Una carta del Departamento de Estado, a nombre del presidente Barack Obama, intenta calmar la preocupación del Comité Especial Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre los riesgos que implicaría el posible canje de la espía Ana Belen Montes.
El gobierno de Estados Unidos “no tiene intenciones de liberar o intercambiar a Ana Belén Montes, la analista de inteligencia encarcelada por espiar para el gobierno de Cuba", asegura la misiva firmada por Julia Frifleld,Secretaria Asistente de Asuntos Legislativos en la cancillería estadounidense.
Así el Ejecutivo responde a un reclamo del presidente de dicho comité, Devin Nunes, quien expresó preocupación por la seguridad nacional y la importancia de salvaguardar la información clasificada, de ser ciertos los rumores de un intercambio de la espía por la fugitiva estadounidense Joanne Chesimard, refugiada en Cuba.
La congresista por la Florida Ileana Ros-Lehtinen, miembro de este Comité, quien ha publicado ambas cartas, recordó que la administración Obama ofreció garantías similares al Congreso sobre el canje de los cincos espías cubanos “que ahora sabemos resultaron ser falsas”.
“Cuando se trata de la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba, no se puede confiar en el gobierno de Obama”, opinó Ros-Lehtinen en un comunicado.
Ana Belén Montes, era analista sobre Cuba en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), fue detenida en 2001, después de haber pasado una considerable cantidad de secretos estadounidenses a Cuba. Montes se declaró culpable en 2002 y fue condenada a 25 años de prisión.
Joanne Chesimard, adoptó el nombre de Assata Shakur, está en la lista de "Los 10 terroristas más buscados" por el FBI. Fue declarada culpable en 1977 de matar al patrullero estatal Werner Foerster el 2 de mayo de 1973, cuando ya era buscada por su participación en varios delitos, entre ellos el robo a un banco. Chesimard fue condenada a cadena perpetua, pero escapó de la cárcel en 1979 y en 1984 reapareció en Cuba, donde vive desde entonces.
En 1998, el FBI elaboró una propuesta para el intercambio de los cinco espías cubanos de la Red Avispa por la asesina Chesimard pero Cuba se negó.
En 2014 dos de los espías cubanos ya habían sido liberados con anterioridad (tras cumplir sus penas de prisión en Estados Unidos) cuando EEUU acordó la liberación de los otros tres, que fueron enviados de vuelta a Cuba en diciembre a cambio del contratista estadounidense Alan Gross y del agente de los servicios de espionajes de EEUU Rolando Sarraff.