre una vez al mes, y las llamadas con otros familiares y personas cercanas.
El activista cubano Marcel Valdés, residente en Estados Unidos, es una de las personas que ha recibido llamadas de Dayron Martín recientemente. La semana pasada, cuando hablaron, Martín le contó que sus problemas de salud estaban empeorando y que todavía continuaba esperando que lo llevaran a realizarse una endoscopía.
Valdés denunció entonces su caso en su perfil en Facebook: “Dayron tiene graves problemas en el estómago, tiene gastritis y una úlcera, en estos momentos todo le cae mal, prácticamente no puede comer y teme por su vida ya que si se le revienta esa úlcera el daño puede ser irreversible. El régimen castrista lo ignora completamente, sabemos que eso es parte de las torturas psicológicas contra los presos políticos”.
“Me dijo a mí: ‘tengo miedo, tengo miedo a que esto se me reviente y me pase algo’. Porque son muchos los dolores y todo le cae mal”, dijo Valdés a Martí Noticias, y precisó que desde hace tres meses el preso político está en crisis con la úlcera.
Este lunes, Dayron Martín volvió a comunicarse con el activista y las noticias no fueron muy distintas. “Le pregunté de nuevo (sobre su salud) y me dijo que estaba peor aún, que lo están peloteando. Está la orden, supuestamente, para que lo lleven al médico, pero no lo llevan, y dice que ha eliminado hasta los refrescos instantáneos, y cada vez come menos porque todo le hace daño”.
Su madre y su hermana, Coral Martín, en una transmisión en vivo que realizaron por Facebook la semana pasada, explicaron que su familiar tiene ese padecimiento desde hace muchos años, pero se lo controlaba con medicamentos, con chequeos y una dieta rigurosa. Sin embargo, desde que está en privación de libertad, su estado se ha ido deteriorando.
“Estamos muy preocupadas, porque sabemos que esa úlcera puede reventar en cualquier momento, y puede pasar un problema peor”, dijo la hermana. Además, precisó que la justificación que le habían dado en la cárcel a su hermano era que “en el hospital al que lo iban a llevar, el aparato para hacer la endoscopía estaba roto”.
Por otra parte, la esquizofrenia es otra de las grandes preocupaciones de su familia. “Yo vivo en un estrés con él, porque la esquizofrenia es un problema mental. Él necesita como cuatro o cinco medicamentos, y ahora está tomando uno, pero a veces no toma ninguno”.
“Esa es una de las cosas que me tiene muy angustiada, porque si él no tiene medicamentos no duerme, se altera y no puede controlar su enfermedad, y tengo miedo de que lo vayan a agredir”, contó.
Actualmente, en Cuba hay más de mil presos políticos, la mayoría son manifestantes de julio de 2021, y más de 300 están en circunstancias de vulnerabilidad, debido a distintos tipos de enfermedades, de acuerdo con los registros de la organización independiente Justicia 11J.