Cuando parecía imposible que Yuli Gurriel regresara a las Grandes Ligas, todos los astros se alinearon a su favor para premiar la perseverancia de uno de los peloteros cubanos más completos que hayan existido jamás.
Luego de pasar siete temporadas con los Astros de Houston y jugar el año pasado con los Marlins de Miami, Gurriel ha vuelto con el uniforme de los Reales de Kansas City, equipo que, contra todo pronóstico, apunta con fuerza hacia los playoffs.
Con 40 años, Yuli se negó a colgar los spikes y luego de no conseguir firmar con ningún equipo de MLB en el 2024, acordó un pacto de Ligas Menores con los Bravos de Atlanta, que lo mantuvieron todo el año en Triple A.
Hace diez días, parecía inminente su regreso con los Bravos, que perdieron por lesión a su tercera base estrella Austin Riley.
Desde la oficina de Atlanta, le pidieron a Gurriel que alternara su posición habitual de primera base con la antesala, que jugó una década atrás en Cuba.
Pero los Bravos consiguieron al colombiano Gio Urshela para reemplazar a Riley y las esperanzas del cubano se desvanecieron de golpe, hasta que las cosas dieron un giro inesperado en Kansas City.
Vinnie Pasquantino, primera base de los Reales, sufrió una fractura que lo sacó de acción por el resto del año, y el equipo salió desesperadamente en una búsqueda contrarreloj de un reemplazo.
Como Gurriel no estaba en el roster de 40 de Atlanta, pudieron obtenerlo en un canje de último momento el 31 de agosto, fecha límite para activar peloteros que sean elegibles para jugar en la postemporada.
Y para hacer las cosas dignas de un guión de Hollywood, Gurriel reapareció con su nuevo uniforme nada menos que en el Minute Maid Park de Houston, donde los Astros le prepararon un emotivo recibimiento a quien fuera un jugador fundamental en las conquistas de las Series Mundiales de 2017 y 2022.
En la pantalla gigante del estadio se pasaron imágenes de la estancia de Gurriel en Houston, con los que ganó el título de los bateadores y el Guante de Oro como primera base en el 2021, mientras la afición le regalaba una sonada ovación.
Mucho esperan de él los Reales, sobre todo en la postemporada, donde Gurriel ha brillado con luz propia.
“La Piña” está de vuelta, desafiando al Padre Tiempo, dispuesto a mostrar que todavía no llegó el momento de decir adiós.