Las condiciones de aislamiento y castigo en las prisiones cubanas no cumplen con los estándares internacionales establecidos por las Reglas Mandela, detalla el más reciente informe del Centro de Asesoría Legal Cubalex.
"La duración excesiva del aislamiento, la falta de revisión independiente y la insuficiente protección para grupos vulnerables son incompatibilidades significativas que pueden conducir a abusos y violaciones de derechos humanos. Estas prácticas no solo afectan físicamente a los reclusos, sino que también tienen un impacto devastador en su salud mental y bienestar general", indica la ONG.
Para el estudio, Cubalex recopiló numerosos testimonios de ex prisioneros y familiares, documentando de manera sistemática las diversas formas de tortura y malos tratos en las prisiones de la isla. Estos incluyen "detalles específicos sobre las condiciones de las celdas de castigo, la duración del aislamiento, y las técnicas de tortura empleadas".
Según el informe, las razones para colocar a un recluso en una celda de castigo en Cuba son "frecuentemente arbitrarias y variadas". Entre ellas menciona, las huelgas de hambre en protesta de derechos hasta activismo político y denuncias telefónicas a medios independientes o familiares.
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"En algunos casos, las autoridades penitenciarias recurren a esta medida de manera preventiva basándose en sus suposiciones sobre el comportamiento del recluso", advierten.
Cubalex destaca además que las condiciones de las celdas de castigo son "extremadamente precarias y degradantes" y señala que en algunos casos miden menos de dos metros de ancho por menos de cuatro metros de largo, "exacerbando la sensación de claustrofobia y confinamiento extremo".
También menciona cómo las condiciones de vida se agravan por la falta de iluminación adecuada y la insuficiente ventilación. "Muchas celdas carecen de ventanas o solo tienen pequeñas aperturas para la ventilación".
"El uso del aislamiento en Cuba no solo se limita al confinamiento, sino que a menudo incluye prácticas adicionales de tortura y castigo. Los reclusos pueden ser esposados en posiciones dolorosas y dejados así durante largas horas, como sucedió con Lisandra Rivera, quien fue esposada durante 26 horas sin acceso a agua ni alimentos", explica el informe.
La ley en Cuba permite el aislamiento en las cárceles cubanas por un periodo de hasta tres meses, excediendo el límite de 15 días recomendado por las Reglas Mandela.