Casi un año después, Luis Robles sigue a la espera de pasar a régimen de menor severidad

Luis Robles Elizástegui detenido por pedir libertad del rapero Denis Solís (Foto tomada de Facebook)

El preso político Luis Robles Elizástigui se encuentra en espera de que le sea otorgado el paso a un régimen de mínima severidad, o sea, su traslado a un campamento de trabajo correccional, un proceso que depende del criterio de las autoridades.

Su hermano, Landy Fernández Elizástigui, dijo este miércoles a Radio Martí que en el mes de agosto se cumple un año de negársele este beneficio.

"El mes pasado lo visité y estaba todo bien, dentro de lo que cabe. Está tranquilo, no se han metido con él nuevamente", señaló el hermano en referencia a la anterior situación de hostigamiento que enfrentó el preso político.

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Declaraciones de Landy Fernández Elizástigui a Radio Martí

Añadió que, en agosto próximo, Robles tendrá derecho nuevamente "a solicitar la mínima, así que estamos esperando para hacer ese proceso. Solicitarla; que se la den es otra cosa", subrayó.

Robles Elizástigui ha sido vícitima de abusos en varias ocasiones por las autoridades de la cárcel Combinado del Este, en La Habana, según reiteradas denuncias del preso político y sus familiares. Ahora, asegura el hermano, esta situación de acoso ha mejorado.

"Ahora, como no se han metido con él, está arreglando relojes de los reclusos. Luis es muy inteligente, siempre se le ha colado a muchas cosas, por decirlo en buen cubano", dijo Fernández Elizástigui, destacando el ingenio de su hermano.

El joven cumple una sentencia de 5 años de privación de libertad por los delitos de propaganda enemiga y desobediencia, que le fueron impuestos por manifestarse pacíficamente, en diciembre de 2020, con un cartel antigubernamental, en el céntrico Boulevard de San Rafael, en La Habana.

El 5 de diciembre pasado, en el segundo aniversario de la protesta, Robles Elizástigui dijo en una entrevista telefónica desde de la prisión con el portal digital CubaNet que no se arrepentía de haberse manifestado ese día.

"Han sido dos años injustos. No me arrepiento de haber salido ese día. La libertad de expresión es un derecho. Cada persona tiene el derecho de pensar como quiera y expresar lo que siente sin temor a que nadie lo reprima”, aseveró.

(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)