La intervención en temas políticos de algunas de esas personalidades es muy rara, por no decir inexistente, lo que le da más fuerza al mensaje transmitido.
El movimiento de opinión a favor de Nanfang Zhoumo, un semanario chino reformista víctima de la censura en días pasados, se reforzó el martes con el apoyo de personalidades de renombre, como la actriz Yao Chen, y blogueros movilizados por la libertad de expresión.
La actriz Yao Chen, que tiene 32 millones de seguidores en su cuenta de Weibo, el equivalente chino de Twitter, subió una foto del logotipo del semanario y una frase del disidente ruso Alexander Soljenitsin que dice: "Una palabra de verdad pesa más que el mundo entero".
"Lo digo sin pelos en la lengua. Apoyo a los amigos de Nanfang Zhoumo", dijo por su lado el actor Chen Kun, cuya cuenta en Weibo tiene 27 millones de seguidores.Por segundo día consecutivo, militantes de la libertad de prensa se reunieron ante las oficinas del semanario en Cantón, gran ciudad del sur de China.
"El gobierno se sirve de la prensa para sus propios fines", dijo en la manifestación un joven de 24 años llamado Leung. "Si no salimos a defender esta publicación, nuestra sociedad tendrá cada vez menos espacio para la libertad".
El bloguero más célebre de China, Han Han, manifestó también su apoyo a Nanfang Zhoumo, uno de los medios más audaces frente al poder chino.
Algunos manifestantes lucían crisantemos en señal de duelo, y otros llevaban las máscaras del grupo "Anonymous", conocido por su lucha contra las acciones hostiles a la libertad en internet.
Varios periodistas confiaron a la AFP que había negociaciones entre el personal del Nanfang Zhoumo y el gobierno, para poner fin al conflicto. En un breve artículo relativo al año nuevo, el semanario Nanfang Zhoumo llamaba al inicio del año a las autoridades a impulsar reformas políticas y a adoptar una Constitución que garantice los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, un funcionario de los servicios de propaganda de la provincia meridional de Guangdong, donde está basado el semanario, reemplazó el artículo por otro más suave, indicaron periodistas de la publicación, que emitieron una declaración condenando la intervención de las autoridades.
La reescritura del artículo provocó la ira de los periodistas del semanario y de muchos de sus colegas en el país. "Una mano negra corrió una cortina espesa y opaca bloqueando la claridad y el aire fresco. No hay más fin de semana en el sur", escribió por su parte el conocido periodista de investigación Wang Keqin.
Nanfang Zhoumo, el nombre del semanario censurado, quiere decir literalmente Fin de Semana-Sur. La movilización salió rápidamente de las salas de redacción chinas y se expandió en internet, donde millones de internautas se manifestaron a favor del semanario y pidieron el fin de la censura, muy activa en todo lo que tiene que ver con las críticas al gobierno o la mención de los derechos humanos.
Además, cosa poco frecuente, la movilización llegó a la calle ya que el lunes y martes, centenas de personas manifestaron en Cantón, sur de China, para apoyar al semanario. Los manifestantes, reunidos delante del edificio del semanario, tenían una banderola que decía: "Queremos la libertad de prensa, el respeto de la Constitución y la democracia".
Las autoridades se encuentran en una situación delicada frente a este movimiento debido a que una reacción podría echar leña al fuego.
La actriz Yao Chen, que tiene 32 millones de seguidores en su cuenta de Weibo, el equivalente chino de Twitter, subió una foto del logotipo del semanario y una frase del disidente ruso Alexander Soljenitsin que dice: "Una palabra de verdad pesa más que el mundo entero".
"Lo digo sin pelos en la lengua. Apoyo a los amigos de Nanfang Zhoumo", dijo por su lado el actor Chen Kun, cuya cuenta en Weibo tiene 27 millones de seguidores.Por segundo día consecutivo, militantes de la libertad de prensa se reunieron ante las oficinas del semanario en Cantón, gran ciudad del sur de China.
"El gobierno se sirve de la prensa para sus propios fines", dijo en la manifestación un joven de 24 años llamado Leung. "Si no salimos a defender esta publicación, nuestra sociedad tendrá cada vez menos espacio para la libertad".
El bloguero más célebre de China, Han Han, manifestó también su apoyo a Nanfang Zhoumo, uno de los medios más audaces frente al poder chino.
Algunos manifestantes lucían crisantemos en señal de duelo, y otros llevaban las máscaras del grupo "Anonymous", conocido por su lucha contra las acciones hostiles a la libertad en internet.
Varios periodistas confiaron a la AFP que había negociaciones entre el personal del Nanfang Zhoumo y el gobierno, para poner fin al conflicto. En un breve artículo relativo al año nuevo, el semanario Nanfang Zhoumo llamaba al inicio del año a las autoridades a impulsar reformas políticas y a adoptar una Constitución que garantice los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, un funcionario de los servicios de propaganda de la provincia meridional de Guangdong, donde está basado el semanario, reemplazó el artículo por otro más suave, indicaron periodistas de la publicación, que emitieron una declaración condenando la intervención de las autoridades.
La reescritura del artículo provocó la ira de los periodistas del semanario y de muchos de sus colegas en el país. "Una mano negra corrió una cortina espesa y opaca bloqueando la claridad y el aire fresco. No hay más fin de semana en el sur", escribió por su parte el conocido periodista de investigación Wang Keqin.
Nanfang Zhoumo, el nombre del semanario censurado, quiere decir literalmente Fin de Semana-Sur. La movilización salió rápidamente de las salas de redacción chinas y se expandió en internet, donde millones de internautas se manifestaron a favor del semanario y pidieron el fin de la censura, muy activa en todo lo que tiene que ver con las críticas al gobierno o la mención de los derechos humanos.
Además, cosa poco frecuente, la movilización llegó a la calle ya que el lunes y martes, centenas de personas manifestaron en Cantón, sur de China, para apoyar al semanario. Los manifestantes, reunidos delante del edificio del semanario, tenían una banderola que decía: "Queremos la libertad de prensa, el respeto de la Constitución y la democracia".
Las autoridades se encuentran en una situación delicada frente a este movimiento debido a que una reacción podría echar leña al fuego.
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