La peligrosa travesía por países de Centroamérica recorrida en los últimos años por miles de cubanos en el afán de llegar a Estados Unidos tiene en Colombia el tramo más crítico, según una investigación realizada por la activista de derechos humanos, Liduine Zumpolle.
La activista holadensa dijo que el itinerario seguido por miles de cubanos en los últimos tiempos incluye corrupción policial, abusos cometidos por traficantes de personas y hasta pánico en los pobladores de las localidades por donde atraviesan los migrantes cada día.
"Aquí se violan todos los derechos de estos inmigrantes cubanos", dijo la activista en entrevista con el periodista Pedro Corzo, de Radio Martí.
El estudio realizado por Zumpolle entre el 14 y 18 de noviembre incluye también zonas de Panamá como La Miel y Puerto Obaldía, puntos clave en recorrido de los migrantes cubanos.
“De todos los países que les toca pasar, unánimemente indican Colombia como el peor país, por motivo de la estafa y maltrato por parte de las autoridades, en especial la policía y la armada, y su complicidad con la mafia en la trata de personas como los coyotes, empresas, choferes de buses y bandas criminales”, dijo el informe de la investigación enviado a Martí Noticias.
Las mujeres, dijo Zumpolle, son las más vulnerables, porque están sujetas a amenzas sexuales e incluso a violaciones cuando no cuentan con dinero para pagar a los traficantes de personas.
"Cuando no tiene plata las amenazan con violarlas o las violan", dijo la activista.
"Es una gran empresa de estafas", dijo, aludiendo a coyotes y hasta agentes corruptos de la policía que participan en la extorsión a los migrantes.
El informe de Zumpolle llega en momentos en que cancilleres centroamericanos se reúnen en El Salvador para encontrar la salida a la actual crisis humanitaria de unos 3.000 cubanos que permanecen varados en Costa Rica, después que el Gobierno de Nicaragua les impidiera entrar a su territorio de camino a otras fronteras para llegar a Estados Unidos.
La investigadora y activista de derechos humanos dijo que pese a que las comunidades colombianas fronterizas suelen ser de naturaleza “sana y pacífica”, parte de sus habitantes han aprovechado la situación y necesidades de los migrantes y “ha optado por el dinero fácil”, proveniente del tráfico de personas.
Zumpole argumenta que según cálculos realizados hasta el 90 por ciento sobre todo de los jóvenes están involucrados en “actividades de extorsión” a los inmigrantes.
“Una industria basada en la explotación de la mala suerte de ciudadanos cubanos, escapando de un sistema altamente represivo y económicamente desastroso”, dijo Zumpolle en su estudio.
La investigadora dijo que el tráfico humano se desatódesde el 2008, cuando Ecuador eximió a los cubanos del requisito de visa para entrar en su territorio, abriendo así la oportunidad de que atraviesen fronteras centroamericanas hasta por fin alcanzar suelo estadounidense.
Cubanos consultados en el pasado por Martí Noticias coinciden en que es Colombia el sitio más peligroso por donde atraviesan, donde además de la selva deben enfrentar a delincuentes que suelen amenazar y hasta secuestrar a los que no cuentan con el dinero para continuar la aciaga travesía.
“Las consecuencias morales y sociales son enormes para las poblaciones costeras”, dijo la activista aludiendo a que en estas poblaciones cuesta encontrar mano de obra para la construcción, mantenimiento o agricultura, mientras prosperan negocios como la prostitución que pagan coyotes y lancheros, a la vez que, -argumenta,- crece el alcoholismo y la drogadicción.
“Nadie habla, nadie actúa, todos saben de atracos, violaciones y muertos y naufragios de cubanos”, sostiene Zumpolle.
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